Etapas de desarrollo de los cuerpos sutiles
Los sueños son sucesos del cuarto cuerpo y el cuarto cuerpo tiene un gran potencial. Los poderes que se mencionan en el yoga en verdad son reales.
OSHO
CUERPOS SUTILES
Los siete cuerpos sutiles del hombre.
Según tú, podemos proyectar falsas experiencias de kundalini a las que no consideras espirituales, sino psíquicas. En tu introducción inicial, sin embargo, dijiste que la kundalini solo era psíquica. ¿Significa esto que hay dos estados de kundalini, uno psíquico y otro espiritual? A fin de que lo entiendas tenemos que detenernos a estudiar la estructura de los distintos cuerpos sutiles.
7 CUERPOS SUTILES
El individuo se puede dividir en siete cuerpos.
- El primer cuerpo es el cuerpo físico que todos conocemos.
- Es segundo es el cuerpo etéreo.
- El tercero —que está por encima del segundo— es el cuerpo astral.
- El cuarto —que está por encima de este— es el cuerpo mental o psíquico.
- El quinto —que, de nuevo, está por encima de este— es el cuerpo espiritual.
- El sexto está por encima del quinto, y se llama cuerpo cósmico.
- El séptimo y último es el nirvana sharir o cuerpo nirvánico, el cuerpo incorpóreo.
Alguna información más sobre estos siete cuerpos te permitirá entender a fondo la kundalini. Durante los primeros siete años de vida, solo se forma el sthul sharir o cuerpo físico. Los otros cuerpos están en forma de semilla. Tienen un potencial para el crecimiento pero permanecen en estado latente durante el comienzo de la vida. Por lo tanto, estos primeros siete años de vida son años de limitaciones. Durante estos años no se produce desarrollo del intelecto, la emoción o el deseo. En esta fase solamente se desarrolla el cuerpo físico. Hay personas que no evolucionan más allá de los siete años, se estancan en esta fase y no son más que animales. Los animales solo desarrollan el cuerpo físico; los demás cuerpos permanecen intactos en su interior. Durante los siete años siguientes —es decir, desde los siete hasta los catorce años— se desarrolla el bhawa sharir, el cuerpo etéreo. Estos siete años son los años de desarrollo emocional del individuo. Por eso, a los catorce años se alcanza la madurez sexual, que es la forma más intensa de emoción. Algunas personas se estancan a esa edad. Su cuerpo físico se sigue desarrollando, pero se quedan en los dos primeros cuerpos.
En el tercer periodo de siete años, entre los catorce y los veintiún años, se desarrolla el sukshma sharir, el cuerpo astral. La emoción se desarrolla en el segundo cuerpo; el razonamiento, el pensamiento y el intelecto en el tercero. Por este motivo la ley no considera responsable de sus actos a un niño menor de siete años, porque el niño solo tiene cuerpo físico. Tratamos al niño de la misma forma que tratamos a los animales; no podemos considerarle responsable. Aunque un niño cometa un asesinato, se supone que lo ha cometido guiado por alguien, se supone que el verdadero asesino es otra persona.
Después de desarrollarse el segundo cuerpo la persona alcanza la madurez. Pero se trata de la madurez sexual. El trabajo de la naturaleza se completa con este desarrollo, por eso la naturaleza colabora totalmente hasta esta etapa. Pero en esta etapa el hombre no es un ser humano en todo el sentido de la palabra. El tercer cuerpo, donde se desarrollan la razón, el intelecto y la capacidad de pensar, es un resultado de la educación, la civilización y la cultura. Por eso el derecho al voto se otorga a partir de los veintiún años. Aunque esto es lo que prevalece en todo el mundo, algunos países están debatiendo si deberían otorgar el derecho al voto a los dieciocho años. Es natural, porque como el ser humano está evolucionando cada vez más, el periodo de siete años que dura el crecimiento de cada cuerpo se va reduciendo. En todo el mundo las niñas alcanzan la pubertad entre los trece y los catorce años. Desde hace treinta años esta edad está disminuyendo. Incluso una niña de once años puede tener la pubertad. El descenso de la edad de voto a los dieciocho años es una señal de que el hombre ahora completa el trabajo de veintiún años en dieciocho. Normalmente, sin embargo, son necesarios veintiún años para el desarrollo del tercer cuerpo, y la mayoría de las personas no evolucionan más allá de este cuerpo. Su crecimiento se detiene con el desarrollo del tercer cuerpo, y ya no se seguirán desarrollando durante el resto de sus vidas.
