El arte de amar
Siempre hay paz en la aceptación y ella no impide cambiar para mejorar. La aceptación se hace con paz y seguros de que todo marcha como debe ser.
GONZALO GALLO
EL AMOR RESISTE LAS CRISIS
Un cónyuge le dice a su pareja: ¿Por qué siempre te queda tanto mes al final del dinero? Es gracioso, pero nos recuerda que el amor se estrella muchas veces en el muro de lo material. No se vive solo de romances o mimos y amar pide lograr acuerdos en relación con el manejo del dinero. No hay amor que perdure si en esta área hay serias dificultades, porque uno o ambos son irresponsables. Casi siempre en la pareja alguien es más generoso de la cuenta, y el otro más tacaño de lo debido. Su reto es armonizar, llegar a un buen equilibrio, no pelear y enriquecerse con lo mejor de cada uno. Vivir en pareja es unir las diferencias, ceder y lograr acuerdos de mutuo beneficio.
Entonces, el amor resiste las crisis y, en caso de una separación, las peleas por plata no causan estragos. En este sentido conviene recordar que a una mujer muy sabia le pidieron varias guías en el arte de amar y convivir, y ella dio estas:
- Aceptarse y aceptar. Siempre hay paz en la aceptación y ella no impide cambiar lo que se puede mejorar. La aceptación se hace con paz y seguros de que todo marcha como debe ser.
- Adaptarse. No solo a las personas, también al entorno con una actitud amorosa y alegre. Cuando te adaptas ves claro que la felicidad no de depende del exterior, sino de lo que hay en tu alma.
- Respetar. No empecinarse en cambiar a los otros y valorar sus ideas y su enfoque de la vida. Cada ser es autónomo y el camino es respetarlo sin juicios, agravios o imposiciones.
- Valorar. Lo pequeño y lo grande, disfrutarlo todo y eliminar las quejas y el inconformismo. Quien valora agradece y quien agradece vive feliz. Muchas personas se quedan perplejas cuando en una relación se salta del amor al odio, del fuego al hielo. Entonces se preguntan: ¿qué le pasó a esta persona? o ¿qué me pasó a mí? No entienden por qué, donde había besos, caricias y dulzura, ahora hay celos, odio y agresividad.
Había deseo, pero no entrega generosa; pasión más no ternura; muchas promesas y cero compromiso. Amar es raro y muchos solo viven atisbos de amor que un día ceden el espacio al vacío, al odio o a la indiferencia.
Amar es dar sin negociar, inspirar sin controlar, corregir sin ofender, perdonar sin exigir. Amar es darte sin condiciones, confiar sin reticencias y comprometerse sin reservas. Amar es querer sin poseer y potenciar al otro en lugar de atarlo y frenar su expansión.
El amor es un arte exigente.