¿Qué es la Macrobiótica?

La dieta Macrobiótica es autogestión de la salud accesible, ya que está basada en la comprensión de las leyes de la naturaleza aplicadas a la dieta.

KUARTA DIMENSION

Dieta Macrobiótica

La dieta Macrobiótica toma la forma de una autogestión de la salud accesible y eficaz, ya que está basada en la comprensión de las leyes de la naturaleza aplicadas a la dieta.

Alimentación Macrobiótica

Se debería poder comer de todo, pero no en cualquier circunstancia. No rechazamos nada, al revés, lo abarcamos todo, ya que de lo que se trata es de precisar, dar una información y el modo de manejarla.

Los alimentos son la esencia de la vida y se transforman en sangre y células. Somos básicamente un cuerpo que es con lo que venimos y nos vamos, lo demás es dependiente de esto: pensamiento, emociones, sentimientos, intelecto, ética, estudio, salud, prosperidad, descanso, etc.

Todo Nace de Nuestro Cuerpo

Todo depende de básicamente dos cosas: emociones y dieta, que forman una relación estrecha, a veces viciosa y de la cual no es fácil salir: dulces, lácteos, cacao, café, huevos, y excesos en general.

Las leyes principales en la naturaleza basándonos en el ritmo de las estaciones

  1. Lo pesado que calienta, contrae, endurece, recogerse, centrípeto.
  2. Lo que sube, se expande, se enfría, necesita calor que a nivel físico es engordar, acumular liquido y ablandar, deformar, diluir la sangre.

El primer tipo crea caracteres competitivos, viscerales y egocéntricos.

El segundo aumentan la espiritualidad al hacer ascender la energía así como aumentan el intelecto.

Estos dos tipos de alimentos están definidos en su composición por las sales minerales

Sodio-Na del primer caso y potasio-K en el segundo, que son las sales mas abundantes y las que tienen mayor oposición entre si y por tanto las que llevan el trabajo de regular el PH , o sea los líquidos sin menospreciar otros alimentos. Del correcto equilibrio de ellas depende la armonía en nº cuerpo y en la vida en gran parte.

Objetivos de la dieta Macrobiótica

Resistencia al cansancio y condiciones climáticas adversas buen descanso pudiendo reducir las horas de sueño sin mermar el descanso buena memoria, humor y apetito sin gula ni lujuria.• buen rendimiento y afectividad y prosperidad tanto ética como material.

En definitiva la estabilidad ante la vida para conseguir el cielo en la tierra, la felicidad en este cuerpo y en este planeta. La Macrobiótica restituye el ritmo de la naturaleza y su armonía en el ser humano, no solo por recuperar el ritmo de las estaciones, sino a nivel biológico con la prudencia instintiva e intuitiva que hoy en día evitaría muchos embarazos en jóvenes y mucho sida y violencia, (las hormonas añadidas a los alimentos que ingerimos nos hacen madurar más rápido y envejecer antes: pre menopausia y cánceres en el aparato reproductor).

Sin dejar de poner en tela de juicio la educación recibida acerca de sexualidad, ética y afectividad y erotismo. Para entenderlo mejor añadiremos que respetando las leyes de la naturaleza obtenemos sus regalos.

Hoy hay que hacer hincapié en esto por que por desgracia la parte negativa del progreso, o sea los excesos, nos han traído una serie de opciones y realidades que son peligrosas. Hoy en día tenemos que distinguir la macrobiótica con nombre propio ya que hay que separarlo del resto.

Antiguamente no había tantas posibilidades de salirse de este ritmo por que venia marcado por la naturaleza y sus ritmos, por esto mismo, por lo menos para la gran mayoría.

Otros se salían cuando querían dejar de ser humanos por razones síquicas y emocionales para convertirse en tiranos materialistas y embaucadores místicos, hipócritas ambos que se protegían entre si y poco a poco han ido contagiando su modelo a base de imponerse, cosa que no tiene que ver nada con la cultura y progreso, riqueza, felicidad ecuánimes.

Dicho esto podemos concluir que la macrobiótica es una dieta que potencia las cualidades del Ser Humano cada vez más y mejor no solo de aliviar y mejorar y sanar la enfermedad, cosa que poca gente se atreve a realizar por miedos, dogmas, normas, tabúes socio-económico-culturales. Dotando al ser humano de sus cualidades intrínsecas de sentido común, intuición, instinto, etc..

Estas leyes eran para los seres humanos tan propias de si que se convertían en algo accesible y sencillo transmitido culturalmente a través de la familia sobre todo por la línea femenina con lo cual se establecía un poder matriarcal aparte del patriarcal masculino ya que la mujer siempre se ha ocupado de lo más importante y esencial: dar vida y cocinar sin mermar otro tipo de actividades y/o cualidades.

