Citas Datos
En otras palabras, el intelecto del adepto se convierte en una especie de caja negra en la que ya no se procesa la información recibida ni se evalúa a través de los mecanismos racionalizadores de la conciencia, sino que se limita a recibir una serie de datos y a no procesarlos.
Somos expertos buscadores de información: entre la ensalada de datos que nos ofrecen los medios, elegimos selectivamente como niños melindrosos.
Pero ¿qué es la verdad? Ante cualquier pregunta lo primero que debemos hacer es tener claro aquello sobre lo que estamos preguntando, pues la primera pista para encontrar la respuesta esta contenida en la naturaleza misma de la pregunta. La verdad en sí misma es la verdad ontológica, mientras que el conocimiento de la verdad se encuentra siempre dentro de un enunciado del lenguaje, decimos que algo es verdadero o falso, en este enunciado existen dos elementos básicos: el Sujeto que conoce y el Objeto aludido o predicado; pero no todo conocimiento es verdadero, solo cuando éste se corresponde con la verdad ontológica podemos conocer las cosas tal como son, es decir, cuando la representación mental del objeto se ajusta a sus características reales. Sin embargo esta representación nunca es exacta porque está limitada por los datos obtenidos y por factores psicológicos y sociales, de lo cual deducimos que las verdades del conocimiento no pueden ser absolutas, lo más que podemos hacer es acercarnos a la Verdad con un espíritu crítico, aunque sin caer en el escepticismo. La historia del pensamiento humano es una crónica apasionante que constituye una guía y un motivo para la reflexión, pues todos somos un poco filósofos, nuestra capacidad de abstracción nos permite acceder a una realidad superior a la de los animales.
La intuición nace directamente de la consciencia mientras el intelecto es una acción indirecta de un conocimiento que se construye a si mismo con dificultad desde lo desconocido a partir de signos, indicaciones y datos que recoge.
Solo puedes analizar los datos que tienes. Se estratégico sobre que reunir y como almacenarlo.
Siguiendo el método de su predecesor, Comte distingue tres niveles de conocimiento: el mítico o religioso, el metafísico o filosófico y el positivo o científico que sería superior a los dos anteriores. En éste último estadio el espíritu humano ya no vive de ficciones porque la ciencia positiva, que se apoya únicamente en datos empíricos, le ha descubierto lo real con unas posibilidades ilimitadas para desvelar los secretos de la naturaleza, el hombre ya no necesita a Dios para explicar el mundo.
El economista norteamericano Robert Frank, que algunos estudiantes de económicas conocen por su estupendo manual de teoría económica, explica que, del conjunto de la ciudadanía de su país, el 1% más rico se embolsó el 70% de toda la riqueza generada desde mediados de los años setenta. Para el Reino de España no hay datos equiparables que sean públicos. Pero es muy probable, según expertos fiscales que llevan años rastreando el terreno, que los datos puedan ser igualmente escandalosos, tanto que mejor mantenerlos en secreto. Nunca en la historia de la humanidad hubo tan pocos ricos tan ricos ni tantísimos pobres tan pobres.
La Red o Internet es considerada un gran aliado a la hora de potenciar la creatividad. Además utilizamos la Red para acceder a la información, comunicar, almacenar datos y divertirnos.
El paradigma materialista de la ciencia occidental ha sido un obstáculo importante para cualquier evaluación objetiva de los datos que describen los eventos que ocurren en el momento de la muerte.
Sabía usted que la memoria no existe si no acceso a datos en el universo.
El odio es el amor sin los datos suficientes.
La sabiduría es la elección del mejor de todos los datos accesibles a la inteligencia. La sabiduría opera desde su seno por eliminación.
Los peones pasados, son candidatos naturales a su promoción, y es preciso trabajar en su favor facilitando sus progresos, mientras que el adversario debe considerar a tales peones como criminales peligrosos y ejercer sobre ellos un estrecho control.
Manipulando los datos de ningún modo es, literalmente, un pecado contra el Espíritu Santo de la ciencia. No soy religioso, pero lo pongo así porque me siento tan fuerte. Es la única cosa que no siempre lo hace. Usted tiene que tener normas.
Sabía usted que es interesante notar que muchos símbolos e imágenes con significado especifico y propio, se quedan almacenados en esta nuestra base de datos interior.
Obtén tus datos primero, luego puedes distorsionarlos como quieras.
La astrología paso a ser una disciplina esotérica, una mezcla de observaciones matemáticas cuidadosas y un registro de datos con pensamientos confusos y mentiras piadosas.
Me propongo listar algunos de ellos aquí y analizarlos. Algunos son realmente interesantes y sin duda merecerían una entrada por sí solos, pero creo que es mejor juntarlos todos y darles puerta de forma breve y concisa. La dificultad que entrañan es que son argumentos radicales, que van a la raíz misma de la discordia. Es fácil refutar una magufada cuando hablamos de datos y hechos, pero estos temas se sitúan, en cambio, al nivel de la filosofía de la ciencia. Un campo en el que lamentablemente los científicos están muy poco entrenados. La filosofía de la ciencia puede llegar a ser muy difícil -“una salvajada” recuerdo que la llamaba una profesora mía de neurociencia cognitiva-, pero es algo que ayuda muchísimo a la labor científica y que valdría la pena impartir más en las facultades de ciencias.
Sabía usted que el subconsciente absorbe toda información que percibimos durante el día, sin importar que sea benéfica o dañina y es ahí donde se van guardando estos datos.
Lo que se transmite es experiencia, no información. La información son datos, pero no es lo único, la esencia es la practica personal. Como las artes marciales, que no se pueden aprender por correspondencia.
En realidad, no importa – Krishna o Cristo – el nombre es el mismo. El punto principal es seguir los mandatos de las escrituras védicas que recomiendan cantar el nombre de Dios en esta era.
Hasta los mandatos del destino quedan cancelados si uno toma refugio en Dios.