Lo que yo llamo psique es el cuarto cuerpo, el manas sharir. Este cuerpo tiene sus propias experiencias fascinantes. Pero la persona que no ha desarrollado el intelecto, quizás no se interese o no disfrute, por ejemplo, con las matemáticas. Las matemáticas tienen su propio encanto, y solo Einstein puede estar absorto en ellas del mismo modo que el músico con la música, o un pintor con los colores. Para Einstein las matemáticas no eran un trabajo sino un juego; pero el intelecto debe alcanzar ese plano de desarrollo para poder convertir las matemáticas en un juego.
Cada cuerpo que se desarrolla nos abre infinitas posibilidades. Quien no desarrolla el cuerpo etéreo y se estanca después de los siete primeros años de desarrollo, no tiene otro interés en la vida más que comer y beber. Por eso, la cultura de esas civilizaciones en las que la mayoría de la gente solo ha desarrollado el primer cuerpo, gira enteramente en torno a las papilas gustativas. Las civilizaciones donde la mayoría de la gente se ha estancado en el segundo cuerpo, girará en torno al sexo. Su personalidad, su literatura, su música, sus películas y sus libros, su poesía y su pintura, incluso sus casas y sus vehículos girarán en torno al sexo; todas estas cosas estarán repletas de sexo, de sexualidad.
En una civilización que se desarrolle completamente el tercer cuerpo, las personas serán intelectuales y contemplativas. Cuando el desarrollo del cuerpo se vuelve muy importante para una sociedad o una nación, se suceden muchas revoluciones intelectuales. En Bihar, en los tiempos de Buda o Mahavira, la mayoría de las gentes eran de este calibre. Por eso, en la pequeña provincia de Bihar han nacido ocho individuos de la estatura de Buda o Mahavira. Además, había miles de personas en aquella época que estaban tocadas por la genialidad. Este era también el caso de Grecia en la época de Sócrates y Platón; este era el caso de China en el tiempo de Lao Tzu y Confucio. Lo más fascinante es comprobar el hecho de que todos estos seres luminosos existieron en un periodo de quinientos años. Durante esos quinientos años el desarrollo del tercer cuerpo alcanzó la cima. Generalmente, el ser humano se detiene en el tercer cuerpo. La mayor parte de la gente no se sigue desarrollando después de los veintiún años.
Hay experiencias extraordinarias del cuarto cuerpo. La hipnosis, la telepatía y la clarividencia son potenciales del cuarto cuerpo. Las personas se pueden comunicar entre sí sin el obstáculo del tiempo o el espacio; pueden leer los pensamientos de los demás sin preguntar, o pueden proyectar pensamientos en los demás. Puedes meter una semilla de pensamiento dentro de otra persona sin ninguna ayuda exterior. Una persona puede viajar fuera de su cuerpo; puede hacer una proyección astral y verse separado de su cuerpo físico.
El cuarto cuerpo tiene muchas posibilidades, pero normalmente no desarrollamos este cuerpo porque implica tanto riesgos como engaños. A medida que las cosas se van volviendo cada vez más sutiles, las posibilidades de engaño van aumentando. No obstante, es difícil saber si un ser humano realmente se ha separado de su cuerpo o no. Puede soñar que se ha separado de su cuerpo o hacerlo de verdad, pero en ambos casos él será el único testigo. Por eso, hay muchas posibilidades de engañarse.
El mundo que comienza en el cuarto cuerpo es subjetivo, mientras que, hasta este momento, el mundo había sido objetivo. Tengo una rupia en la mano, yo la puedo ver, tú la puedes ver, otras cincuenta personas también la pueden ver. Es una realidad común en la que todos podemos tomar parte, y se puede investigar si la rupia existe o no. Pero, en el mundo de mis pensamientos tú no puedes ser un compañero, y en el mundo de tus pensamientos, no puedo serlo yo. A partir de aquí comienza el mundo personal con todos sus riesgos; no podemos aplicar ninguna de nuestras reglas externas de validez. Así que en el cuarto cuerpo comienza el auténtico mundo del engaño. Se pueden entrever todos los engaños de los tres cuerpos precedentes.
El mayor peligro es que el que engaña no es consciente del hecho de que está engañando. Puede engañar sin saberlo, tanto a sí mismo como a los demás. Las cosas en este plano son tan sutiles, raras y personales, que uno no tiene medios para comprobar la validez de las experiencias. De modo que no puede distinguir si está imaginándose las cosas o si realmente le están sucediendo.
Siempre hemos intentado salvar a la humanidad de este cuarto cuerpo, y aquellos que hicieron uso de este cuerpo fueron condenados y difamados. En Europa hubo cientos de mujeres a las que tildaron de brujas y quemaron, porque utilizaban las capacidades del cuarto cuerpo. En India, cientos de personas que practicaban tantra fueron asesinadas a causa del cuarto cuerpo. Conocían algunos secretos que podían ser peligrosos para el ser humano. Sabían lo que estaba sucediendo en tu mente; sin haber entrado nunca en tu casa, sabían dónde están colocadas todas las cosas. Lo que correspondía al mundo del cuarto cuerpo se consideraba magia negra, porque nunca se sabía lo que podía ocurrir. Siempre hemos estado intentando que el progreso se detenga en el tercer cuerpo, porque el cuarto cuerpo parece muy peligroso.
