EL OPTIMISMO EL PRODUCTO DEL BUEN ACCIONAR
El optimismo no es una creencia si no el producto del buen accionar. Cuando haces el mérito, el optimismo hace su aparición, todo es más operable.
Se adquiere el optimismo en el interior. Hay que cultivarlo en el terreno fecundo del alma humana y su fruto depende, exclusivamente, de la voluntad.
El saludo de un indígena maya era: In lakech, que significa yo soy otro tú, o tú y yo somos uno, todos somos uno. Optimismo que satisface plenamente.
Cultiva un optimismo realista y no escuches los presagios negativos. La fe del optimista y el creativo es más poderosa que las dudas del escéptico.