Citas Odiar
Uno no tiene derecho de amar u odiar algo si no ha adquirido un conocimiento profundo de su naturaleza.
Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu maestro.
Cuando suplique para obtener guía y actuar correctamente, tómelo tal como venga. Comprenda que es bueno y muy bueno. Entonces no habrá causa para auto apiadarse, odiarse o criticarse.
La persona no debe odiar a ningún ser viviente. Debe ser amistoso y compasivo con todos.
No debemos odiar a alguien que nos causa dolor, porque nos esta ayudando a purificarnos. Si podemos adquirir esta forma de pensar, somos yoguis de verdad.
Preferir las diversiones a la soledad, amar el placer y odiar el trabajo, anhelar la charla cuando urge meditar, revolcarse arrogantemente en el mundo. Esos cuatro modos nunca te llevaran a la liberación.
Es de hipócritas decir que amamos a la humanidad en su conjunto y odiar a quienes no adoptan nuestros puntos de vista.
No permitas que ningún ser humano te haga caer tan bajo como para odiarle.
Dominar es un modo de odiar. ¿Como puedes pensar en dominar alguien a quien amas? Si amas a alguien, entonces querrás que sea libre, independiente, le darás espacio para si mismo.
En verdad que es como la quintaesencia del orgullo odiar y temer hasta la aprobación bondadosa y legitima de los que nos aman. Quiero decir, disgustarse como de un patrocinio humillante.
Para comprender, me destruí. Comprender es olvidarse de amar. No conozco nada mas al mismo tiempo falso y significativo que aquel dicho de Leonardo da Vinci de que no se puede amar u odiar una cosa sino después de haberla comprendido.
La no violencia significa no solo evitar la violencia física externa, sino también la violencia interna de espíritu. No solo te niegas a disparar a un hombre, también te niegas a odiarle.
Así estamos, cada uno en su orilla, sin odiarnos, sin amarnos, ajenos.
El hombre de conocimiento debe ser capaz no solo de amar a sus enemigos, sino también de odiar a sus amigos.
Sabía usted que amar es mas fácil que odiar además nos mantiene llenos de alegría y bienestar.
El ser disciplinado produce una gran fuerza de voluntad. Los sentidos y la mente le obedecen con fidelidad. El hombre disciplinado toma solamente aquellos objetos que son necesarios para el mantenimiento del cuerpo sin apegarse a ellos ni odiarlos.
Odiar hunde. Amar eleva.
El pecado contra el Espíritu consiste en conocer algo como bueno y odiarlo en cuanto bueno.
Liberarte del odio es lo mismo que liberarte de tu miedo, pues el miedo es lo que produce el odio. Y si el miedo es por ti mismo, es que te estas odiando, y si anida el odio en ti, odiaras a todo el mundo.
Tenemos los ojos cansados de tanto ver, y los oídos de tanto oír, y el corazón de tanto odiar.
Solo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres.
Deja de lastimar y odiar a los demás, porque te hiere. Si te lastimas constantemente, puede llevarte a una acción que nunca puede ser perdonada por tu propia mente, por tu propia conciencia.
No hay mayor mal que uno puede sufrir, que odiar un discurso razonable.