LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
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La infancia es a veces un paraíso perdido. Pero otras veces es un infierno de mierda.
Al pasado hay que hacerlo presente vivo para transformar su historia, para leerlo en otro código, para interpretarlo en el código del amor, y, cuando interpretamos el pasado en el código del amor, nuestras heridas de la infancia se sanan.
Desdichada, y aún más desdichada en mi condición mujeril, desde mi infancia he visto grandes maravillas que mi lengua no puede expresar, pero que el Espíritu de Dios me ha enseñado que debo creer.
Oh Padre rectísimo y dulcísimo, escucha en tu bondad a tu indigna sirvienta, a mí que, desde la infancia, jamás he vivido segura. Quiero, Padre, que por el amor de Dios me recuerdes en tus oraciones.
Pasé gran parte de mi infancia tardía y la adolescencia muy, muy involucrados e interesados en el arte, y sobre todo en las películas de animación.
Hay demasiadas personas que han estado analizando su pasado, su infancia, sus recuerdos, sus padres, y darse cuenta de que no hace nada, o que no hace lo suficiente.
Muchos toman el nombre de Dios después de recibir golpes en la vida. Pero el que puede ofrecer su mente como una flor a los pies del Señor desde la infancia es ciertamente bendecido.
Si quieres entender más a tus padres, haz que hablen sobre su propia infancia; y si escuchas con compasión, aprenderás de donde vienen sus miedos y patrones rígidos.
Me libero en este momento de todos los traumas de mi infancia y vivo en el amor.
Me deshago de mis temores de la infancia. Me siento seguro, soy un ser humano con poder.
La infancia y la adolescencia constituyen una auténtica oportunidad para asimilar los hábitos emocionales fundamentales que gobernarán el resto de nuestras vidas.
Mucho de lo que nos detiene en la vida son los resentimientos de larga data que se derivan de la infancia.
El amor no envejece nunca; muere en la infancia.
La mayoría de las personas piensan y actúan dentro de las limitaciones estrechas de lo que se les ha enseñado desde la infancia, sin cuestionar los supuestos básicos sobre los cuales han estructurado su visión del mundo.
He estado agradecido toda la vida a mi padre por haberme enseñado a realizar un trabajo físico desde la niñez. El aprendizaje de mi infancia me ha sido útil posteriormente más de una vez.
Si queremos llegar a la vejez con un cerebro en perfectas condiciones hay que cuidarlo a lo largo de toda la vida. Más aún, incluso desde la infancia.
Viendo campos y caminos, distancia, ¡Qué cantidad de recuerdos! De infancia, amores y amigos, distancia, que se han quedado tan lejos.
Desamor desencuentro, perdón y olvido cuerpo con mineral, pueblos trabajadores infancias pobres, cinco siglos igual.
El problema con la familia es que los hijos abandonan un día la infancia, pero los padres nunca dejan la paternidad.
Mi árbol brotó... Mi infancia pasó... Hoy bajo su sombra que tanto creció... Tenemos recuerdos mi árbol y yo.
No puedo pensar en ninguna necesidad de la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección paterna.
Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz.
La multitud no envejece ni adquiere sabiduría: siempre permanece en la infancia.
Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa en ella es maravillosa.
La religión es comparable a una neurosis de la infancia.
La vida es la infancia de nuestra inmortalidad.