La iluminación espiritual

Disidencia consciente para vivir la vida

POR: EMILIO CARRILLO

Imagen; Disidencia consciente para vivir la vida; Emilio Carrillo

DISIDENCIA CONSCIENTE

Consciencia y disidencia: Re-evolución.

Para avanzar hacia ella, la clave es la consciencia, que integra tres capacidades:

Hacia el interior, la de conocerse a uno mismo, tanto nuestra apariencia pasajera –física, emocional y mental- como la Esencia imperecedera –nuestro auténtico ser-.

Hacia el exterior, la de conocer la realidad que nos rodea en sus diversas manifestaciones e implicaciones.

Y ambas han de desplegarse en equilibrio, lo que cristaliza en una tercera y sobresaliente capacidad: la de interactuar con el mundo -del que sabremos sus avatares y trasfondos- sacando lo mejor de nosotros mismos -gracias al reconocimiento de lo que realmente somos-.

Por tanto, para que la consciencia sea tal, hay que trascender cualquier dualidad y unificar lo interior y lo exterior: que la introspección sea acción; y que la acción resplandezca desde la introspección. Y es curioso constatar cuántas personas, que se dicen conscientes, andan cojas por la vida al centrarse monotemáticamente solo en una de las dos primeras capacidades aludidas. Así:

- Están, por un lado, las que se interesan exclusivamente por el conocimiento de lo exterior, pero, al carecer de la visión interior, derrapan en la ficción de ansiar cambiar lo exterior desde lo exterior (nos detendremos en ello de inmediato a propósito de las revoluciones).

- Y, por otro, las que, influidas por la New Age y el psiquismo, buscan evadirse de lo que ocurre a su alrededor y de las cuestiones terrenales, demasiado menores y de baja estofa, alegan, como para merecer la consideración de los que ya han logrado altos niveles de espiritualidad. Menuda sandez: harían bien en recodar la vida y la obra de los Maestros de todas las épocas y culturas y comprobar hasta qué punto, incluso a costa de dar la propia vida, llegó su compromiso social, su actuar en y sobre el mundo y su aplicación del célebre principio hermético de como es arriba es abajo, y viceversa.

Todos esos Maestros fueron rotundos ejemplos de cómo conjugar en armonía las tres capacidades citadas y ejercitar la genuina consciencia. De la cual, atendiendo a los acontecimientos distópicos actuales, brota y florece la disidencia.

Sí, aunque a más de uno le pueda sorprender o, incluso, desagradar, el hondo conocimiento de uno mismo y de la realidad que nos rodea impulsa una interacción, desde el interior con el exterior, fundamentada en la disidencia consciente ante lo que sucede y ante lo que se avecina. Y no es una invitación a la revolución, sino, como se examinará después, a la re-evolución. De esto precisamente se trata en el aquí-ahora que vivimos.

EL VALOR DE LA DISIDENCIA

La disidencia consciente es, a la par, una acción y un estado.

Por esto, la disidencia consciente nada tiene ver con la revolución, con la manida, repetida y baldía disidencia dirigida a confrontar o luchar contra lo viejo; a combatir y pelear contra este sistema que ya no da más de sí, agotado, exhausto, anquilosado, colapsado, sin otros efectos y resultados posibles que más dolor y sufrimiento para la humanidad y el conjunto de los reinos y especies que conviven en la Madre Tierra.

Tampoco con la que se enreda en diatribas políticas –ismos, pugnas ideológicas, partidos, alternativas programáticas...- e ilusamente persigue reformar o rehabilitar una casa que es una ruina y se derrumba irreversiblemente, causando con su caída tanto daño en su entorno. ¿No estás harto ya de perder el tiempo y las fuerzas en menesteres tan estériles y frustrantes?

A lo que aquí nos referimos es a una disidencia válida para avanzar por derroteros más fructíferos y que sirva, acudiendo de nuevo al Diccionario de la Academia de la Lengua, tanto para disentir, no ajustándonos al parecer y sentir que nos pretenden imponer, como para disidir, separándonos de la común doctrina, creencia o conducta, esto es, del uniformismo en el estilo de vida, de la robotización del pensamiento y del vaciamiento espiritual.

