Hijo educado - Familia

Cuanto más polígamo sea el niño, más abundante será su vida. Nunca se sentirá atado. Vaya donde vaya será capaz de amar. El amor es una bendición.

OSHO

EDUCAR A LOS HIJOS

Educa al niño para ser más consciente, para que descubra qué es lo más oportuno.

¡Nunca etiquetes! Nunca afirmes que un musulmán es malo por ser musulmán ni que un hindú es bueno por ser hindú. No afirmes cosas así porque lo malo y lo bueno no son algo predeterminado. No impartas actitudes fijas. Edúcalo para que sea más consciente, para que descubra quién es bueno y quién es malo. Pero esto es muy difícil, y el etiquetar es fácil. Vives en divisiones etiquetadas y clasificadas. Colocas algo en una categoría, De acuerdo. Es hindú. Es bueno o es malo. Es musulmán; y es bueno o es malo. El tema se decide sin atender al individuo. La etiqueta decide. No impartas actitudes fijas; imparte consciencia flexible. No digas esto es malo; no digas esto es bueno. Di tan solo que uno ha de ir descubriendo constantemente qué es lo bueno y qué es lo malo. Educa a la mente para indagar, para investigar.

Esta flexibilidad de actitud tiene muchas dimensiones. No fijes al niño en actitudes monógamas. No le digas al niño, Quiéreme porque soy tu madre. Puede que esto cree una incapacidad en el niño y que luego no sea capaz de dar amor a nadie más. Y así ocurre que esos niños crecidos- les llamaremos así: niños crecidos- continúan estando condicionados. De modo que no eres capaz de amar a tu esposa porque en lo más profundo de ti solo amas a tu madre. Pero tu esposa no es tu madre, ni tu madre es tu esposa, así que sigues condicionado: una fijación materna. ¡Sigues aferrado a ella! Sigues esperando cosas de tu esposa como si ella fuera tu madre. Sin ser consciente. Si no se comporta como una madre, no te sientes a gusto. Y el problema se complica. Si ella empieza a comportarse como una madre, tampoco entonces estás cómodo porque debería comportarse como tu esposa.

AMAR A OTROS

Una madre nunca debería decir, Quiéreme porque soy tu madre.

Debería tratar de que su niño amará a más personas. Cuanto más polígamo sea el niño, más abundante será su vida. Nunca se sentirá atado. Vaya donde vaya será capaz de amar. A cualquiera con el que entre en contacto, será capaz de amarle. No le digas que hay que amar a la madre, ni que hay que amar a la hermana, ni que hay que amar al hermano. No le digas, Este es un extraño, no tienes porque amarle. No pertenece a nuestra familia, no pertenece a nuestra religión, no pertenece a nuestro país, de modo que no le quieras. Estás mutilando al niño. Dile, El amor es una bendición, ¡sigue amando! Cuanto más ames, más crecerás. Una persona que ama más, más se enriquece.

Somos unos miserables. Todos somos unos miserables porque somos incapaces de amar. Esto es un hecho: cuantas más personas ames, más serás capaz de amar a cualquiera. Si amas a una sola persona, en último término no serás capaz de amar ni siquiera a ésta, porque tu capacidad de amar irá menguando tanto que se congelará. Es como si cortamos todas las raíces de un árbol y le dejamos una sola. Si le dices al árbol, Te dejaremos una sola raíz para que la ames. Que sea tu único amor. Obtenlo todo de esta única raíz., el árbol se morirá.