La iluminación espiritual
La forma física no es la que respira, sino el alma. Ella esta en una meditación rítmica constante. Su pulsación mantiene la respiración y la vida de la forma. La pulsación del alma continua incluso después de la muerte del cuerpo.
Al respirar, debemos observar como la inhalación cambia a exhalación en cierto punto, y viceversa. Debemos intentar enfocarnos en cada punto, pero no aferrarnos a ninguno.
La inhalación nos trae el hombre divino y el principio de la vida en la forma de oxigeno. La exhalación expulsa el bióxido de carbono, que para el flujo de la vida.
Los que trabajan regularmente con la respiración se enferman muy raramente y se benefician con una salud y una fuerza notables.
La respiración consciente, rítmica, suministra energía al cuerpo eterice y consolida nuestra salud física.
El Plana se transmite a los seres vivos por el centro solar a través del aire.
La respiración abre un umbral a las áreas mas sutiles de nuestra existencia.