Principios y pensamiento sobre la humildad
Humildad es aceptar que Dios es todo, muy diferente a tolerar que es alguien pero cuando alguien personifique a Dios Todo y Eterno, perdónalo.
OSHO
EL PODER DEL ACEPTAR
Unas frases antes de leer a Osho.
- Aceptar que Dios es todo,
...es diferente a tolerar que es alguien pero cuando alguien personifique a Dios, perdónalo. - Aceptar que el agua moja,
...es diferente a tolerar que te mojen pero cuando alguien te moje, perdónalo. - Aceptar que somos pecadores,
...es diferente a tolerar el pecado pero cuando alguien peque, perdónalo. - Aceptar que los niños juegan,
...es diferente tolerar que jodan pero cuando alguien te joda, perdónalo. - Aceptar que las leyes universales existen,
...es diferente a tolerar su violación pero cuando alguien las viole, perdónalo. - Aceptar que los matones existen,
...es diferente a tolerar matanzas pero cuando alguien mate, perdónalo. - Aceptar que la libertad existe,
...es diferente a tolerar el libertinaje pero cuando alguien tiene libertinaje, perdónalo. - Aceptar que somos diferentes,
...es diferente a tolerar la discriminación pero cuando alguien discrimine, perdónalo. - Aceptar que la humildad es mucho mas,
...es diferente a creer que es tolerancia pero cuando alguien tolere así, perdónalo.
Osho, sobre la aceptación.
Acepta la vida como es. Goza, sin ninguna razón.
En una aldea donde vivía Hakuin, el gran Maestro Zen, llegó un día una muchacha embarazada. Su padre la amenazó para que confesara el nombre de su amante y finalmente, para escapar del castigo, ella le dijo que había sido Hakuin.
El padre no dijo nada más, pero al llegar el momento en que nació la criatura, inmediatamente la llevó a Hakuin y la arrojó ante él. Parece ser que éste es tu hijo, le dijo, y soltó una ola de insultos y comentarios despectivos por lo sucedido.
El Maestro Zen solo dijo: Oh, ¿de veras? y tomó al bebé en sus brazos. A partir de entonces, a todas partes que iba llevaba a la criatura, envuelto en la manga de su andrajosa túnica. En los días de lluvia y en las noches de tormenta salía a mendigar leche de las casas vecinas. Muchos de sus discípulos, considerándolo caído, le dieron la espalda y lo abandonaron. Y Hakuin no pronunció una sola palabra.
Entretanto la madre se dio cuenta que no podía tolerar la agonía de estar separada de su hijo. Confesó el nombre del padre verdadero y su propio padre corrió a Hakuin y se postró ante él, suplicándole una y otra vez que lo perdonara.
Hakuin solamente dijo: Oh, ¿de veras? y le devolvió la criatura.
Esto es la aceptación. Esto es tathata. Cualquier cosa que traiga la vida está bien, absolutamente bien. Esta es la cualidad semejante a la del espejo: nada está bien, nada está mal, todo es divino. Acepta la vida como es. Aceptándola, desaparecen los deseos, desaparecen las tensiones, desaparece el descontento. Aceptándola tal como es, uno comienza a sentir mucho gozo y por ningún motivo en especial.
Cuando la alegría tiene un motivo, no durará mucho.
Cuando la alegría no tiene motivo alguno, durará para siempre.