El mal es sólo la imperfección, queriendo decir que no es completa, que solo se está convirtiendo, pero aún no ha encontrado su fin.
El fanatismo es siempre ignorante, y el niño sabio, que se convertirá en el hombre sabio, tratara de entender y ver la verdad de las ideas con las que no está de acuerdo.
Este mundo es la fuente de los más poderosos impulsos intelectuales y morales que se extienden sobre la tierra, y de él se derraman, en reparadoras corrientes las más sutiles energías.
Negarse a creer hasta que la prueba se presente es una posición racional; la negación de todo fuera de nuestra propia limitada experiencia es absurdo.
ANNIE BESANT
PENSAMIENTO Y TEOSOFÍA DE ANNIE BESANT