La iluminación espiritual

Dejar que la conciencia se ocupe de los apegos

CONCIENCIA Y APEGOS

Deja que la conciencia se ocupe del apego.

Es aquí donde tú estás. Esto es lo que está percibiendo incluyendo los pensamientos, sentimientos, sensaciones, el tiempo, los sueños, las intenciones, los apegos, los deseos, los miedos, las esperanzas, todo esto está apareciendo delante de ti. Está apareciendo en tu presencia.

¿Quién eres tú? ¿Puedes presentar una muestra de ti?

Le damos mucha importancia a nuestras propias construcciones, proyecciones, apegos, deseos. Y todo esto trae mucho ruido dentro de nuestro Ser. Pero aunque todo el ruido de todo el mundo entrara en tu Ser, lo que tú eres está más allá de esto. A un nivel absoluto la mente no está siendo un impedimento a nada si tienes verdadera comprensión.

Están conscientes de todas las funciones que ocurren a través de este cuerpo. Están conscientes del tiempo, de las relaciones pero no establecen apegos psicológicos que les atrapen a ello. Se dan cuenta de cómo el condicionamiento juega a través de su cuerpo pero no le dan tanta atención a eso.

Cosas aparecen y flotan delante con las que ha habido apego. Y cuando es visto que todas esas cosas no son permanentes hay un dolor que emerge. Hay un tipo de tristeza que aparece. Pero esa aparente tristeza que aparece también está siendo vista. Y también está pasando. ¿Quieres parar aquí? Porque si continuo mirando todo el mundo viene y va. ¿Qué es lo que se queda?

Lo que tiene miedo es la mente condicionada. Hay miedo porque se ha cultivado una idea a la que hay mucho afecto y apego a la idea de ti misma. Y no digo esto para que tengas sentido de culpa. Es parte de la manifestación que esto ocurra.

Pero existe un cierto apego al estado de vigilia. Apego a la identidad, al funcionamiento de la mente, a la auto-imagen, a la idea que tenemos de quiénes somos. Y esto es firme. Hemos invertido un montón de energía en proteger esta identidad. Casi todo lo que escuchas es vertido dentro de esta identidad porque está siendo filtrado a través de la mente condicionada. Se escucha como si fuéramos la mente y ahí es donde comienzan los problemas.

Disfruta de no tener apegos ni adicciones. Tu estado natural. No necesita ser equilibrado. Tampoco necesita ser sanado porque ahí nada va mal. Las nubes pasan flotando en la extensión vacía del cielo. El cielo no se queja.

El estado natural. Las actividades cotidianas continúan pero por dentro estás libre de los apegos. La mente se encuentra en total soledad. El aroma que se desprende de este estado es de total paz. No hay ningún individuo para decidir cuál soy yo.

No es natural ver solamente cosas buenas. Es natural ver lo bueno y lo malo pero no estás sobrecogido por ninguno de los dos. Ya que el puro estado de la conciencia es un desapego sereno. No indiferencia o descuido sino desapego. Con desapego puedes funcionar en el mundo y la luz se va a derramar a partir de tu presencia. No puedes arreglar el mundo mientras te encuentras luchando dentro de él.

La vida que aparece a partir del sabor Yo Soy esa es tu expresión dinámica en la existencia. Pero esta expresión siempre se está moviendo y es inestable. Y hay el atestiguar de este movimiento inestable. Cuando este atestiguar ocurre sin apego y sin identidad entonces hay pura paz. Es el gozo del Ser. Cuando aparece la identificación por la creencia en tu identidad comienza el sufrimiento y la desilusión.

ASUNTOS DE LA CONCIENCIA

¿Qué hacer? ¿Y quién lo va a hacer?

Sí, te estás dando cuenta de tus apegos, de tus miedos. Es la conciencia que se está ocupando de los asuntos a través de este cuerpo. Tus asuntos son los asuntos de la conciencia. Tú también eres un asunto de la conciencia. Lo puedes mirar desde este punto de vista.