Se basa en el equilibrio de los cinco elementos de la naturaleza que forman el llamado pentáculo de los akelarres que, era un montaje para quitar a las personas sanas y ecuánimes su poder y sabiduría y borrar tradiciones que nos ligaban a la tierra y sus energías, dándonos a cambio esclavitud e ignorancia, algunas veces, cada elemento esta relacionado con una estación del año, direcciones, sabores, un par de vísceras(una hueca con una compacta), colores, direcciones, partes del cuerpo, colores, climas, emociones, etc.

Nuestra Alimentación nos Afecta

Por poner un ejemplo muy evidente: el alcohol. La misma comida se convierte en medicamento y en algo más allá del concepto de medicamento ya que nos potencia, fortalece y nos crece. La misma persona se convierte en su propio medico controlando y previniendo situaciones para que no vayan a los extremos, y potenciando actitudes innatas al ser humano; estudio, sexualidad, salud, ética, resistencia.

Todo en uno y al mismo Tiempo

La insatisfacción y los errores con los que vivimos hoy en día no se solucionan como vivimos hoy en día ya que es una repetición constante del mismo error. Vivimos rápido y sufriendo sin apenas conciencia de ello y sin compensación ni suficiente descanso sumergidos en una inercia que anestesia que proporciona el mismo sistema, evidentemente: perdiendo el centro, muriendo jóvenes y enfermando gravemente.

Hay que cambiar esto, pero con inteligencia y continuidad lo que proporciona estabilidad y solidez, con objetivos alcanzables y llegando al final de una forma flexible, no con ritmos explosivos que crean rechazo e inestabilidad y se apagan enseguida haciendo más que nada ruido, o sea recuperar el sentido común, el menos común de los sentidos.

Variaciones de los Alimentos

Hoy en día la dieta ha variado muchísimo y esto no es malo en si sino fuera porque somos más vagos, supersticiosas, enfermizos, descentrados, majaras, apáticos, y feos, y la mortalidad está creciendo de nuevo y se dan enfermedades degenerativas hasta en niños.

  • Se ha dejado la legumbre como proteína.
  • Se ha eliminado el cereal integral.
  • Aumento de pesticidas y hormonas en la comida.
  • Abuso de harinas y cereal lavado con ácidos.
  • Frutas y verduras fuera del lugar de origen y temporada.
  • Excesos en algunos alimentos: proteína animal =carácter agresivo no dialogante.
  • Sedentarismo

Alimentación Macrobiótica y las Emociones

Las emociones y actitudes pueden ser estudiadas como opuestos complementarios, tal como se clasifican las comidas dentro de la macrobiótica. Las emociones negativas están relacionadas con algún desequilibrio en el funcionamiento de algún órgano de nuestro cuerpo.

El odio, la irritabilidad, la violencia son emociones conectadas con la condición del hígado – la emoción opuesta que equilibra es el perdón, la indulgencia. La preocupación y tristeza se relacionan con el estómago, bazo y páncreas. El miedo excesivo se conecta con los riñones y vejiga. La ansiedad y nerviosismo se relacionan con el corazón, la falta de reacción o la reacción excesiva se relaciona con los pulmones.

Desde el punto de vista de las características positivas (cuando los órganos están en equilibrio) el hígado se relaciona con la benevolencia y la amabilidad, el corazón con la comunicación y las relaciones, el estómago/páncreas/bazo se relaciona con la consciencia de nuestra potencialidad y con la creatividad, los pulmones con la concentración, los riñones y vejiga con el coraje, las ganas, la fuerza interior.

De esta manera, podemos decir que las emociones son síntomas de nuestra salud física y pueden ser modificadas analizando la condición del órgano específico con el cual se relacionan.

Existe mucha gente que si bien físicamente se encuentra saludable sus síntomas emocionales (enojo, miedo, depresión, pesadumbre, etc.) o el deseo de encontrar mayor profundidad espiritual lo llevan a comenzar un estilo de vida macrobiótico. La macrobiótica también ayuda a comprender más profundamente cómo nuestras emociones también son un espejo de nuestra condición y salud y la manera de equilibrarlas.

La Macrobiótica estudia los Opuestos y Complementarios

Esto nos permite enfocarnos en los excesos y deficiencias y respetar nuestras limitaciones manteniendo la armonía en nuestra vida cotidiana. Empezamos a ser conscientes de cuánto es demasiada actividad o demasiada relajación, demasiada rigidez o demasiada flexibilidad, actitudes positivas o negativas, etc. Todo tiene su opuesto y su complementario y para estar en armonía es importante que éstos se encuentren equilibrados.

