CITAS EXCELENTES JOTA MARIO VALENCIA

Por encima de mi hay demasiado, no algo, demasiado. Esta ahí y creo en eso, estoy convencido de eso y doy fe de eso.

No podemos ver la señal del celular pero podemos probar que esta ahí cuando alguien nos llama y envía un mensaje.

Los pensamientos buenos dan resultados buenos y los pensamientos malos dan resultados malos.

La ira es un mecanismo de defensa del ego. Se trata de una reacción natural que, en condiciones normales y entre limites muy específicos, es sana.

El tiempo es el mejor maestro, pero es peligroso; mata a todos sus estudiantes.

La vida es una prolongación del pensamiento.

Un estimulo puede ser una palabra hiriente o amable, un golpe o una caricia.

Los pensamientos que tengamos en el presente, serán las realidades de nuestro futuro.

Una relación se considera mas fuerte, cuanto mas flexible y elástica es.

La ira debe ser de breve duración y ajustada a los hechos que la producen. Una vez liberada, se debe desvanecer.

No es posible salir de la frustración y de todas sus terribles secuelas hasta que no resolvamos el conflicto.

Una persona que en televisión no produzca ni frio ni calor esta perdida, perdida. Es muy grave.

Todos tenemos el beneficio del dominio propio y somos propietarios de nosotros mismos.

Aceptar es saber que no se puede cambiar al otro, respetar del mismo modo en que aspiramos a ser respetados y tener en cuenta a los demás del mismo modo en que aspiramos a ser tenidos en cuenta.

No es fácil sacar a relucir el dominio propio cuando estamos llenos de ira, por eso debemos ocuparnos en acrecentar lo único que nos permite poner en acción el dominio propio: la autoestima.

Yo creo en la gente, quiero a la gente, pero también creo en mi; creo que lo he hecho bien y seguramente a alguien lo pudo haber mortificado, ¡claro! Pero yo no puedo ser intolerante.

Habitualmente no usamos el gran don de poder elegir nuestros pensamientos y nos limitamos a reaccionar, la mayoría de las veces, de forma negativa.

Descubrir que solo podemos tener una cosa en la cabeza al mismo tiempo, nos permite tomar conciencia de uno de nuestros mayores dones: el derecho a elegir ese único pensamiento.

No nacemos con dominio propio, no lo venden en los supermercados ni en las tiendas naturistas, no es materia en ninguna universidad del mundo, se trata de un habito adquirido, una disciplina para la que se requiere prepararse.

Ser tolerantes no significa renunciar a nuestras convicciones personales, sino aceptar el hecho de que los demás están en toda su libertad de ser quienes son.

El dominio propio es la capacidad que nos permite controlarnos a nosotros mismos, nuestras emociones, antes de que estas nos controlen, dándonos la posibilidad de elegir lo que queremos sentir en un momento determinado.

El ego nos lleva a la desdicha, nos ilusiona con promesas que terminan por defraudarnos, distorsiona la realidad y nos hace identificar con creencias falsas.

La existencia no es otra cosa que una prolongación de nuestro pensamiento. Si somos capaces de dominar nuestra mente, habremos logrado dominar nuestra vida.

En lugar de vernos como unos derrotados, concibamos en nuestra mente todos los detalles del éxito que deseamos y pensemos como si ya lo hubiéramos logrado.

A Cristo lo clavaron en una cruz, a Mandela lo metieron en una cárcel por años, a Juan Pablo Montoya lo crucifican porque no carga niños cuando el no nació para cargar niños.

Son muchos los casos en que el ego de las tiranías y las dictaduras levantan las banderas de hacer cumplir las leyes, para aplicar la tenaza de la intolerancia, coartar las libertades y atropellar a los contradictores.

Las pequeñas y grandes manifestaciones de violencia social tienen su origen en nuestra propia mente y su particular dinámica de interacción. Por lo mismo, nadie se exime de su cuota de responsabilidad en la violencia del mundo.