Macrobiótica para veganos
La macrobiótica enseña a ser libre de cualquier tipo de dogmas. No significa que esté contra tradiciones y el modo compasivo desarrollado en cada ser.
JBN LIE
LOS 3 TIPOS DE COMPASIÓN
La del rey, la del barquero y la del pastor.
La macrobiótica enseña y entrena a ser libre de cualquier tipo de dogmas. Eso no significa que esté en contra de las tradiciones y el modo que han ido explicando los fenómenos en cada época. Algunas explicaciones antiguas no son válidas, pero otras son igualmente válidas hoy día pues las cuestiones esenciales del ser humano son las mismas desde el más lejano de nuestros abuelos.
Si miramos hacia atrás veremos que todos los humanos somos familia por algún lado. Que somos familia de Jesús, Buda, Confucio, los indígenas de cualquier rincón del mundo y los que hoy día se dedican al crimen, sea a lo bestia o al de guantes de seda. Familia de los más santos y sabios y también de los más imbéciles, criminales y bestias.
Mirando con una perspectiva biológica y no solo psicológica o espiritual, veremos que somos familia de los animales. De hecho nuestro cuerpo funciona con células, bacterias, virus y otros animales pequeñitos que hacen su trabajo, quizá no se pueda afirmar al 100% que nuestras células son animales, pero tampoco son vegetales, ni minerales.
Esta interrelación entre todos y el medio ambiente ha sido llamada Compasión desde la mayoría de tradiciones. COM-PASION = Compartir sensación, sentir lo mismo. Lo que cambia es la reacción a lo que se siente o percibe. Lo que gusta a unos o les resulta protector, puede disgustar a otros y resultarles amenazante. Otros pueden sentir indiferencia.... Total, que todos sentimos sobre los mismo objetos, pero no reaccionamos igual. La compasión se refiere a compartir o sentir lo mismo.
La sabiduría comprende que todos sentimos diferente y hace que el individuo más sabio desarrolle una compasión más grande y menos egoísta y dogmática que la compasión infantil de gran parte de la población, que hace muy amigos a los que sienten lo mismo, enemigos a los que sienten distinto, traidores a los que cambian, etc.
La sabiduría que comprende a los demás desarrolla un tipo de compasión que llaman la Gran Compasión en la tradición budista, o también Bodhichitta.
Como todas las tradiciones orientales, usa un lenguaje analógico para facilitar la comprensión de todo. Esta tradición clasifica la Gran Compasión en tres tipos, la del rey, la del barquero y la del pastor.
La del Rey es la de los individuos que desean llegar a tener todo el poder para poder ayudar a los demás a alcanzar la sabiduría compasiva y así acabar con los sufrimientos de todos.
La del barquero es la de los individuos que desean desarrollar la sabiduría que acaba con el sufrimiento junto con todos los demás, ya que vamos todos montados en el mismo barco o planeta y, o nos salvamos todos o nos vamos todos a pique.
La del pastor es la de los individuos que desean que todos los demás desarrollen, antes que uno mismo, la sabiduría que acaba con el sufrimiento, como un pastor con sus ovejas.
¿Qué tipo de Gran Compasión se desarrolla más con la macrobiótica?
EL YIN Y EL YANG
-Vegaffinity-
Dos fuerzas enfrentadas y a la vez inseparables.
El equilibrio, el orden de nuestro organismo, se rige por la armonía y la consonancia de las propias personas con la inmensidad del universo. Tanto el ser humano como el cosmos se rigen por un principio de complementariedad entre el yin, y el yang. Hablamos de dos fuerzas enfrentadas, a la vez que inseparables, el yiny el yang,cuya actividad armoniza el orden del universo infinito.
El equilibrio, elemento clave de una dieta macrobiótica
Introducida en Occidente por el pensador japonés George Oshawa (1893-1966), la dieta macrobiótica se fundamenta en el equilibrio esencial en el desarrollo del ser humano, como parte constituyente de un todo o ego, hacia su total armonía. La unión de dos términos de origen griego resume el principio vital de esta alimentación: Micro, como largo o grande, y Bios, traducido como vida. Un desarrollo global que contribuye a una larga vida.
Para nuestra dieta, proporciones idénticas de yin y yang que coexisten en el cosmos
En la práctica, hay que aplicar en la alimentación la composición de yin y yang que abunda en la naturaleza, para poder mantener así el equilibrio y la armonía de nuestro organismo, y que en el ser humano se refleja en la proporción de sodio (yin) y potasio (yang) de la sangre.
El objetivo final, evitar sobreesfuerzos en la digestión de los alimentos, eludiendo así que el organismo trabaje más para superar esos procesos, cuestión que influye en la aparición de enfermedades. La relación entre ambos componentes, sodio y potasio, debe ser de 5 yin y 1 yang. Es por esto que también influye, de forma increíblemente sustancial, el masticado en boca de cada alimento. Algunas teorías sostienen que hay que masticar cada bocado por lo menos 50 veces, algo que quizá sea demasiado extremo. Lo que es obvio es que triturar bien la comida ayuda a la digestión y la asimilación de los nutrientes que contiene el alimento.
El método de preparación o cocinado influye directamente en el valor potencial del yin y el yang: cocerlo o añadirle sal, reduce el estigma yin, pero si se fermenta o se macera, disminuye el valor yang.