Las emociones negativas son todas aquellas que nos bloquean la conectividad con la naturaleza y el universo. En primer lugar debemos enfocarnos en nosotros mismos ya que estando bien nosotros mismos por dentro estaremos bien hacia afuera, construyendo relaciones armoniosas con el medio ambiente que nos rodea.

Sin estos intercambios no podría existir la vida en nuestro planeta. Y esta conectividad con la naturaleza es justamente el enfoque de la macrobiótica: la constante búsqueda del equilibrio a través de la alimentación y del estilo de vida.

Alimentación Macrobiótica y la Salud

Si bien es uno de sus conocidos efectos, la macrobiótica es algo mucho más amplia que curarse a través de la alimentación. Los principios macrobióticos aplicables a la nutrición y a la salud en general pueden dar resultados verdaderamente asombrosos.

Cuando el enfermo comprende verdaderamente el origen de la enfermedad, recién entonces puede comenzar a hacer algo para revertir esa situación. En este sentido, la macrobiótica ofrece la oportunidad y la libertad de elegir nuestro propio destino.

A través de nuestro pensamiento y elecciones tenemos la libertad de optar por resolver los problemas que se nos presentan… o intentar escaparnos de ellos encontrando los culpables de nuestros problemas en vez de aceptarlos e intentar solucionarlos.

La manera y la intención con la cual vivimos cada día es lo más importante. El mundo moderno acelerado y estresante hace que muchos de nosotros tengamos una visión del mundo más bien caótico. A través de la práctica de los principios macrobióticos de armonía y equilibrio podemos cambiar esa visión negativa del mundo, podemos ver con otros ojos, con mayor claridad.

A través de la alimentación macrobiótica reconstruimos y purificamos nuestra sangre devolviéndole la salud al organismo. Cuando logramos mejorar la calidad de nuestra sangre, nuestra salud, inmunidad y bienestar se ven fortalecidos. De esta manera los cimientos o pilares de nuestra salud son sólidos, fuertes.

El objetivo de la macrobiótica no consiste en obsesionarse con la comida ni con la salud. Simplemente busca comprender cómo actúan los alimentos en nuestro organismo y lograr un óptimo nivel de salud para poder despreocuparnos de las enfermedades y de la energía destinada a resolver constantes problemas de salud, dolores, depresión, malestares en general.

Así, si la salud física y mental se encuentra en orden, podemos enfocar nuestras energías hacia nuestros emprendimientos, proyectos, familia, relaciones, etc.

Como podemos observar, la macrobiótica es una manera de enfocar la vida, y no simplemente una dieta sana y natural como tantas otras. La clave de la macrobiótica es observar si la estamos disfrutando y nos hace sentir felices, de lo contrario no tiene sentido ya que la vida está hecha para disfrutarla. Lo maravilloso de la macrobiótica es la flexibilidad, cada persona puede practicarla de acuerdo con sus propias necesidades y circunstancias.

Recuperando la Salud

La calidad de nuestra sangre la creamos cada día de nuestras vidas. Si quieres cambiar tu salud necesitas cambiar tu sangre. Sin cambiar la calidad de tu sangre no será posible gozar de salud por mucho tiempo sin necesidad de tratar los síntomas con medicamentos, hierbas y otros suplementos. La salud debería ser un estado constante… lo cual es mucho más que simplemente un período entre dos enfermedades.

Nuestra sangre alimenta las células, tejidos, órganos, genes, hormonas, nervios, cerebro. La calidad de éstos estará directamente relacionada con la calidad de la sangre. El enfoque macrobiótico nos enseña que si algún órgano de nuestro cuerpo se ve afectado, tendremos que cambiar la calidad de la sangre que lo nutre para modificar esa condición.

Asimismo, si una persona tiene muchos cambios anímicos, se encuentra depresiva o mentalmente inestable, la sangre nuevamente es un factor importantísimo ya que ésta nutre los componentes de todo el sistema nervioso.

Factores que Influyen en la Calidad de la Sangre

  • PH – Equilibrio entre ácidos y alcalinos Azúcar Grasas y aceites Agua Equilibrio sodio/potasio Concentración de otros minerales Equilibrio yin-yang

Si aprendes a cambiar la calidad de tu sangre, puedes crear y mantener la salud en forma estable y armoniosa.

La Macrobiótica y el Cáncer

Aproximadamente un tercio de las muertes que el cáncer ocasionará en el 2002 estarán relacionadas con hábitos de vida como la mala nutrición, el tabaquismo, la inactividad física y la obesidad American Society Of. Clínical Oncology (ASCO).

El cáncer se desarrolla al producirse una degeneración crónica de la sangre, es el resultado de un gran deterioro en nuestro organismo, producto de excesos acumulados.

