La iluminación espiritual

Igualdad y diversidad

LA DIVERSIDAD SOCIALISTA

La diversidad la enfrentan los socialistas con el neo nazismo.

Uno de los elementos que aportó el socialismo a la concepción de la convivencia social fue la igualdad que hoy ha revestido la calidad solo de igualdad de oportunidades. La verdad, según los analistas especializados en el tema es que los socialistas renunciaron a la igualdad e introdujeron el término diversidad, como una muestra de su propio error en cuanto al igualitarismo entre los personas que no tuvo vigencia ni en sus propios regímenes totalitarios donde el autoritarismo estuvo por sobre toda jerarquía.

Hoy la diversidad lo lleva a la defensa de minorías étnicas y sobre todo a minorías de carácter sexual tanto homosexuales como lésbicas. Incluso piden protección por leyes especiales a estas minorías diversas. Ya nos les preocupa el problema de las mayorías que sufren las privaciones de los sistemas políticos y económicos que generan injusticia generalizada, pues ya coinciden con los liberales que ese problema se resuelve por la solidaridad hecha caridad, altruismo y limosna.

El nacionalsindicalismo acepta el concepto de diversidad por los distintos niveles de desarrollo cultural producto de la espiritualidad de los pueblos, pero no hace de ella asuntos de gravitación política. La diversidad la enfrentan los socialistas con el neo nazismo, cuestión que parece sospechosa porque estos grupos son de extraña procedencia y su financiamiento no tiene especificado su origen. Parecen ser promovidos por quienes se sienten perseguidos por estos grupos que carecen de principios y doctrinas con grados de coherencia con la cultura.

El Movimiento jamás ha pertenecido a este tipo de organizaciones, pues la hispanidad y el mestizaje lo originan y han sido enriquecidos por las migraciones y los pueblos nativos. Por el contrario el nacionalsindicalismo cree que el mestizaje es un movimiento continuo y que debe seguir produciéndose en Iberoamérica hasta lograr una fusión plena de razas y culturas y alcanzar lo que Gadamer llamaba fusión de horizontes.

La libertad, la fraternidad y la igualdad de la Revolución Francesa ha dado lugar a la a la libertad, la dignidad, la justicia social, la participación social plena y la grandeza de la patria como expresiones de una cultura espiritual creada y promovida por hombres de la cultura que en el campo de la filosofía, la ética, el arte, la ciencia y la tecnología, sin dejar de lado la religiosidad de los pueblos, han dado un duro combate al agnosticismo de liberales y socialistas que quieren relativizar la verdad, el bien, el deber y la belleza para impedir el desarrollo de la espiritualidad y la cultura donde la nación representa la comunidad de destino de nuestros pueblos en el universo y en la vida.

El nacionalsindicalismo quiere dar acceso a nuestro pueblo a más educación, con desarrollo de la inteligencia y la razón, a más cultura, más salud, más previsión, más acceso a la propiedad del hogar, del lugar de trabajo y del territorio nacional. El nacionalsindicalismo quiere hacer posible la realización personal, social e histórica de nuestro pueblo. La patria es lo que permite la solidaridad, la hermandad, la justicia social, la pertenencia, la unidad nacional y la grandeza de haber pertenecido a familias y pueblos dotados de culturas trascendentes donde la lealtad, la autoridad, la jerarquía y la participación social plena garantizan una sana y fructífera convivencia.

En síntesis, los socialistas marxistas cambiaron la igualdad por la diversidad y el socialismo por el liberalismo para usufructuar del mercado financiero y especulativo, que el primero en alabar fue el mismo Marx al preferirlo al tradicionalismo europeo. Una cosa es cierta: En la historia no habrá cultura socialista. Habrá dualidad liberal-socialista. La diversidad es la aceptación de todo lo diferente que es la mayor contradicción con el igualitarismo que alguna vez predicaron los marxistas. Con ello pretenden representar a los escasos sectores que creen en sus mentiras y para ello están dispuestos a promover esas diferencias que para el caso del diseño y construcción de la convivencia y el Estado son casos específicos que deben ser debidamente considerados en los derechos y obligaciones de las personas.