La iluminación espiritual
El Señor, marca la caída del gorrión mas pequeño. Sabe como muchos con autoridad tratan a los enfermos y a los ancianos.
Locamente enamorados al cabo de tantos años de complicidad estéril, y llegaron a ser tan felices, que todavía cuando eran dos ancianos agotados seguían retozando como conejitos peleándose como perros.
Amar a los ancianos es reconocer que algún día nosotros fuimos responsabilidad de ellos, amarlos, es una forma de amar nuestro futuro.
Sabía usted que los ancianos son felices por estar cerca a Dios.
Todo el mundo ama a una persona, que obedece / se inclina ante Dios, los santos, la madre, el padre y otros ancianos. Siempre aprende a ser respetuoso con ellos.
No hacer nada es la felicidad de los niños y la desgracia de los ancianos.