El consumo excesivo de grasa, en especial saturada, así como el azúcar, sal, alcohol, ha sido relacionado con 6 de las principales causas de mortalidad: enfermedades cardíacas y cardiovasculares, cáncer y cirrosis de hígado. (Fuente: Select Committee on Nutrition and Human Needs, USA).

La Academia Nacional de Ciencias (USA) emitió un informe de 472 páginas denominado Dieta, Nutrición y Cáncer, en el cual se asociaba la dieta moderna alta en grasa saturada, proteína animal, azúcar y aditivos químicos con la mayor parte de los cánceres, incluyendo malignidades en las mamas, colon, próstata, útero, estómago, pulmón y esófago.

El panel revisó cientos de estudios médicos corrientes asociando modelos dietéticos a largo plazo con el desarrollo de 30 a 40% de cánceres en el hombre y 60% en las mujeres. El comité enfatiza la importancia de incluir frutas, verduras y cereales integrales en la dieta diaria. En estudios epidemiológicos, el consumo frecuente de estos alimentos ha sido relacionado con una menor incidencia de varios cánceres.

La dieta Macrobiótica ayuda a prevenir el Cáncer

La macrobiótica no solo se utiliza para prevenir el cáncer, sino que también podemos encontrar muchos casos en los cuales a través de la alimentación se ha logrado revertir enfermedades hasta que hayan desaparecido totalmente todos los síntomas. Realmente parece milagroso, pero es simplemente el cuerpo que vuelve a restablecer su armonía al recibir los cuidados adecuados.

De esta manera, la macrobiótica también nos ayuda a mantenernos alejados de las enfermedades para aquellos que gozamos de un buen estado de salud, además de sentirnos con vitalidad y energía, gozar de un buen estado anímico y mantenernos en forma física y espiritualmente.

Las Algas Marinas

Las algas marinas son un componente muy importante dentro de la alimentación macrobiótica. Se considera que constituyen uno de los grupos de alimentos con mayores valores nutricionales del mundo.

A modo de ejemplo, en comparación con vegetales de quinta la especie kelp contiene 150 veces más iodo y magnesio.

La especie dulce es 30 veces más rica en potasio que la banana y es 200 veces más rica en hierro que la remolacha.

El nori iguala a las zanahorias en vitamina A y duplica las proteínas contenidas en algunas carnes animales.

El hijiki (spaghetti) contiene 14 veces más calcio que la leche entera.

La mayoría de las algas marinas contienen abundantes vitaminas, minerales, proteínas y oxígeno (debido a la gran cantidad de clorofila que contienen). Contienen una mínima cantidad de grasas, con lo cual agregan poquísimas calorías.

Las algas contienen fundamentalmente vitaminas A, B1, C, E y vitaminas B12.

Al crecer, las algas marinas convierten los minerales inorgánicos del agua en sales minerales orgánicas que son combinadas con aminoácidos lo cual constituye una fuente fundamental de minerales para el organismo en la protección del corazón, crecimiento del cabello, uñas, calidad de la piel, sangre, músculos y huesos.

Las algas marinas accionan directamente sobre la sangre, haciéndola más alcalina si ésta es muy ácida y reduciendo excesos de grasa y mucosidades almacenadas.

El kombu y el wakame (y otras especies de color bien oscuro) contienen algina, un ácido que transforma metales tóxicos en el intestino en sales que son fácilmente eliminadas del cuerpo.

En un estudio realizado en la universidad de Montreal se demostró también la habilidad de algunas algas de eliminar algunas sustancias radioactivas del organismo.

Existen alrededor de 10.000 especies diversas de algas. Debido a su concentrado contenido de minerales y nutrientes, se pueden consumir diariamente en la dieta macrobiótica pero sin superar un 5-10% del porcentaje total de la comida.

Receta Macrobiótica

Ensalada Hijiki

  • 1 taza algas hijiki (lavadas, remojadas 5 min., hervidas 20 min., cortadas)
  • ¼ taza cebolla picada
  • ¼ taza choclo dulce desgranado
  • ¼ taza brócoli cortado en chico
  • ¼ taza rabanitos cortados en rodajas finas
  • ½ taza repollo blanco cortado muy fino
  • Agua
  • Salsa de tofú

Preparación:

  1. Hervir unos 30 segundos los vegetales por separado en una cacerola con 3 cm. de agua en el siguiente orden: cebolla, choclo, repollo, brócoli, rabanitos. Dejar enfriar.
  2. Mezclar los vegetales con las algas.
  3. Servir con la salsa de tofú

Salsa de Tofú

Hacer un puré (se puede utilizar un mortero) con 150g. Tofú, ½ cebolla chica rallada, 2 cucharadas de agua. Guarnecer con 1 cucharada puerro picado.
Variante: en el paso 1) se puede saltar la cebolla en aceite de sésamo para hacerlo más gustoso.