Los alimentos que conforman la dieta macrobiótica: cereal integral, la base
El misticismo que rodea a estos hábitos alimenticios no se rige, no se adecúa a principios insalvables e invariables. A fin de cuentas, cada persona se fundamenta sobre unas costumbres y procesos que más favorecen a su organismo en lo que refiere a su dieta. Es tan básico como que un tratamiento así no establece qué tipo de alimentos hay que consumir: obviamente, un vegano no comerá carne por mucho que lo establezcan las pautas de la dieta macrobiótica; tampoco un omnívoro comerá más verduras para encontrar ese equilibrio.
La dieta macrobiótica deja, a juicio de cada persona, el valorar qué tipo de productos necesita su organismo, según sus necesidades o constantes vitales en un momento u otro. Lo importante es saber equilibrarlos.
El único elemento innegociable es el cereal integral: es la base de una alimentación macrobiótica porque su equilibrio de yin y yang es muy similar al del organismo. No obstante, la verdura o elementos no cárnicos en general son los que rigen la mayoría de pautas de la macrobiótica: ciertos tipos de algas, la soja, el miso, el tamari, el té verde o las ciruelas son los más recurrentes. Es prácticamente obvio que los alimentos orientales, tratándose de una dieta alimenticia creada por un filósofo y nutricionista japonés como George Oshawa, sean de procedencia oriental.
Las posibilidades más radicales, las menos recomendables
En su día, George Oshawa estableció un baremo con diversas escalas que, en total, generaron un cómputo de diez posibilidades alimenticias, todas ellas encarnadas en los valores de yin y yang citados anteriormente. Las vertientes adoptan incluso valores negativos de yin incluyen cantidades decrecientes de alimentos de origen animal, y cuanto más se elevan los valores positivos del yan, hasta alcanzar un valor de 7 (recordamos que el acorde es 1) son exclusivamente vegetarianas, aunque la más radical se basa únicamente en consumir granos de cereal triturados.
No obstante, recordamos que ese tipo de hábitos alimenticios basados en un único grupo de alimentos, por muy alto que sea su valor nutricional, están totalmente desequilibrados por la insuficiencia proteica y las carencias de calcio, hierro o ciertas vitaminas que ello supondría. Asimismo, el asesoramiento médico es clave a la hora de afrontar CUALQUIER tipo de dieta, ya que abordamos este tipo de cuestiones como meros hechos de entendimiento, o mera curiosidad, ya que el saber nunca ocupa lugar, y el conocimiento conduce a la libertad de elegir.
Las características que rigen la dieta macrobiótica
Para terminar, es evidente que hay que adjuntar los paradigmas básicos que conforman la dieta macrobiótica. Adelante con ellos.
- Suprimir los alimentos industriales: azúcar, conservas…
- Cocinar los alimentos con aceite vegetal o agua, en recipientes de barro cocido, pírex o de hierro esmaltado, salar con sal marina no refinada.
- Abstenerse de frutas y verduras cultivadas o tratadas con abonos químicos.
- Evitar los alimentos procedentes de los países alejados.
- Comer preferentemente las verduras de cada estación.
- Evitar las hortalizas yin, como patatas, berenjenas y tomates, y las especias.
- Está prohibido el café; solo se admite beber té de China natural y té japonés.
- Se recomiendan los cereales: arroz completo, trigo, centeno, maíz, cebada, mijo, cocidos o crudos, hervidos o salteados, al horno o a la crema.
- Se debe evitar el consumo excesivo de líquidos.
Ejemplo de dieta macrobiótica semanal
Referencia de dieta semanal macrobiótica elaborado específico para fechas invernales:
Día 1
- Sopa de miso con germinados.
- Estofado de azukis con calabaza y kombu.
- Arroz integral con gomasio y ensalada prensada de col con aceite de oliva y limón.
Día 2
- Crema de calabacín y guisantes a la menta.
- Cazuela de trigo sarraceno con puerro y shitake.
- Seitán a la plancha con ensalada de hojas verdes y vinagreta de mostaza.
Día 3
- Sopa Kinpira de zanahoria, cebolla, seitán y jengibre.
- Bolas fritas de arroz integral y guisantes, acompañadas de berros y canónigos.
- Zanahorias y brócoli hervidos con salsa de miso, tahini y naranja.
Día 4
- Sopa de miso con taquitos de tofu.
- Ceviche de soja negra, con cebolla y cilantro.
- Quinoa con frutos secos y ensalada prensada de col, pepino, rábano y zanahoria.
Día 5
- Crema de hinojo.
- Hamburguesa de mijo al horno.
- Ensalada de hojas verdes con aceite y limón, y col, brócoli y zanahoria escaldadas con aliño de tofu.
Día 6
- Crema de chirivías con albahaca.
- Cazuela de lentejas rojas con alga arame, acompañada de arroz integral con verduras salteadas.
- Hojas verdes de col china escaldadas y aliñadas con vinagre de arroz.
Como postre podemos tomar té kukicha con dulces saludables como compota de manzana con pasas, crema de castañas, mouse de chocolate (sin azúcar), mouse de café (sin café), peras al vapor con salsa de algarroba, manzanas al horno…