La iluminación espiritual

Ya no me controlan

LOS ESPACIOS COTIDIANOS

Tomar conciencia de que esos espacios existen en un día normal. Estás mirando a un árbol o al cielo, a las nubes, y es un momento en el que no hay ningún pensamiento. Solamente la percepción y la conciencia a través de la cual la percepción sucede. Un espacio.

El primer paso consiste en darse cuenta de que, sin hacer nada, algunos espacios existen en mi vida. Después se pueden buscar esos espacios activamente. Yo recomiendo hacer cosas que uno hace normalmente como lavarse las manos, tomar un café, ir de aquí a allí, entrar en la escalera, subirse al ascensor… tomando conciencia de acto y del momento, sin hacer de ello un medio para un fin sino un fin en sí mismo.

Lavarse las manos sintiendo el agua, el jabón, secarse las manos… Solamente la percepción y la conciencia. Otra cosa que también recomiendo es cuando entras en tu coche, cierras la puerta y te quedas unos treinta segundos sin hacer nada, sentir el cuerpo, la vida dentro del cuerpo. No es mucho, 30 segundos, pero muchos de estos momentos en un día inician un cambio.

Esos pequeños momentos en los que no pensamos sino que estamos conscientes sin pensar. Es más importante tener muchos momentos pequeños durante el día que estar en una meditación de media hora cada día y luego pasarse el día sin tener espacios. Entonces empieza un cambio, surge la conciencia no condicionada, la conciencia pura. Lo demás, los pensamientos, son una forma de conciencia condicionada por el pasado.

Casi toda la gente está atrapada en un sentido del ‘yo’ que depende de los pensamientos condicionados y una imagen mental que tiene de quién soy, o sea una identidad que depende de los pensamientos. Eso significa moverse por la superficie de la vida sin nunca ir más profundamente. Una vida de ese modo se hace muy insatisfactoria, siempre hay sufrimiento. Si tu vida se desarrolla solamente en la superficie del ser, que es cuando te identificas siempre con los pensamientos, entonces le falta la profundidad y sufres.

GRANDES PENSADORES

  • Una mente diligente observa y vigila activamente, no se rebaja nunca al nivel de los valores o creencias de segunda mano.
    JIDDU KRISHNAMURTI
  • El verdadero camino espiritual no es una tarea sencilla, segura ni cómoda. Ningún ego sale con vida de este camino, …gracias a Dios.
    BO LOZOFF
  • No he conocido a nadie que se liberara a sí mismo mediante una técnica, pero sí a quien se ha liberado tras haberla dejado atrás.
    ECKHART TOLLE
  • Tienes que crecer desde dentro hacia afuera. Nadie puede enseñarte, nadie puede hacerte espiritual. No hay otro maestro, sino tu propia alma.
    SWAMI VIVEKANANDA
  • Siempre existe ese curioso deseo de que lo que uno piensa y hace esté de acuerdo con alguna autoridad. Como si se quisiera adoptar alguna base externa al propio juicio y a la propia voluntad a fin de llevar a cabo lo que queremos hacer […]. Se buscan razones para escurrir el bulto, para responsabilizar a una instancia superior.
    ALAN WATTS
  • Buscamos respuestas, que están en el propio interior, fuera …donde creemos que es más fácil encontrarlas.
    ANÓNIMO
  • El sabio vuelve hacia sí mismo y encuentra en él toda cosa.
    PLOTINO
  • Tener el no-camino como camino, tener la no-limitación como limitación.
    BRUCE LEE
  • Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
    ANTONIO MACHADO
  • Duda de todo, encuentra tu propia luz.
    BUDA
  • La espiritualidad deficiente busca la seguridad externa. Cuantos más pobres somos por dentro, más intentamos enriquecernos exteriormente.
    BRUCE LEE
  • Uno mismo tiene que ser el maestro y el discípulo. Ello requiere energía, atención y cuidado. Pero somos perezosos y resulta mucho más fácil que nos digan qué debemos hacer. Al hombre que te dice cómo debes actuar le estarás confiriendo autoridad y te convertirás en su esclavo; por lo tanto, nunca serás libre, nunca serás una luz para ti mismo. En consecuencia, habrás creado a un explotador y tú te convertirás en explotado.
    JIDDU KRISHNAMURTI
  • El autoconocimiento no es una meta, porque no tiene fin, ni puede ser obtenido mediante la práctica de ningún método o receta.
    HABILIDAD EMOCIONAL