Error evolutivo - Religión
Una jornada no es suficiente para purificarse. Es toda una mentira, un error evolutivo. Lo importante es la forma en que vives durante los siete días.
OMRAAM MIKHAEL
LA CREACIÓN LA IGLESIA DE DIOS
Todos los días son sagrados, todos los días son divinos.
Cada religión tiene un día particular reservado al culto, que no es el mismo para todas: para los cristianos, es el domingo, para los judíos, el sábado, para los musulmanes, el viernes… En realidad, ¿qué diferencia hay entre todos estos días?
Ninguna. Todos los días son sagrados, todos los días son divinos. Está el viernes para hacer el bien, está el sábado para hacer el bien, está el domingo para hacer el bien. En el aquí y en el ahora todos los días deben ser santos.
Si no, ¿a qué se va a parecer esto? ¿Se pueden infringir todas las leyes durante seis días y el séptimo ir a la iglesia para borrar los crímenes cometidos durante los otros seis? No, una jornada no es suficiente para purificarse. Para esto se necesita toda la semana. Pensar en Dios solamente una jornada, mientras que los demás días no se ha pensado en El ni una sola vez porque se estaba ocupado en trapichear, en pelear, en dormir con mujeres, ¡es grotesco! Es una mentira, una hipocresía. Lo importante es la forma en que se ha vivido durante los otros seis días.
En la espiritualidad, algunas horas, una jornada para meditar, para estar en la iglesia, parecerá muy poco. Debemos estar en la iglesia de Dios cada día, y durante toda la jornada, porque la iglesia de Dios, es toda la creación.
Naturalmente, no se puede pedir demasiado a algunas personas que aún son groseras y ásperas. Para algunos, una jornada, ¡ya es demasiado! Pero en la espiritualidad, se querrá ser místico durante los siete días, ser puro los siete días, tener buenos pensamientos los siete días, meditar los siete días… toda la vida.
¿Dónde está esta iglesia? Puede estar en el exterior, en toda la naturaleza, pero está sobre todo en el interior, en vosotros.
DE ORUGA A MARIPOSA
El proceso de evolución.
La metamorfosis de la oruga en mariposa es un proceso cuyo equivalente podemos hallar en nuestra vida psíquica. Durante todo un período de su existencia (¡y este período puede durar siglos!) el ser humano es como la oruga que necesita comer hojas, es decir, satisfacer sus apetitos a expensas de los demás a los que ensucia y destroza. Pero un día se siente avergonzado de su conducta, y decide mejorar; entonces empieza a entrar en sí mismo, ora, medita, preparando una crisálida para proteger su trabajo interior. Hasta que un día, de esta crisálida sale una mariposa que se eleva en el aire.
Ustedes dirán: Pero ¿cuál es esa crisálida que debemos preparar? Es el aura. El discípulo que toma conciencia del poder del aura, que trabaja en su aura, deja de comer a los seres; como lo hace la mariposa que deja de comer hojas y vuela ligera de flor en flor para alimentarse de su néctar. La diferencia entre el ser humano ordinario y el Iniciado puede resumirse en dos palabras: la forma de alimentarse.
SOBRE LA EVOLUCIÓN
La evolución ocurre cuando las condiciones son favorables.
La historia humana es una sucesión de cambios. Nada permanece estático, pues la vida está en perpetuo movimiento. Nos gustaría creer que este movimiento siempre representa progreso, y se mueve en la dirección de la evolución. Pero, desafortunadamente, no podemos evitar observar que a veces hay regresiones.
Pero ya sea evolución o regresión, nada se mantiene igual; generaciones de seres humanos se suceden, e incluso si en algunos países los cambios ocurren más lento que en otros, o se mueven en la dirección equivocada, cuando las condiciones se ofrecen, nadie puede evitar que los eventos tomen un giro favorable. Esas condiciones son las corrientes emitidas por espíritus luminosos del mundo invisible, y los seres humanos que están listos para capturar esas corrientes, se vuelven sus conductores. Y cuando el momento llegue, los cambios serán aceptados por la sociedad completa.
DINOSAURIOS Y AVES
De dinosaurios a aves – una analogía con la evolución de los seres humanos.
Los dinosaurios fueron reptiles de cuatro patas que vivieron en la tierra hace millones de años, y ahora sabemos que las aves son producto de su evolución. A través del tiempo, y mediante transformaciones sucesivas, las patas frontales de esos reptiles se volvieron alas. Sí, tan increíble como pueda sonar, los dinosaurios son los ancestros de las aves. ¿Cómo interpretar esta evolución? Quizás entres esos reptiles había algunos más osados, más emprendedores, más curiosos y querían liberarse, dejar el suelo. Algunos les siguieron, mientras que otros, perezosos y tozudos, siguieron arrastrándose. Tomen esta interpretación como quieran.
Ahora trasladen este fenómeno al mundo de los humanos. En el curso de la historia, siempre han existido aquellos audaces que querían abrir nuevos caminos, explorar nuevas tierras. Algunos les siguieron, otros se negaron a mover, pero es gracias a los audaces que la humanidad progresa. Así que depende de cada uno de nosotros decidir si queremos continuar arrastrándonos por el suelo, o si queremos hacer un esfuerzo, y elevarnos por el aire, como un ave, y ser libres.