Una disidencia así no se enfoca contra nadie ni contra nada.

Conlleva, desde luego, no ya un distanciamiento, sino una íntegra desconexión de todo aquello que ha derivado en tanta deshumanización y desnaturalización. Pero sin entrar en conflictos ni enfrentamientos con ello. Simplemente, se deja que lo caduco prosiga su auto-derrumbamiento; y se buscan y generan espacios, vías, experiencias y pautas vitales que contribuyan a construir lo nuevo. Esta es nuestra única y gran responsabilidad.

Por tanto, la disidencia consciente es, a la par, una acción y un estado: claro que se manifiesta en actos, como se verá de inmediato, Pues por sus obras los conoceréis Evangelio de Mateo, 7, 20; mas se configura especialmente como un modo de vida interior, una visión exterior y un firme compromiso con ambos, asumiendo las consecuencias -físicas, materiales y espirituales- de tan íntima elección.

CARACTERÍSTICAS DE LA DISIDENCIA

Características básicas de la disidencia consciente.

Por todo lo enunciado, la disidencia consciente ha de ser radical, pacífica, compasiva, creativa, activa, valiente y tierna. Y todo a la vez: al unísono estas siete características básicas, que se exponen a continuación no por orden de prioridad o jerarquía, sino hiladas para su mejor comprensión:

RADICAL

En el sentido estricto de la palabra, esto es, que vaya a la raíz, a los fundamentos; que sea total, rotunda y real.

Radical para desconectar cabalmente de los paradigmas, hábitos y mensajes con los que hemos permanecido encadenados al egoísmo, el egotismo, el egocentrismo, el narcisismo, el materialismo, el economicismo, el consumismo, la distracción superficial, el entretenimiento lelo, la frívola ansía de sentirse bien, el ensimismamiento, el ensalzamiento de lo trivial, el especismo, el alejamiento de la vida y de la naturaleza...

Y radical para ir más allá de la apariencia efímera y perecedera –nuestro pequeño yo físico, emocional y mental y la personalidad a él asociada- y recordar y plasmar en la vida diaria nuestra Esencia divina y eterna y todos los inefables atributos y cualidades que la determinan.

PACIFICA

La violencia, el ojo por ojo y el suponer que el fin justifica los medios son consustanciales a los falaces sistemas de creencias que, en su vesania, impuso lo viejo.

Decimos adiós a la resignación y a la impotencia y asumimos el mando consciente de nuestras vidas. Pero, en paralelo, se acabó la cólera y la rabia, cesó el rencor y la animadversión. En nuestro corazón y en nuestra vida ya no hay sitio para guerras, batallas y contiendas del tipo que sean.

Con entusiasmo, bajamos la espada. Y antes de envainarla definitivamente, damos el último tajo: el que sirve para romper las amarras que nos mantenían atados a un mundo que se está auto-destruyendo. Así, apacible y mansamente, iniciamos la travesía por el Océano de la Consciencia que nos guiará a una Nueva Tierra.

COMPASIVA

Para que desde nuestro ser más íntimo y certero irradie pura conmiseración e infinita alegría, sin atisbo de hostilidad, juicio o resentimiento. Y un amor que todo lo abarque, que todo lo llene e ilumine, a cada ser sintiente, a cada forma de vida...

Hagamos de la Compasión nuestra exclusiva bandera; y del Amor benevolente y magnánimo, hacia todo y hacia todos, nuestro himno: paciente, servicial, sin alardes, sin interés propio, que no tiene en cuenta el mal recibido, que todo lo disculpa, que todo lo soporta, que se regocija con la verdad y la busca con perseverancia. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; llegará el día que veremos cara a cara.

CREATIVA

Que nuestra energía, al completo, se ponga al servicio de lo nuevo, de su creación, de su construcción...

Lo que conlleva que nuestras propias vidas -comportamientos, acciones, palabras, emociones, pensamientos...- se transformen y sean en sí mismas la semilla de esa nueva humanidad que anhela nuestro corazón y late en nuestra alma. Ahondaremos en esto inmediatamente.