Todos los caminos son un poco difíciles. Existe un camino sin camino. No es un camino que se mida en kilómetros. Es un camino de quietud.

Puedes empezar a tener un poco más de confianza y fe.

No de manera ciega. A veces sentimos que si no hago nada no va a ocurrir nada. Todo lo que tenga que ocurrir ocurrirá y no depende de ti ni de nadie. En realidad, esto no lo comprendemos. Normalmente creemos que las cosas ocurren porque las pensamos, coinciden con lo que pensamos. Pero incluso es la misma conciencia la que hace que esto parezca así. Está jugando todos los roles.

En realidad todo esto no hay que lograrlo forzando a la mente. Es la comprensión la que se hace viva dentro de ti. La conciencia se revela de manera dinámica. Y en otras ocasiones de manera suave y ligera.

CONCIENCIA DUAL

El puro estado de la conciencia es un desapego sereno.

Con respecto a la conciencia puedes aceptar el lado bueno de la conciencia pero es difícil aceptar el malo. Tal vez porque uno siente que la conciencia debiera ser buena.

Hay que entender que la conciencia no es un buen chico.

Es el campo de interrelación entre los opuestos. Si no existen estos opuestos no puede haber experiencia. Hablas de las cosas buenas pero nunca sabrías que son buenas si no hubiese cosas malas para compararlas. No pensemos en la conciencia como buena o mala sino como divina. Juego divino. El campo de las ilusiones. El campo de la dualidad. Y la dualidad no es un error. Es un instrumento necesario a través del cual la experiencia se despliega.

No es natural ver solamente cosas buenas. Es natural ver lo bueno y lo malo pero no estás sobrecogido por ninguno de los dos. Ya que el puro estado de la conciencia es un desapego sereno. No indiferencia o descuido sino desapego. Con desapego puedes funcionar en el mundo y la luz se va a derramar a partir de tu presencia. No puedes arreglar el mundo mientras te encuentras luchando dentro de él.

No le recuerdes al mundo que estás sufriendo. Recuérdale al mundo que es libre y feliz porque este es nuestro verdadero lugar. Y este mensaje no se escucha lo suficiente. Si alguien te recuerda cómo estás sufriendo no te está ayudando. Te tienen que recordar que eres libre.

Nadie puede comprender esta obra de teatro.

La conciencia va a expresar compasión para curar las alas rotas de una mosca y, al mismo tiempo, destruye toda una ciudad. Esto es bien loco pero tú estás más allá de esto. No cínicamente sino más allá como Ser. Se trata de saber de uno mismo. Conócete. Porque lo que surge del puro conocerse a sí mismo da luz al mundo.

Hay un dicho que dice: Si tengo un solo trozo de pan y te doy la mitad me quedo con solo medio pan. Si tengo diez euros y te doy cinco me quedan cinco. Pero en cambio si te doy toda mi sabiduría y todo mi amor igualmente tengo toda mi sabiduría y todo mi amor. Esto es inagotable. No eres material.

Ahora uno nota que la vida está aconteciendo por sí misma. Incluyendo este cuerpo. Incluyendo el proceso de pensamiento. Va pasando. Pero hay un sentimiento bien preciso de presencia, como el espacio consciente donde estos acontecimientos ocurren. A esta altura de las cosas el sentimiento de apego va disminuyendo. Aparece un sentimiento natural de paz. La fuerza y el agarre del condicionamiento está empezando a aflojar.

Gradualmente aun este observar pasivo deja de ser monitoreado. El sentimiento de presencia consciente está incubándose en sí mismo. Una fuerza tremenda y pura se encuentra ahí. Pura espaciosidad. Dicha. Sin preocupaciones, sin apegos.


Todas vuestras acciones, todos vuestros pensamientos, todas vuestras imaginaciones y apegos, todo es el juego de la conciencia.

Mooji