LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
LAS MEJORES FRASES ROSARIO CASTELLANOS
Matamos lo que amamos. Lo demas no ha estado vivo nunca. Ninguno esta tan cerca.
eramos el abrazo de amor en que se unian el cielo con la tierra.
Porque si un dia cansados de este morir a plazos queremos suicidarnos abriendonos las venas como cualquier romano, nos sorprende saber que no tenemos sangre ni tinta enrojecida: que nos circula un aire tan gratis como el agua.
Nunca digas que es tuya la tiniebla, no te bebas de un sorbo la alegria. Mira a tu alrededor: hay otro, siempre hay otro. Lo que el respira es lo que a ti te asfixia, lo que come es tu hambre. Muere con la mitad mas pura de tu muerte.
En el principio -dice esta capa geologica que toco- era solo la danza: cintura de la gracia que congrega juventudes y musica en su torno.
Ser de rio sin peces, esto he sido. Y revestida voy de espuma y hielo. Ahogado y roto llevo todo el cielo y el arbol se me entrega malherido.
Feliz de ser quien soy, solo una gran mirada: ojos de par en par y manos despojadas.
Amigo, no es posible ni nacer ni morir sino con otro. Es bueno que la amistad le quite al trabajo esa cara de castigo y a la alegria ese aire ilicito de robo.
Damos la vida solo a lo que odiamos
¡Que cuidadosamente nos mentimos!¡Que cotidianamente planchamos nuestras mascaras para hormiguear un rato bajo el sol!
Y nos regocijamos de estar en el secreto, de guiñarnos los ojos a espaldas de la muerte.
Es esta rueda isocrona fija entre cuatro cirios, esta nube exprimida y paralitica y esta sangre blancuzca en un tubo de ensayo.
¿Por que decir nombres de dioses, astros espumas de un oceano invisible, polen de los jardines mas remotos? Si nos duele la vida, si cada dia llega desgarrando la entraña, si cada noche cae convulsa, asesinada.
Considera, alma mia, esta textura aspera al tacto, a la que llaman vida.
La muerte sera la prueba de que hemos vivido.
Heme aqui, ya al final, y todavia no se que cara le dare a la muerte.
Al pie de un sauce, triste Narciso de las aguas, o cerca de una roca inexorable quiero dejar mi cuerpo como el que deja ropas en la playa.
No me explico por que fue indispensable que alguien inventara el reloj y desde entonces todo se atrasa o se adelanta, la vida se fracciona en horas y en minutos o se quiebra o se para.
En estas vastas galerias de muertos, de fantasmas reumaticos y polvo, nos hinchamos de orgullo y de soberbia.
YO SOY de alguna orilla, de otra parte, soy de los que no saben ni arrebatar ni dar, gente a quien compartir es imposible.
En un dia de amor yo baje hasta la tierra: vibraba como un pajaro crucificado en vuelo y olia a hierba humeda, a cabellera suelta, a cuerpo traspasado de sol al mediodia.
No es equitativo, y por lo tanto tampoco es legitimo que uno tenga la oportunidad de formarse intelectualmente y que al otro no le quede mas alternativa que la de permanecer sumido en la ignorancia
eramos el abrazo de amor en que se unian el cielo con la tierra
Porque hay aun un continente verde que imanta nuestras brujulas. Un ancho acabamiento de piramides en cuyas cumbres bailan doncellas vegetales con ritmos milenarios y recientes.
Hombrecito, ¿que quieres hacer con tu cabeza? ¿Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo? ¿Castrar al potro Dios? Pero Dios rompe el freno y continua engendrando magnificas criaturas, seres salvajes cuyos alaridos rompen esta campana de cristal.
El suicidio tambien paso de moda y no conviene dar un paso en falso cuando mejor podemos deslizarnos. ¡Que gracia de patines sobre el hielo! ¡Que tobogan mas fino! ¡Que pista lubricada! ¡Que maquinaria exacta y aceitada!
No soy de los que exprimen su corazon en un lugar violento. Soy de los que atestiguan la belleza y la muerte de la rosa.
Y yo que me soñaba nube, agua, aire sobre la hoja, fuego de mil cambiantes llamaradas, solo supe yacer.
Piensa en la tejedora; en su paciencia para recomenzar una tarea siempre inacabada.