ACTIVA

Es necesario expandir el discernimiento y comprender que el hecho de que todo tenga su porqué y para qué, con la honda aceptación y paz que implica, ni justifica a los que causan sufrimiento ni conduce a la inacción -a cruzarse de brazos-, sino a la acción.

Ahora bien, no a la que surge del pequeño yo antes citado, sino otra muy distinta: una Acción Consciente –y, por lo expuesto, radical, pacífica, compasiva y creativa- que se despliega en el aquí-ahora desde el equilibrio entre la quietud y el movimiento; y entre el silencio interno y la repercusión externa.

Nos liberamos de los juicios y brilla el discernimiento que nos impulsa a lo que Gautama Buda llamó la Acción Correcta.

VALIENTE

Para tener sed de Justicia y trabajar por la Paz sin temor a ser injuriados, calumniados o perseguidos; y asumiendo, como antes se expresó, las consecuencias físicas, materiales y espirituales que esto implique.

Quizás, ante el avance imparable de estado policial-digital que se avecina, haya que volver en algún momento, metafóricamente expresado, a las catacumbas de los primeros cristianos, poniendo en valor su legado de disidencia con ejemplaridad de vida y sin violencia, a pasar de la mucha que se desplegó contra ellos. Tampoco debemos preocuparnos ante una tesitura así. Llevamos muchas encarnaciones preparándonos para esta época y sabremos a estar a la altura.

TIERNA

La ternura es la llave de la disidencia consciente con la que estamos comprometidos desde nuestro ser verdadero.

Dulzura, para vivir sin las barreras emocionales del poder y la obediencia, en todas sus escalas, también la familiar y doméstica.

Calidez, para que en nuestro nuevo sendero no existan las irracionalidades que nos llevaron a confundir valor y precio e invisibilidad a la auténtica naturaleza de las cosas.

Sensibilidad, para, en lugar de competir, dominar y controlar, sentir con el otro lo que provee acompañamiento.

Delicadeza, para, en vez de exigir atención e imponer nuestros criterios, escuchar de corazón lo que construye el diálogo, el enriquecimiento mutuo y los puntos de encuentros.

Inocencia consciente, para tender la mano amorosamente a ese otro que fui, soy o seré.

NACER DE NUEVO

Morir a una forma de vida para nacer a otra distinta, situarte en el centro del huracán y sacar lo mejor de ti mismo.

En definitiva, la disidencia consciente lleva a cada uno a morir a una forma de vida: la que se está desmoronando, basada en el pequeño yo, con todo lo que conlleva. Y a nacer a otra distinta: la que nos corresponde crear, de instante en instante, desde la práctica cotidiana de lo que realmente Somos. Esta es la única y verdadera re-evolución.

Se trata del Nacer de Nuevo, la Resurrección en Vida, al que nos invitó y convocó Cristo Jesús: la semilla que a cada cual corresponde poner para recoger, entre todos los que la siembren, la cosecha de la nueva humanidad a la que se viene haciendo mención.

Vivimos en un huracán de magnitud aceleradamente creciente, que se manifiesta es una concatenación de circunstancias distópicas: las que ya conjugamos como pasado, aunque las secuelas de algunas sigan presentes; las que hoy experimentamos; y las que vendrán, que serán más bruscas y densas. Debemos ser conscientes al respecto y, sin miedos, recordar que todo tiene su sentido profundo, también las noches oscuras, en clave de la evolución en consciencia de cada persona y de la humanidad. Y no intentar huir de tamaño huracán: primero, porque no es posible, pues su envergadura es global y azota al planeta de punta a punta; y segundo y más trascendente, porque lo que corresponde en consciencia no es salir corriendo, sino situarse en el centro del huracán –donde no hay viento, la temperatura es cálida y los cielos están despejados- y, desde ahí, sacar lo mejor de nosotros mismos para ponerlo al servicio propio y de los demás.

¿Cómo hacerlo exactamente? ¿Qué hacer, en concreto, para Nacer de Nuevo? ¿De qué modo podemos adentrarnos en esa vida distinta? ¿Cómo posicionarnos en el justo centro del huracán y sacar lo mejor de nosotros mismos?

