Percepción del mundo
Cuentos vienen, cuentos van, unos enseñan, otros no, y quizás algunos pasen inadvertidos al ojo distraído, lo cierto es que debemos estar atentos al estudiar las enseñanzas con la debida seriedad. El siguiente cuento tiene como objetivo instruir la forma en que percibimos el mundo, pero ojo… muchos cuentos tienen su lado oscuro. Los invito a leer con ojo clínico, porque haremos un pequeño análisis para desentrañar la verdad.
Dice así: Un señor llegaba a las puertas de un pueblo en donde se encuentra con un anciano, al cual le pregunta ¿señor como es la gente en este pueblo?, el anciano responde ¿cómo era la gente del lugar que usted proviene?, el hombre responde ¡ah la gente en mi pueblo era malvada, perversa, injusta, egoísta, etc. etc.!, entonces el anciano le contesta ¡pues aquí la gente es exactamente igual!, el hombre sigue su camino, seguidamente arriba otro caminante al pueblo y también se encuentra con el anciano a quien hace la misma pregunta, de nuevo el anciano le responde ¿cómo era la gente en su pueblo?, este señor responde ¡ah la gente en mi pueblo era maravillosa, todos unidos, solidarios y respetuosos, muy amigables y amorosos!, a lo cual el anciano responde, ¡pues aquí la gente es igual!, un muchacho que estaba cerca y había escuchado ambas respuestas se acercó al anciano y le increpó: ¿cómo le dice a un hombre todo lo contrario que le dice al otro?, el anciano responde, nuestro entorno es tal cual nosotros lo vemos, todo es cuestión de percepción...
Reflexión: En el cuento nunca se hizo honor a la verdad. ¿Cómo es posible que el elocuente aciano disfrazara la realidad de su entorno? Sátira: En estos días un anciano que estaba a punto de morir de hambre me pregunto ¿Cómo estás? Respondí como es debido: Bien, gracias a Dios y ¿Tú?, Bien, igual que tú y se murió de hambre. Sigan mintiendo y desconociendo la realidad para ajustarse a la percepción de los demás… que así vamos a llegar muy lejos. Qué lujo de percepción, para que más.
Quien percibe un mundo plano es porque no puede ver la redondez de la tierra
Si… podemos decir que la historia es interesante, pero a vuelo de pájaro, queda claro y sin discusión que cada uno de nosotros tiene su propia percepción del mundo. Quizá muchos insinuaran que hay que respetar los puntos de vista de cada quien y de cada cual. Si señores, me refiero a respetar a esos que ven el mundo a su antojo causando destrucción a su paso. Pero hasta acá todo es romántico y utópico. Imagínese un planeta entero respetando la percepción de Adolfo Hitler, Saddam Hussein, Constantino, Al Capone, Osama Bin Laden… Recuerden: El infierno no lo hace el entorno sino sus habitantes.
Bajo esta perspectiva el mundo marcha como debieran, Jesús con otros Maestros debieron nacer y dedicarse a percibir el mundo tal como lo encontraron sin hacer nada por sus semejantes. Si Gandhi hubiera obedecido a este anómalo precepto, ¿Qué sería de la India?, o un caso más puntual, un padre que se dedica exclusivamente a la percepción personal olvidándose de la corrección de sus descendientes, ¿Qué sería de nuestro mundo con personas a la deriva? Las herramientas correctoras de la percepción que son orientadas por la verdad son necesarias, siendo sanas porque el receptor tiene la posibilidad de discernir tomando su propia decisión. En cambio, los que perciben el mundo con maldad tiene herramientas de violencia y miedo. La historia te da ejemplos patéticos como: Adolfo Hitler, Saddam Hussein, Constantino, Al Capone, Osama Bin Laden… que impusieron creencias sin ninguna alternativa para el receptor.
Volviendo al cuento del anciano… dando una mirada con lupa se puede ver claramente la invitación osada de pagar con la misma moneda. El anciano con su inmensa sabiduría respondió de acuerdo a la percepción de los demás, menos mal que fue pregunta… que tal donde la pregunta fuera una agresión física, seguramente el anciano respondería con la misma moneda. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, Ojo por ojo y el mundo acabara ciego claro que no falta el despistado que diga: ojo a la 2, porque percibe el mundo a su manera.
Hay que trabajar duro para desentrañar la verdad, llamar las cosas como son es virtud de los seres que se comprometen con la verdad. La verdad tiene su percepción y es absolutamente única, por lo tanto, es la percepción que debemos seguir. Remediar el caos en el planeta requiere de hombres sensatos que llamen los males por su nombre, dejemos la falsedad a los políticos que encubren constantemente con estadísticas su gestión para aparentar una inexistente percepción de la realidad, tampoco hagamos como el anciano que respondió con la moneda de la de la falsedad.
Para los que dicen: Cada uno tiene su propia verdad, les recomiendo cambiar la frase por una más precisa: Cada uno tiene su propia creencia y el que crea que tiene su propia verdad, lo invito a retar las leyes naturales o para ir un poco más allá… reten a Dios con su propia verdad.
La percepción hay que afinarla con la verdad para que el Amor reine,
por favor no disfracen el mal con una percepción amorosa falsa.
Y… colorín colorado este cuento se ha acabado.