El mendigo del Támesis

Cuento zen con moraleja

¡Despierta! Si estás dispuesto a cambiar tus ilusiones por la realidad, cuando estés dispuesto a cambiar tus sueños por hechos, entonces encontrarás todo.

Imagen del cuento: El mendigo del Támesis

Cuento zen sobre la iluminación espiritual

¿Cómo es la iluminación espiritual?

Una vez alguien preguntó: ¿Cómo es el despertar?

Es como el vagabundo de Londres que se estaba acomodando para pasar la noche. A duras penas había conseguido un pedazo de pan para comer. Entonces llegó a un malecón, junto al río Támesis. Estaba lloviznando, y se envolvió en su viejo abrigo. Ya iba a dormirse cuando de repente se acercó un Rolls Royce manejado por un conductor.

Una hermosa joven descendió del automóvil y le dijo:

Mi pobre hombre, ¿va a pasar la noche en este malecón?

Sí - le contestó el vagabundo.

No lo permitiré - le dijo ella.

Usted se viene conmigo a mi casa y va a pasar la noche cómodamente y a tomar una buena cena.

La joven insistió en que subiera al automóvil. Bien, salieron de Londres, y llegaron a un lugar en donde ella tenía una gran mansión con amplios jardines. Los recibió el mayordomo, a quien la joven le dijo: Jaime, cerciórese de que a este hombre lo lleven a las habitaciones de los sirvientes y lo traten bien. Y Jaime obró como le dijo. La joven se había desvestido y estaba a punto de acostarse cuando recordó a su huésped. Entonces se puso algo encima y fue hasta las habitaciones de los sirvientes. Vio una rendija de luz en la habitación en la que acomodaron al vagabundo, llamó suavemente a la puerta, la abrió, y encontró al hombre despierto.

Ella le dijo:

¿Qué sucede, buen hombre, no le dieron una buena cena?

Nunca había comido tan bien en mi vida, contestó el vagabundo.

¿Está usted bien caliente?

Sí, la cama es hermosa y está tibia.

Tal vez usted necesita compañía - le dice ella- córrase un poquito.

Se le acercó, y él se corrió, y cayó directo al Támesis.

MORALEJA

¡Ja! ¡Esa no la esperaban! ¡Iluminación! ¡Iluminación! ¡Despierten! Cuando estén dispuestos a cambiar sus ilusiones por la realidad, cuando estén dispuestos a cambiar sus sueños por hechos, entonces encontrarán todo. Así es como finalmente la vida tiene sentido. La vida se vuelve hermosa.