La respuesta a estas preguntas nada tiene ver con la teoría y el conocimiento puramente intelectual, si en eso se queda. Ni con rituales, ceremonias, invocaciones, visualizaciones, ingestión de sustancias, sublimaciones etérico-energéticas y emocionales... Ni con el amplio muestrario de técnicas que nos ofrece el supermercado espiritual y de las que vamos picando para sentirnos bien o por mero entretenimiento... No. Nada de esto. Lo que se precisa es mucho más sencillo y directo, aunque exige un verdadero compromiso con nosotros mismos, con los demás y con la vida en su globalidad y unicidad: se trata de un ejercicio consciente en el gimnasio de la vida para que las cualidades y atributos de nuestro auténtico ser se plasmen fehacientemente en cada instante de nuestro día en este plano físico. Es lo que antiguas tradiciones denominaron forjar El Cielo en la Tierra.

EJEMPLOS DE DISIDENCIA

Más específicamente, por si a alguien todavía le costara entenderlo, valgan estos ejemplos de muestra, veinte en total, dirigidos a hacer realidad esa nueva forma de vida y con indicación del papel de la disidencia consciente en cada uno de ellos:

VIVIR SENCILLO

Disidencia en tu estilo y ritmo de vida a lo largo de cada jornada.

¿Persiste el culto a la velocidad y el ajetreo incesante?; ¿te mantienes en la vorágine de una sociedad des nortada, que siempre va corriendo, sin tener nunca tiempo suficiente para nada, aunque no tenga ni idea a dónde va?; ¿llenas tu mente con televisión basura, informativos que no informan y programas centrados en las vilezas humanas?: La disidencia consciente significa una vida sencilla que se aparta de tanta locura y en la que se introducen pausas y espacios de silencio, respiración consciente, introspección, encuentro interior, lectura pausada de textos con cierta profundidad e indagación serena e inteligente en la verdad que hay tras los hechos que suceden.

VIVIR EL PRESENTE

Disidencia a lo largo del tiempo y en el día a día.

¿Conservas la inercia de vivir entre el pasado y el futuro, raramente en el momento presente?; ¿te auto-engañas con la excusa del mañana (ya lo haré mañana..., cuándo en mi vida pase esto o lo otro, cuándo en el mundo suceda esto o aquello...) porque tienes miedo a afrontar ahora lo que tu sentir te están indicando claramente? La disidencia consciente te llama a dejar de ser una máquina del tiempo (con tu mente siempre del pasado al futuro, y viceversa); a vivir en el aquí-ahora (como enseña la película El guerrero pacífico: ¿Dónde estás?: aquí. ¿Qué hora es?: ahora. ¿Qué eres?: este momento); a abandonar la droga del mañana a la que eras adicto para no hacer, ni ahora ni nunca, lo que tu corazón te indica; y a hacer tu vida cada vez más coherente con lo que íntimamente sientes y eres.

VIVIR CON AUSTERIDAD

Disidencia en tus hábitos de acumulación y en tu visión del dinero.

¿Sigues anclado en el acaparar, poseer, retener, atesorar, y consumir ciegamente, con el dinero como factor de impulso de tu vida, incluso a costa de las desgracias ajenas?: La disidencia consciente supone desintoxicarte del dinero, escapar de su abducción. En esta sociedad se necesita el dinero para sobrevivir, efectivamente. Pero que no se convierta en el eje de tu vida; dale solo el justo espacio, que no es mucho, que merece. Sé austero, no codicies, comparte lo que tienes, no confundas valor y precio y date cuenta de que necesitas poco y lo poco que necesitas lo necesitas poco.

VIVIR SIN CONSUMISMO

Disidencia en tu rutina de consumo.

¿Compras artículos que no necesitas; productos y servicios para resaltar tu estética y tu imagen; modas absurdas para enriquecer a fabricantes a costa del trabajo esclavo de niños y adultos?: La disidencia consciente representa abandonar el consumismo ciego y narcisista; desvincularte de comprar más y más cosas en oferta; vivir cada momento con la plenitud de ti mismo, apreciando los objetos y los sujetos tal como son; y dejando de contaminar el planeta.