¿Que se hace a la hora de morir? ¿Se vuelve la cara a la pared? ¿Se agarra por los hombros al que esta cerca y oye? ¿Se echa uno a correr, como el que tiene las ropas incendiadas, para alcanzar el fin?
Yo muero de mirarte y no entender
Somos la raza estrangulada por la inteligencia, «La insuperable, mundialmente famosa trapecista que ejecuta sin macula triple salto mortal en el vacio (la inteligencia es una prostituta que se vende por un poco de brillo y que no sabe ya ruborizarse).
El mundo era la forma perpetua del asombro renovada en el ir y venir de la ola, consubstancial al giro de la espuma y el silencio, una simple condicion de las cosas.
No es que el poeta busque la soledad, es que la encuentra.
Damos la vida solo a lo que odiamos.
Para el amor no hay tregua
Porque eramos amigos y, a ratos, nos amabamos
Para el amor no hay cielo, amor, solo este dia
Tal vez yo no debiera descubrirlo pero fue el primer circulo vicioso mordiendose la cola.
Pero alguien (ya no acierto con la estructura inmensa de su nombre) dijo entonces: No es bueno que la belleza este desamparada y electrizo una celula.
Hay ceguera y el hambre los alumbra y la necesidad, mas dura que metales.
La soledad trazo su paisaje de escombros. La desnudez hostil es su cifra ante el hombre.
Henos aqui hace un siglo, sentados, meditando encarnizadamente como dar el zarpazo ultimo que aniquile de modo inapelable y, para siempre, al otro.
Tu sabor se anticipa entre las uvas que lentamente ceden a la lengua comunicando azucares intimos y selectos.
Abandonados siempre. ¿De que? ¿De quien? ¿De donde? No importa. Nada mas abandonados.
Compartimos solo un desastre lento.
La manzana cayo; pero no sobre un Newton de facil digestion, sino sobre el atonito apetito de Adan (se atraganto con ella como era natural).
Venturosa ciudad amurallada, ceñida de milagros, descanso en el recinto de este cuerpo que empieza donde termina el mio.
Matamos lo que amamos. Lo demas no ha estado vivo nunca
Nos sorprende palpar un corazon en huelga y unos sesos sin tapa saltarina y un estomago inmune a los venenos.
Llevo la marca de su pie sin regreso
El que se va se lleva su memoria, su modo de ser rio, de ser aire, de ser adios y nunca
Punzaba el aire en las avispas multiples y vertia chorritos de miel en cada herida para que el equilibrio permaneciera invicto.
Nadie lo confesaba, pero todos estaban orgullosos de ser como juguetes en las manos de un niño.
Heme aqui suspirando como el que ama y se acuerda y esta lejos.
No te acerques a mi, hombre que haces el mundo, dejame, no es preciso que me mates. Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren de algo peor que vergüenza. Yo muero de mirarte y no entender.
Rio de sangre, cinturon de fuego. En las tierras que tiñe, en la selva multipara, en el litoral bravo de mestiza mellado de ciclones y tormentas, en este continente que agoniza bien podemos plantar una esperanza.
Sin orgullo (¿que es el orgullo? ¿Una vertebra que todavia la especie no produce?) los hombres roban, mienten, como animal de presa olfatean, devoran y disputan a otro la carroña.
Porque eramos amigos y a ratos, nos amabamos; quiza para añadir otro interes a los muchos que ya nos obligaban.
A ningun otro hiere un olvido, una ausencia, a veces menos.
Y los signos se cierran bajo mis ojos como la flor bajo los dedos torpisimos de un ciego.
En mi aridez, aqui, llevo la marca de su pie sin regreso.
Basta. No quiere mas la oreja, que su cuenco rebalsaria y la mano ya no alcanza a tocar mas alla.
Hombrecito, ¿Que quieres hacer con tu cabeza? ¿Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo? ¿Castrar al potro Dios?
Hablabamos la lengua de los dioses, pero era tambien nuestro silencio igual al de las piedras.
Visitaria en Europa lo tipico: alguna ruina humeante o algun pueblo afilando las garras y los dientes. Alguna catedral mal ventilada, invadida de moho y oro inutil y en el fondo un cartel: Negocio en quiebra.
No es que el poeta busque soledad, es que la encuentra.
