4 Moralejas sabias - Cuento
Cuatro valiosas moralejas sabias que dejan estas pequeñas historias: El rabino y sus discípulos, El psiquiatra, Las piedras y La mujer devota.
ANTHONY DE MELLO
CUATRO VALIOSAS MORALEJAS
El rabino y sus discípulos, El psiquiatra, Las piedras y La mujer devota.
Una moraleja es una lección o enseñanza que se deduce de un cuento, fábula, ejemplo, anécdota, etcétera. Que sirve de lección para el vivir humano y que aporta al conocimiento de lo que se considera moral, que generalmente se transmite mediante un relato histórico o una narración ficticia, y que evita los prejuicios y estereotipos que impiden su real comprensión, implicando que el mismo oyente, lector o espectador determine por sí mismo cuál es la enseñanza (o lección).
EL RABINO Y SUS DISCÍPULOS
Hacía un frío que cortaba, y el rabino y sus discípulos se hallaban acurrucados junto al fuego. Uno de los discípulos, haciéndose eco de las enseñanzas de su maestro, dijo: En un día tan gélido como este, yo sé exactamente lo que hay que hacer.
- ¿Qué hay que hacer? Le preguntaron los demás.
- Conservar el calor.
- Y si eso no es posible, también sé lo que hay que hacer.
- ¿Qué hay que hacer? Congelarse.
MORALEJA
La realidad existente no puede realmente ser rechazada ni aceptada. Huir de ella es como tratar de huir de tus propios pies. Aceptarla es como tratar de besar tus propios labios. Todo lo que hay que hacer es mirar, comprender y estar en paz.
EL PSIQUIATRA
Un hombre acudió a un psiquiatra y le dijo que todas las noches se le aparecía un dragón con doce patas y tres cabezas, que vivía en una tremenda tensión nerviosa, que no podía conciliar el sueño y que se encontraba al borde del colapso. Que incluso había pensado en suicidarse.
Creo que puedo ayudarle, le dijo el psiquiatra, pero debo advertirle que nos va a llevar un año o dos y que le va a costar a usted tres mil dólares. ¿Tres mil dólares?, exclamó el otro. ¡Olvídelo! Me iré a mi casa y me haré amigo del dragón.
MORALEJA
Todo cambio requiere un sacrificio, pero muchas veces puede más la zona de confort.
LAS PIEDRAS
Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena mientras pensaba:- Si tuviera un auto nuevo, sería feliz.
- Si tuviera una casa grande, sería feliz.
- Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz.
- Si tuviera pareja perfecta, sería feliz.
En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez que decía: Sería feliz si tuviera…
Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedra en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedra era un diamante muy valioso. ¿Te imaginas cuantos diamantes arrojó al mar sin detenerse y apreciarlos?
MORALEJA
¿Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar esperando lo que creemos perfecto o soñado y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a lo que tenemos cerca de nosotros?
Mira a tu alrededor y si te detienes a observar te darás cuenta de lo afortunado que eres, muy cerca de ti está tu felicidad, y no le has dado la oportunidad de demostrarlo. Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable. Depende de ti aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca más poder recuperarlo.
LA MUJER DEVOTA
Érase una vez una mujer muy devota y llena de amor de Dios. Solía ir a la iglesia todas las mañanas, y por el camino solían acosarla los niños y los mendigos, pero ella iba tan absorta en sus devociones que ni siquiera los veía.
Un buen día, tras haber recorrido el camino acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en que iba a empezar el culto. Empujó la puerta, pero esta no se abrió. Volvió a empujar, esta vez con más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave.
Afligida por no haber podido asistir al culto por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué hacer, miró hacia arriba... y justamente allí, frente a sus ojos, vio una nota clavada en la puerta con una chincheta.
La nota anónima decía: Está en tu interior
MORALEJA
La religión es para los que necesitan ser guiados. La Espiritualidad, para los que escuchan su guía interior.