VIVIR CON SALUD

Disidencia con relación a tu salud.

¿Permaneces anclado en el sedentarismo y la agresión a tu cuerpo, esperando, cuando enfermas, un salvador externo, un médico, un medicamento, una vacuna, un estimulante, enriqueciendo a farmacéuticas sin escrúpulos que han hecho de la enfermedad, que no de la salud, su negocio?: La disidencia consciente es llevar una vida saludable, hacer ejercicio diariamente, aplicar terapias naturales y homeopáticas y asumir tu propia responsabilidad para con tu salud y el fortalecimiento de tu sistema inmunológico.

VIVIR CON ALIMENTACIÓN AMOROSA

Disidencia con tu alimentación.

¿Continúas ingiriendo carne de animales salvajemente explotados y asesinados?: La disidencia consciente implica que dejes de comer carne y de dañar a otros seres vivos; y te comprometas a nutrirte desde el respeto a todos los seres sintientes que tienen la misma capacidad que tú de sentir placer y dolor.

VIVIR CON CALMA

Disidencia con tu mundo emocional.

¿Sigues inmerso en turbulencias y perturbaciones que nublan tu mirada y te impiden ver otra realidad que la ficción provocada por ellas mismas?: La disidencia consciente consiste en que calmes tus emociones, las sosiegas y armonices, comprendiendo que era tu identificación con el pequeño yo lo que te desequilibraba: su incapacidad para ver que la vida no concluye con el fallecimiento físico (volveremos a esto más adelante); su absurda manía de que las cosas sean lo que yo quiero, como yo quiero, cuando yo quiero, donde yo quiero...; etcétera.

VIVIR CON LA MENTE EDUCADA

Disidencia con tu ámbito mental.

¿Continúa fuera de control, con múltiples alteraciones y vaivenes, en un sin cesar de pensamientos que ni siquiera son tuyos, cual la loca de la casa descrita por Teresa de Jesús?: La disidencia consciente es educar a tu mente y ponerla a tu servicio a través del desarrollo del sentido común, la atención, la concentración, la contemplación y la meditación.

VIVIR CON DISCERNIMIENTO

Disidencia con tu mente abstracta.

El nivel del plano mental preparado para indagar en lo trascendente, ¿lo tienes olvidado, como si no existiera, sin traer a tu vida cotidiana nada que vaya más allá del sota, caballo y rey de la apariencia y de lo material?: La disidencia consciente supone abrir las puertas al discernimiento, a la verdadera sabiduría, expandiendo la mente abstracta por medio de su uso frecuente y cotidiano, sustituyendo tus hábitos de distracción y entretenimiento alienantes por otros de reflexión, práctica y estudio de temas centrados en las ciencias, las artes, la filosofía y, muy especialmente, la consciencia y la espiritualidad.

VIVIR CON UNA SONRISA

Disidencia con la sonrisa y la vitalidad.

¿Piensas que esto es un valle de lágrimas y te pasas el día con el ceño fruncido, pesaroso, enfadado, huraño, cansado...? La disidencia consciente enseña que la risa es algo muy serio y te llena de energía vital y alegría de vivir, percibiendo que la Vida es el Milagro y que este planeta es un Paraíso del que el ser humano no ha sido expulsado, sino al que él mismo renuncia desde su egoísmo e inconsciencia.

VIVIR DESPROGRAMADO

Disidencia con tus acciones.

¿Son meras reacciones provocadas por los programas informáticos y sistemas de creencias que han metido en tu cabeza?: La disidencia consciente significa desconectar los automatismos que te han implantado (la sociedad, los medios de comunicación, una educación que no es tal, la familia...) y asegurarte de que las acciones que acometes son realmente tuyas (sopesadas, sentidas...), tomándote el tiempo preciso de disquisición y ponderación antes de actuar.

VIVIR BIEN RELACIONADO

Disidencia con tus relaciones con los demás.