El hombre es animal de soledades, ciervo con una flecha en el ijar que huye y se desangra.
No te acerques a mi, hombre que haces el mundo, dejame, no es preciso que me mates. Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren de algo peor que vergüenza. Yo me muero de mirarte y no entender.
Hasta que un dia otro lo para, lo detiene y lo reduce a voz, a piel, a superficie ofrecida, entregada, mientras dentro de si la oculta soledad aguarda y tiembla.
No hay que aceptar ningun dogma sino hasta ver si es capaz de resistir un buen chiste
No, yo no quiero hablar de nuestras noches cuando nos retorcemos como papel al fuego. Los espejos se inundan y rebasan de espanto mirando estupefactos nuestros rostros.
El matrimonio es el ayuntamiento de dos bestias carnivoras de especie diferente.
Y cuando bailan, cuando se deslizan o cuando burlan una ley o cuando se envilecen, sonrien, entornan levemente los parpados, contemplan el vacio que se abre en sus entrañas y se entregan a un extasis vegetal, inhumano.
Estabamos entonces cerca, apretados, juntos. No era como ahora.
Heme aqui suspirando como el que ama y se acuerda y esta lejos
Aprendi, si no a dar mas que no es facil, si a pedir menos que casi es indispensable.
Debe de haber otro modo de ser, otro modo de ser humano y libre
El encuentro es a oscuras. En el beso se mezcla el sabor de las lagrimas. Y en el abrazo ciñes el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte.
Y no podemos escapar viviendo porque la vida es una de sus mascaras.
No, no es la solucion tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi ni apurar el arsenico de Madame Bovary ni aguardar en los paramos de avila la visita del angel con venablo antes de liarse el manto a la cabeza y comenzar a actuar.
Pero Dios rompe el freno y continua engendrando magnificas criaturas, seres salvajes cuyos alaridos rompen esta campana de cristal.
A veces, tan ligera como un pez en el agua, me muevo entre las cosas feliz y alucinada.
Y entonces supe: yo no estaba alli ni en ninguna otra parte ni habia estado nunca ni estaria.
Bajo tu tacto tiemblo como un arco en tension palpitante de flechas y de agudos silbidos inminentes
Debe haber otro modo… Otro modo de ser humano y libre. Otro modo de ser.
Era como un durazno o como una mejilla y encerraba la dicha como los labios encierran cada beso.
Mi sangre se enardece igual que una jauria olfateando la presa y el estrago pero bajo tu voz mi corazon se rinde en palomas devotas y sumidas.
No era como ahora que parecemos aventadas nubes o dispersadas hojas.
Para el amor no hay tregua, amor. La noche no se vuelve, de pronto, respirable. Y cuando un astro rompe sus cadenas y lo ves zigzaguear, loco, y perderse, no por ello la ley suelta sus garfios.
De las bocas destruidas quiere subir hasta mi boca un canto, un olor de resinas quemadas, algun gesto de misteriosa roca trabajada.
Algun dia lo sabre. Este cuerpo que ha sido mi albergue, mi prision, mi hospital, es mi tumba.
Matamos lo que amamos. Lo demas no ha estado vivo nunca.
No son nube ni flor los que enamoran; eres tu, corazon, triste o dichoso.
Para el amor no hay cielo, amor, solo este dia.
Mujer que sabe latin | Rosario Castellanos
Miro las herramientas, el mundo que los hombres hacen, donde se afanan, sudan, paren , cohabitan.
Bajo tu tacto tiemblo como un arco en tension palpitante de flechas y de agudos silbidos inminentes.
¿Como podrias estar solo a la hora completa, en que las cosas y tu hablan y hablan, hasta el amanecer?
La oscuridad engendra la violencia y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen.
Engaño en este ciego desnudarse, terror del ataud escondido en el lecho, del sudario extendido y la marmorea lapida cayendo sobre el pecho.
Ese dia de amor yo fui como la tierra: sus jugos me sitiaban tumultuosos y dulces y la raiz bebia con mis poros el aire y un rumor galopaba desde siempre para encontrar los cauces de mi oreja.
El aire no es bastante para los dos. Y no basta la tierra para los cuerpos juntos y la racion de la esperanza es poca y el dolor no se puede compartir.
El que se va se lleva su memoria, su modo de ser rio, de ser aire, de ser adios y nunca.
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