Hay riesgos, pero junto a ellos también hay fabulosos beneficios. En vez de detenerse, hay que investigar. Así podremos descubrir formas de comprobar la validez de nuestras experiencias. Actualmente, hay instrumentos científicos, y la capacidad de comprensión del ser humano también ha aumentado. Podemos encontrar caminos, como es el caso de otros muchos descubrimientos que ha hecho la ciencia.
No se sabe si los animales sueñan o no. ¿Cómo podemos asegurarlo, si los animales no hablan? Sabemos que soñamos porque, al levantarnos por la mañana, decimos que hemos soñado. Después de mucha perseverancia y un gran esfuerzo han encontrado una forma de comprobarlo. Hay un hombre que ha trabajado con monos desde hace varios años para descubrirlo, y vale la pena conocer las medidas que tomó para su experimento. Empezó por enseñarles una película a los monos. En cuanto comenzó la película, el mono con el que estaban experimentando recibió una descarga eléctrica. Había un botón en su asiento y le enseñaron a apretarlo cada vez que sintiera la descarga. De modo que le obligaban a sentarse todos los días en la silla, y cuando comenzaba la película, el mono recibía una descarga. Entonces, apretaba el botón y la apagaba.
Esto se repitió durante varios días; después le obligaron a dormir en la silla. Entonces, cuando empezaba a soñar empezaba a sentirse incómodo, porque, para él, la película de la pantalla y la de sus sueños eran la misma. Apretó el botón de inmediato. Apretaba el botón repetidamente, y esto demuestra que estaba soñando. Así es como el hombre puede penetrar ahora en el mundo interno de los sueños de los animales mudos. Los meditadores también han descubierto formas de analizar las experiencias del cuarto cuerpo desde el exterior, y ahora se puede demostrar si lo que sucede es verdadero o falso. Las experiencias de la kundalini en el cuarto cuerpo pueden ser psíquicas, pero eso no significa que sean falsas. Son estados psíquicos auténticos y estados psíquicos falsos. Cuando digo que la kundalini solo puede ser una experiencia mental, no significa que sea necesariamente una experiencia falsa. Las experiencias mentales también pueden ser auténticas.
Tienes un sueño por la noche. Este sueño es un hecho porque ha sucedido. Pero cuando despiertas por la mañana, quizás recuerdes un sueño que realmente no has soñado; a pesar de todo, insistes en que lo soñaste. Esto es falso. Un hombre se puede levantar por la mañana y decir que nunca sueña. Hay mucha gente que cree que nunca sueña. Sí sueñan, sueñan durante toda la noche; esto se ha demostrado científicamente. Pero por la mañana afirman que nunca sueñan. Lo que están diciendo es absolutamente falso, aunque no se den cuenta. En realidad, no se acuerdan de los sueños. También ocurre lo contrario: te acuerdas de sueños que nunca has soñado. Esto también es falso.
Los sueños no son falsos, tienen su propia realidad. Pero los sueños pueden ser tanto reales como irreales. Los sueños reales son los que se han soñado realmente. El problema es que cuando te despiertas no puedes contar tu sueño con precisión. Por ese motivo, en la antigüedad eran muy respetadas las personas que podían contar sus sueños con claridad y precisión. Es muy, muy difícil relatar un sueño correctamente. La secuencia del sueño es una cosa mientras lo estás soñando, y lo contrario cuando lo recuerdas. Es como una película. Cuando estás viendo una película la historia se desarrolla desde el comienzo del carrete. De una forma parecida, el carrete de película del sueño se enrolla en un sentido durante el sueño y empieza a desenrollarse en el sentido contrario cuando estás despierto, por eso recordamos la última parte del sueño y vamos recordándolo hacia atrás. Lo que soñamos primero se convierte en lo último que recordamos. Es como si una persona intentara leer un libro comenzando por el final; las palabras al revés solo provocarían un gran caos. Por lo tanto, recordar un sueño y hacer una buena exposición es un arte. Generalmente, cuando recordamos un sueño agregamos hechos que nunca hemos soñado. Ponemos una buena porción del sueño actual y después añadimos el resto.
Los sueños son sucesos del cuarto cuerpo, y el cuarto cuerpo tiene un gran potencial. Todos los poderes que se mencionan en el yoga se consiguen en este cuerpo. El yoga ha estado advirtiendo sin cesar al meditador que no debe inmiscuirse con estos poderes. El mayor peligro es el de ir por el camino equivocado. Aunque entres en un estado psíquico esto no tendrá ningún valor espiritual.