¿Se basan en la competencia, el juicio, la crítica, el chismorreo, la mentira, el intento de dominio y control y la imposición de tu manera de ver las cosas?: La disidencia consciente efectúa un giro completo al respecto para interactuar desde la cooperación, la solidaridad, el respeto, la compresión, la tolerancia, la empatía, la veracidad y el servicio. Una nueva manera de relacionarnos que se forja en el día a día de tu cotidianeidad. Y que te puede llevar, quizás, a la decisión de vivir en comunidades conscientes (eco-aldeas y experiencias similares auto gestionadas y autosuficientes), que procuran vivir conforme a los principios de la nueva humanidad, siendo, así, semillas activas de esta. Pero también puede plasmarse en grupos y redes de personas que, sin convivir en un mismo espacio, incluso viviendo a distancia en el marco de las grandes ciudades, establecen entre si lazos fraternales de comunicación, colaboración y acción consciente.

VIVIR CON TUS DONES Y TALENTOS

Disidencia con tus dones y talentos, tus capacidades, cualidades, habilidades y facultades innatas.

¿No te has percatado aún de la importancia de los mismos en tu vida, lo que hace que no pongas en práctica los que posees (todos los tenemos, cada uno los suyos, aunque los hayas olvidado)? La disidencia consciente recupera el valor de los dones y talentos; te anima a que descubras los que tienes; y te impulsa para que los ejercites y los compartas (uno de los efectos de esto puede ser la implementación de proyectos emprendedores conscientes asociados a esos dones).

VIVIR PARA EDUCAR

Ligado a lo anterior, tu labor educadora (verbigracia, en cuanto a los hijos).

¿Confundes la educación con una formación que termina siendo mero formateo e imposición de los aludidos sistemas de creencias y programas informáticos-? La disidencia consciente te llama a que recuerdes que la educación, si lo es, consiste en colaborar con el otro (el niño, el adolescente, el joven...) para que se percate de sus dones y talentos y los practique, coadyuvando así, por ejemplo, a que tu hijo no sea lo que tú (tu ego) quieres que sea, sino lo que realmente es.

VIVIR CON BUENA ACTITUD

Disidencia con tu actitud antes las circunstancias cotidianas.

¿Estas obsesionado con lo que te pasa, crees en los problemas, te contrarían las dudas y rechazas las noches oscuras y los sapos que aparecen en tu vida y en la de los demás? La disidencia consciente le da la vuela a todo ello como a un calcetín, porque: lo importante no es el qué, lo que pasa o deja de pasar, sino el cómo se vive el qué, lo que depende enteramente de ti; los problemas no existen, pues en verdad son experiencias-oportunidades que surgen para facilitar tu crecimiento personal; las dudas son un regalo de la vida y no deberían paralizarte, sino servirte para buscar, indagar, profundizar...; las noches oscuras, como Juan de la Cruz mostró en su famoso poema, son factores de impulso para que te desarrolles en consciencia y evoluciones espiritualmente: y esos sapos, si en vez de rehusarlos, te acercas y los abrazas, verás, cual moraleja de los cuentos infantiles, que son un regalo, una bendición.

VIVIR CON COMPASIÓN

Disidencia con tu círculo de compasión.

¿Se limita a tus seres queridos, amigos, familiares, diversiones, aficiones y devociones, ese mini-escenario en el que te sientes cómodo y que aplaude tus ocurrencias y gracias?: La disidencia consciente te aporta el entendimiento de que la compasión o es universal o es otra cosa. Amplia tu compasión: A toda la humanidad, sin fronteras de ningún tipo, actuando lo más integralmente posible, que no caritativamente, ante la pobreza y ante todo tipo de marginación y exclusión. Y a la Madre Tierra y a todas las formas de vida, superando el ridículo espejismo, derivado de creerte, como humano, superior, y desplegando una amorosa Reverencia por la Vida en todas sus manifestaciones.

VIVIR CON ESPERANZA

Disidencia con tu esperanza.

