Una sonrisa en los labios que nos hace pensar
La chica de la foto se llama Katie Kirkpatrick, de 21 años, al 2005. Al lado de ella está su novio, Nick, de 23. Foto tomada poco antes de morir.
ANONIMO
KATIE KIRKPATRICK
Un ejemplo de Fe y Esperanza.
Katie Kirkpatrick, de 21 años, toma su medicación diaria unos minutos antes de dejarse caer en el sueño momentáneo que le provoca la morfina mientras yace sentada en en salón de la casa de sus padres en Metamora. Estamos a 11 de Enero del 2005. Katie tiene cáncer de pulmón.
Faltan pocos minutos para cruzar el pasillo de la iglesia que le llevará al altar de la iglesia de Cristo en Hazel Park. Una vez allí contraerá matrimonio con Nick. Estamos a 15 de Enero del 2005.
Katie descansa unos momentos durante la fiesta de después de la ceremonia. El banquete se celebró en el Boulder Point Golf Club and Banquet Center en Oxford el sábado 15 de Enero del 2005. Katie estaba agotada. Su cara estaba tan blanca como su vestido de novia.
Katie no quería dejar que la enfermedad parase su vida antes de tiempo. La esperanza y su fe le hacían creer que tenía un futuro.
Katie murió 5 días después del casamiento pero, se llevó con ella la satisfacción de luchar por su sueño y la felicidad compartida con su esposo. La tranquilidad que le queda a su enamorado y su familia es que cuando ella más los necesitó, allí estuvieron para cuidarla y darle el cariño que necesitaba.
Quizá la felicidad plena no exista y lo que nos regala la vida sean momentos felices pero esos, sin duda alguna, son por los que debemos luchar hasta el último de nuestros días. Katie luchó con la ayuda de su esposo y su familia , sus amigos y todos los que la querían y murió sabiendo que había conseguido un sueño. Si algo nos enseña esta triste historia es que nada está fuera del alcance de nuestras manos si de verdad lo deseamos de corazón.
La vida es corta, trabaje como si fuera su primer día perdone rápidamente bese lentamente, ame verdaderamente ría incontrolablemente y nunca deje de sonreír por mas extraño que sea el motivo. La vida no puede ser la fiesta que esperábamos pero en cuanto estamos aquí, debemos sonreír y dar gracias...