La iluminación espiritual

Frases Axioma

Citas Axioma


El gran objetivo de toda ciencia es cubrir el mayor número de hechos empíricos por deducción lógica a partir del menor número de hipótesis o axiomas.

Este axioma es paradójico: Ninguna persona puede dejar de comportarse y, dado que cualquier conducta conlleva un acto de comunicación, es imposible no comunicarse.

Junto con Platón y Aristóteles forman los tres pilares de la filosofía grecorromana, que se inicia en el siglo VI antes de Cristo hasta la caída de Roma (476 d. C). Este filósofo supone el descubrimiento de la razón para los griegos, Sócrates llegó al convencimiento de que muchos de sus conciudadanos, incluso aquellos que eran tenidos por sabios, no basaban sus conocimientos en fundamentos lógicos sino en memorizar lo que habían aprendido de otros, lo cual no significa un conocimiento verdadero. Por tanto era necesario partir de nuevo, de cero y olvidar todo lo aprendido: "Solo sé que no sé nada", a partir de este axioma es posible reconstruir el camino hacia la verdad, mediante un esfuerzo puramente racional hasta descubrir la respuesta. Despojadas de todo prejuicio, las ideas que se han ido gestando en la mente, brotan como en un alumbramiento repentino y feliz (EUREKA). Por primera vez se planteaba la salvación del alma, para ello es necesario conocerse a sí mismo.

Unos axiomas simples sobre el comportamiento en las relaciones humanas. Si queréis comunicaros, sed mas amorosos, es necesario el amor, no el lenguaje.

Después del paréntesis de la Edad Media el conflicto entre la fe y la razón empieza a decantarse poco a poco a favor de ésta última, pero los descubrimientos científicos de Copérnico y Galileo ponen de manifiesto la forma como nos engañan las apariencias: ni la Tierra es plana ni está inmóvil y no es el sol el que se mueve alrededor sino al contrario. La veracidad de los juicios humanos despierta cierta incertidumbre puesto que las cualidades que atribuimos a los objetos son percepciones nuestras que pueden deformar la realidad, la fe en el hombre renacentista parece tambalearse. Siguiendo el ejemplo de Sócrates, Descartes empieza a replantearse todo el saber de su tiempo hasta dudar de todo conocimiento. ¿Cómo estar seguro de algo? Lo único que puedo afirmar es que dudo y si dudo pienso, luego entonces existo. Esta duda metódica nos lleva a un nuevo axioma: "Pienso, luego existo", partiendo de esta verdad incuestionable se puede establecer un criterio de certeza mediante el cual no es posible dudar de la realidad; por tanto toda idea que se presenta a la mente de una forma clara y distinta supone una evidencia necesariamente verdadera. Siguiendo este discurso de entre todas las ideas hay una que destaca como una marca innata e imborrable: La idea de perfección que Descartes identifica con Dios, cuya bondad garantiza la existencia de las entidades externas al Sujeto.

Una buena relación no permite la duda afectiva. Cuando el amor racional y el sentimiento valen la pena; Es tangible, incuestionable y casi axiomático.