¿Se limita a desear que las cosas vuelvan a ser como eran? La disidencia consciente clama que, por favor, no: más de lo mismo, no: una humanidad sufriente, deshumanizada, separada de los demás seres vivos, la Naturaleza y el planeta... ¿No hemos tenido bastante? Lejos de esto, moviliza tu Esperanza hacia una nueva humanidad, de la que cada uno nos convertimos activamente en factor de arranque con nuestra ejemplaridad de vida en cada instante.

VIVIR EN PRO DE LA DIGNIDAD

Disidencia ante el sufrimiento, las injusticias, los engaños, los abusos, los ataques a la dignidad humana, el recorte de libertades, la creciente contaminación electromagnética, el avance del estado policial-digital y la censura, la vulneración de la intimidad por parte de gobiernos y corporaciones multinacionales...,

¿Te desentiendes desde el mirar para otro lado (no hay que exagerar, tampoco tiene tanta importancia, mis intereses son otros...), el sálvese quién pueda y pensando solo en tu seguridad, tu comodidad, tu hábitat de confort, que ya tienes bastante con lo tuyo, o, lo que es todavía más grave, en la fantasía insensata de que la espiritualidad nada tiene ver con eso?: La disidencia consciente conlleva tu nítido compromiso en pro de la defensa y garantía de la dignidad humana en toda sus expresiones, coadyuvando a paliar -por caminos ajenos a la política y su dinámica y por novedosos senderos que incluyen la desobediencia civil pacífica- tantos abusos, extralimitaciones, desigualdades, arbitrariedades y atropellos individuales y colectivos, aunque esto pueda representar poner en riesgo algo –o mucho- de ti mismo.

VIVIR CON SENTIDO

Disidencia sobre la vida y su sentido.

¿Sigues buscando el sentido de tu vida? La disidencia consciente te limpia la mirada y te permite darte cuenta de que solo encontrarás el sentido de tu vida cuando halles, en ti y en todo, el sentido de la Vida y el orden natural que a toda la existencia aporta Aquello que no tiene origen y es origen de todo lo originado -la Creación, el universo y la existencia-.

VIVIR ENTENDIENDO A LA MUERTE

Disidencia con tu visión de la muerte.

¿Le tienes miedo y la ves como el fin de la vida y como algo trágico, casual e injusto? La disidencia consciente muestra que la muerte no existe, que es un imposible, un fantasma de la imaginación humana. La vida es un continuo. De la habitación de la vida en el plano físico pasamos, a través de ese corredor que es el tránsito, a la habitación de la vida en el plano de luz, donde recogemos la cosecha de lo que en la anterior encarnación hayamos sembrado para, posteriormente, sin un tiempo determinado, volver a encarnar.

Nadie viene a este plano físico para quedarse. Y nadie lo abandona sino exactamente cuándo corresponde, ni antes ni después, en función de las experiencias que decidió desplegar. Por tanto, se acabó el miedo a la muerte que provoca el miedo a la vida y la desconfianza hacia esta, viéndola como una francotiradora que en cualquier momento te da el susto. Y terminó esa obtusa pretensión de que, para evitar mi sufrimiento, las almas encarnadas en mis seres queridos no deben irse de este mundo antes que la mía. ¡Cómo es posible tanto ego!

APRENDIZAJE

Plantéate con seriedad y rigurosidad estas y otras cuestiones similares. Y, ante ellas, procura observarte sin auto-engaños. Sabrás, así, dónde estás y lo que eres, como quien se mira en un espejo. Y no para que te culpabilices, sino para que, a partir de lo que veas, impulses con voluntad y decisión el proceso de auto-transformación preciso para convertirte en semilla de la nueva humanidad que deseas. Es la hora del verdadero compromiso, de la impecabilidad, de la ejemplaridad y de la autenticidad. Es el momento.

Las pruebas puede parecer duras; y más que lo serán. Pero nuestra victoria es segura. Así lo anunciaron desde la noche de los tiempos los Maestros que han jalonado la historia. Y no porque fueran adivinos, sino porque tenían y poseen la Sabiduría del devenir de los ciclos y de la fuerza imparable de la Consciencia.

La disidencia amorosa es el amor que todo lo abarque, que todo lo llene e ilumine, a cada ser sintiente, a cada forma de vida.

Emilio Carrillo


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