La iluminación espiritual

Amor y ajedrez

ANTHONY DE MELLO

Imagen; Amor y ajedrez; Anthony De Mello

El Ajedrez te hace feliz

Yo siempre he sentido un poco de lástima hacia aquellas personas que no han conocido el Ajedrez; Justamente lo mismo que siento por quien no ha sido embriagado por el amor. El Ajedrez, como el amor, como la música, tiene la virtud de hacer feliz al hombre.

Una niña estaba muriendo de una enfermedad de la que su hermano, de ocho años, había logrado recuperarse tiempo atrás. El médico dijo al muchacho: Solo una transfusión de tu sangre puede salvar la vida de tu hermana. ¿Estás dispuesto a dársela?

Los ojos del muchacho reflejaron verdadero pavor. Dudo por unos instantes, y finalmente dijo: De acuerdo, doctor; lo haré. Una hora después de realizada la transfusión, el muchacho preguntó indeciso: Dígame, doctor, ¿cuándo voy a morir? Sólo entonces comprendió el doctor el momentáneo pavor que había detectado en los ojos del muchacho: creía que, al dar su sangre, iba también a dar la vida por su hermana.

¿Y SI EMPEZAMOS POR EL FINAL?

Hay una versión en dibujos animados de Cenicienta que me encanta. Empieza por el final. La pareja feliz ya está unida y hablando de todas las peripecias que han vivido para llegar a ese desenlace. Entonces ambos se preguntan qué pasaría si lo olvidaran todo y volvieran a empezar. ¿Llegarían al mismo resultado? Este enfoque me resulta muy interesante. Y me ha servido para comprender muchas cosas en la vida.

Haciendo honor a la Reina de Ajedrez para escribir este libro he buscado información sobre la historia de este juego y cómo ha ido evolucionando. ¿Sabías que en sus orígenes la dama como pieza no existía? ¿Sabes los cambios que ha ido experimentando este juego para pasar de una reina invisible a la pieza más poderosa del ajedrez?

¿Y sí la Reina que ya ha logrado convertirse en una pieza clave del juego, decide ponerse a prueba, olvidarse de todo y empezar de nuevo? ¿Llegaría al mismo resultado otra vez?

Igual tienes que volver a leer las palabras anteriores. No porque no seas capaz de entenderlo sino porque cuesta un poco asimilar este enfoque.

Te estoy invitando de lleno a que te salgas del entramado de tu vida y la contemples con perspectiva. ¿Puedes ver los hilos entretejiéndose a tu favor? ¿Puedes ver cómo las piezas del puzle empiezan a encajar? ¿Descubres que ahora todo tiene sentido?

En el campo de potencialidad pura todo ha sido creado. Las posibilidades son infinitas. Manifestar al Rey y a la Reina es una opción que siempre tenemos y que ya ha sido dada. No hay que crearla, solo manifestarla. Y esa opción aguarda latente a tu llamada.

Anthony de Mello decía que la cuestión no es si quieres jugar o no porque ya estás dentro del juego.

La pregunta es: ¿cómo vas a jugarlo?

Ya eres Reina aunque no tengas conciencia de ello. ¿Qué chiste tendría la partida si ya sabes el resultado final?

La pregunta es: ¿quieres vivir como una Reina aquí y ahora? Mi respuesta la tengo clara: Si, quiero.

¿Y la tuya cuál es?


RELACIONADOS

«Amor y ajedrez»