La iluminación espiritual

Frases Daniel Goleman

Citas Daniel Goleman


Rara vez, las personas expresan sus emociones con palabras. Por lo general, las expresan a través de otros medios.

El cerebro emocional responde a un acontecimiento mas rápido que el cerebro racional.

La tristeza proporciona una especie de refugio reflexivo frente a los afanes y ocupaciones de la vida cotidiana.

El autocontrol emocional retrasa la gratificación y ahoga la impulsividad, es la verdadera razón de la realización en todas las áreas vitales.

El estrés vuelve estúpida a la gente.

La capacidad de expresar los propios sentimientos constituye una habilidad social fundamental.

Sin una atención selectiva, la experiencia seria un completo caos.

El liderazgo no tiene que ver con el control de los demás sino con el arte de persuadirles para colaborar en la construcción de un objetivo común.

Adueñándose de nuestra atención, la tecnología entorpece nuestras relaciones.

Al menos un 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional.

Las emociones sin control transforman en estúpidas a personas inteligentes.

El miedo tiene una importancia especial en la evolución: tal vez mas que cualquier otra emoción, es crucial para la supervivencia. La habilidad de hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto aprendizaje crucial en la vida diaria.

Tal vez no haya habilidad psicológica mas esencial que la de resistir al impulso.

La esperanza significa que uno no se rinde a la ansiedad, el derrotismo o la depresión cuando tropieza con dificultades y contratiempos.

Las emociones son contagiosas. Todos lo conocemos por experiencia. Después de un buen café con un amigo, te sientes bien. Cuando te toca un recepcionista mal educado en una tienda, te vas sintiéndote mal.

Probablemente, no hay habilidad psicológica mas fundamental que resistir un impulso.

Conócete a ti mismo.

La inteligencia interpersonal consiste en la capacidad de comprender a los demás: cuales son las cosas que mas les motivan, como trabajan y la mejor forma de cooperar con ellos.

Cuanta mas inteligencia social tengas, mas feliz y fuerte serás, y mejores relaciones personales tendrás.

Las emociones nos impulsan a actuar de una determinada manera e incluso a pensar.

La culpabilidad, la vergüenza y el miedo son los móviles inmediatos del engaño.

El enfado es una emoción muy intensa que secuestra el cerebro. A tal punto que uno puede olvidarse, en plena discusión, de porque ha empezado.

El autoengaño opera tanto a nivel de la mente individual como a nivel colectivo.

Cuando nos sentimos estresados, es una señal de que nuestro cerebro esta segregando hormonas del estrés. Si esto es sostenido por meses o años, esas hormonas pueden empeorar nuestra salud y hacernos un manojo de nervios.

La verdadera compasión no significa solo sentir el dolor de otra persona, sino estar motivado a eliminarlo.

La compasión se erige sobre la empatía que, a su vez, requiere prestar atención a los demás. Si estamos absortos en nosotros, no nos daremos cuenta de los demás y seguiremos nuestro camino, indiferentes a su sufrimiento.

Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción.

Nuestras emociones tienen una mente propia, una mente cuyas conclusiones pueden ser completamente distintas a las sostenidas por nuestra mente racional.

Las personas con habilidades emociónales bien desarrolladas tienen mayores posibilidades de ser alegres y eficientes en la vida, y serán capaces de cultivar los hábitos mentales que mejoran su productividad.

Es la combinación entre el talento y la capacidad de perseverar ante los fracasos lo que conduce al éxito.

En un sentido muy real, todos nosotros tenemos dos mentes, una mente que piensa y otra mente que siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental.

Lo que las personas piensan de sus habilidades influye en dichas habilidades. La habilidad no es una propiedad fija.

Las criticas se expresan como ataques personales y no como quejas que puedan dar lugar a un cambio.

El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común.

La meditación mindfulness ha demostrado fomentar la habilidad para inhibir los impulsos emociónales.

La clave para intuir los sentimientos de otros es la habilidad de leer los canales no verbales, tales como el tono de voz, los gestos, la expresión facial, entre otros.

Si queremos vivir adecuadamente, es necesaria cierta destreza para movernos en tres ámbitos distintos: el mundo externo, el mundo interno, y el mundo de los demás.

La gente tiende a ser mas inteligente emocionalmente a medida que crece y madura.

Las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa.

El logro real no depende tanto del talento como de la capacidad de seguir adelante a pesar de los fracasos.

Aunque un alto IR no es garantía de prosperidad, prestigio o felicidad, nuestras escuelas y cultura se obsesionan con las habilidades académicas, ignorando la inteligencia emocional, que también es inmensamente importante para nuestro destino personal.

Un bajo nivel de inteligencia emocional en el trabajo tiene un coste inevitable en los resultados económicos. Cuando es muy exagerado, las empresas pueden ir a la quiebra y desaparecer.

Los puntos de vista o las versiones sobre la realidad que no concuerdan con la visión consensual suelen verse rechazadas como si se tratara de aberraciones o excentricidades.

Las ideas van por delante de los hechos. Y en la medida en que una sociedad restringe el alcance de la atención imponiendo marcos autoritarios, limita también las posibilidades de elección de sus miembros.

Las criticas adecuadas no se ocupan tanto de atribuir los errores a un rasgo de carácter como de centrarse en lo que la persona ha hecho y puede hacer.

Lo único que puede librarnos del poder hipnótico del autoengaño es el valor para buscar y afirmar la verdad.

Las emociones fuera de control pueden transformar en estúpidas a personas inteligentes.

El optimismo –al igual que la esperanza– significa tener una fuerte expectativa de que, en general, las cosas irán bien a pesar de los contratiempos y de las frustraciones.

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