La iluminación espiritual

Frases Helena Blavatsky

Citas Helena Blavatsky


Mata en ti mismo todo recuerdo de pasadas experiencias. No mires atrás, o estas perdido.

Para llegar al nirvana, debe uno conseguir el conocimiento de si mismo; y el conocimiento de si mismo es hijo de las buenas obras.

Se como el océano, que recibe todos los ríos y torrentes. La poderosa calma del mar permanece inmutable, sin sentirlos.

Así como cae exánime la mariposa en el umbral, sorprendida por el cierzo helado, así también todos los pensamientos terrenos deben caer muertos ante el templo.

La magia es tan vieja como el hombre y nadie acertaría en señalar su origen, de la propia suerte que no cabe computar el nacimiento del primer hombre.

El temor, mata la voluntad y paraliza toda acción.

El que no desempeña la tarea que tiene asignada en la vida, ha vivido en vano.

Para lograr el conocimiento del espíritu, es indispensable la pureza de corazón: desechando todo mal pensamiento, manteniendo el animo sosegado sin jamás agitarse, ni irritarse por nada.

Los descubrimientos de la ciencia moderna no invalidan en modo alguno las remotísimas tradiciones que atribuyen increíble antigüedad a la raza humana.

Se a manera del océano, que recibe todos los ríos y torrentes. La poderosa calma del mar permanece inalterable, sin sentirlos.

No hay religión mas elevada que la verdad.

La mente es parecida a un espejo; se cubre de polvo mientras refleja. Necesita de las suaves brisas de la sabiduría del alma para que arrebaten el polvo de nuestras ilusiones. Procura fundir tu mente con tu alma.

La propia alabanza, discípulo, es a manera de una torre elevada, a la cual ha subido un loco presuntuoso, que permanece allí en orgullosa soledad e inadvertido de todos, excepto de el mismo.

No puedes recorrer el sendero antes que el sendero seas tu mismo.

Si no puedes tu ser sol, se el planeta humilde.

Considera iguales el placer y el dolor, la ganancia y la perdida, la victoria y la derrota.

El peregrino que ansia refrescar sus secos labios en las aguas vivas, y sin embargo no se atreve a lanzarse en ellas por temor a la corriente, se expone a sucumbir de calor. La inacción originada del miedo egoísta, no puede producir sino malos frutos.

Tu puedes crear en este día las eventualidades para tu mañana.

Huye de la ignorancia, huye igualmente de la ilusión. Pero en lo interior de tu cuerpo, en el sagrario de tus sensaciones, busca en lo impersonal al hombre eterno.

Es la vida una, eterna, invisible, aunque omnipresente; sin principio ni fin.

Hasta que punto ha coronado el éxito mis esfuerzos, el lector es quien ha de juzgarlo.

El error se precipita por un plano inclinado, mientras que la verdad tiene que ir penosamente cuesta arriba.

Busquemos la verdad, con la confianza de un niño, y la voluntad de un iniciado.

La Filosofía Esotérica concilia todas las religiones, las desnuda de sus ropajes humanos externos y demuestra que la raíz de cada una de ellas es la misma de todas las demás religiones.

La mente es el gran destructor de lo real. Destruya el discípulo al destructor.

El peregrino que ansia refrescar sus secos labios en las aguas vivas, y sin embargo no se atreve a lanzarse en ellas por temor a la corriente, se expone a sucumbir de calor.

Fortaleced tu alma contra las asechanzas del yo, hazla merecedora del nombre de alma diamante.

No permitas que el sol ardiente seque una sola lagrima de dolor, antes que tu la hayas enjugado en el ojo del que sufre.

Antes de que el alma pueda ver, debe haberse alcanzado la armonía interior, y los ojos carnales han de estar cegados a toda ilusión.

Huye de la ignorancia, huye igualmente de la ilusión. Aparta tu faz de las decepciones mundanales; desconfía de tus sentidos, porque son falsos. Pero en lo interior de tu cuerpo, en el sagrario de tus sensaciones, busca en lo impersonal al hombre eterno.

Siembra buenas acciones, y recogerás el fruto de ellas.