El evangelio de la verdad

El evangelio de la verdad es alegría para quienes han recibido del Padre de la verdad el don de conocerle, por el poder del Logos desciende la verdad.

VALENTIN

El Códice o Jung Codex

El texto del Evangelio de la Verdad procede del Códice.

El texto del Evangelio de la Verdad procede del Códice I (también llamado Jung Codex) de la Biblioteca de Nag-Hammadi. Se encuentra tras el Evangelio de Santiago, en un intento, por parte del copista, de organizar los textos temáticamente. De este evangelio se tenían noticias desde antiguo pero no existía copia o fragmento conocido hasta el descubrimiento de ésta biblioteca de maravillas gnósticas. Su autor es el propio Valentín y, por tanto, el original fue escrito en el siglo II.

  1. El evangelio de la verdad es alegría para quienes han recibido del Padre de la verdad el don de conocerle, por el poder del Logos quien viene de la plenitud que queda dentro del pensamiento y la mente del Padre. Éste es él quien se llama el Salvador--así siendo el nombre de la obra que él ha de hacer para la expiación de quienes eran ignorantes del nombre del Padre.
  2. Pues el evangelio es la revelación del esperado, es el descubrimiento de sí mismos, quienes lo buscan. Ya que todos estaban buscando a él de quien habían emergido--y todos quedaban dentro de él, el inconcebible incomprensible, él que existe más allá de todo pensamiento. Por eso la ignorancia referente al Padre causaba ansiedad y miedo. Entonces la ansiedad se condensó como una niebla, hasta que nadie podía ver.
  3. Así el engaño creció fuerte, ideando su materia en vaciedad e ignorancia de la verdad, preparándose para substituir una fabricación potente y seductora, por la verdad. Pero esto no fue ninguna humillación para él, el inconcebible incomprensible. Pues la ansiedad y el olvido y la fabricación engañosa, no eran nada--mientras que la establecida verdad es inmutable, imperturbable y de una belleza inadornable. ¡Por eso despreciad el engaño! No tiene raíces y estaba en una neblina referente al Padre, preparando labores y olvidos y temores, para tentar a ellos de la transición y capturarlos.
  4. El olvido del engaño no fue hecho como una revelación, no es una obra manual del Padre. El olvido no ocurre bajo la dirección de él, aunque bien sucede a causa de él--ya que lo que existe dentro de él, es conocimiento. Esto se revela para que el olvido se disuelva y el Padre sea conocido. Puesto que el olvido ocurrió porque el Padre no se conocía, después cuando el Padre se conozca ya no habrá más olvido.
  5. Este es el evangelio de quien se busca, que él ha revelado a los perfeccionados por las misericordias del Padre como el misterio secreto: ¡Ieohshúa el Cristo! Él alumbró a quienes estaban en la oscuridad a causa del olvido. Los iluminó. Les dio un sendero y ese sendero es la verdad que él proclamó.
  6. Por eso el engaño se enfureció con él y lo persiguió para suprimirlo y eliminarlo. Fue clavado a un árbol,* se hizo el fruto de conocer al Padre. No obstante, no causó la muerte a quienes lo consumieron, sino que a quienes lo consumieron les dio un regocijo en tal descubrimiento. Porque él los encontró dentro de sí mismo, y ellos lo encontraron dentro de sí mismos: el inconcebible incomprensible, el Padre, este perfecto quien creó a la totalidad, dentro de quien la totalidad existe y de quien la totalidad tiene necesidad. Porque él había retenido dentro de sí mismo el perfeccionamiento de ellos, el cual todavía no había conferido en todos ellos.
  7. El Padre no es celoso, pues ¿qué envidia podría haber entre él y sus miembros? Porque si el modo de esta época hubiera prevalecido, no habrían podido venir al Padre, quien retiene dentro de sí mismo la realización de ellos y quien se la confiere a ellos como un retorno a él, con un conocimiento único en perfección. Él es, quien ordenó la totalidad. Y la totalidad se contiene en él y la totalidad tenía necesidad de él. Es semejante a una persona a quien algunos habían ignorado, aunque él desea que lo conozcan y le amen. Pues ¿de qué carecían todos, excepto el conocimiento del Padre?
  8. Así él llegó a ser un guía reposado y sosegado en el lugar de instrucción. El Logos vino al medio y habló como el maestro designado para ellos. Se acercaron quienes se consideraban a sí mismos como sabios, poniéndole a prueba--pero él les avergonzó en su propia vanidad. Le odiaron, porque no eran verdaderamente sabios. Entonces, después de todos ellos, se acercaron también los niñitos, quienes conocen al Padre. Habiendo sido confirmados, conocieron las formas-del-rostro del Padre. Conocieron, se conocieron; se glorificaron, glorificaron. El viviente libro de la vida fue revelado dentro del corazón de ellos, éste que se inscribe en el pensamiento y la mente del Padre y que ha quedado dentro de su incomprensibilidad desde antes de la fundación de la totalidad. Nadie puede quitar este (libro), porque fue designado para él quien lo tomaría y sería matado.
  9. Ninguno de los que confiaban en la salvación, podría manifestarse a menos que este libro hubiese venido al centro. Por eso el misericordioso y fiel--¡Ieohshúa!--con paciencia padeció los sufrimientos para tomar este libro, ya que él sabía que su muerte se haría vida para muchos. Tal como la fortuna del difunto dueño de la propiedad queda en secreto hasta que se abra su legado, igualmente la totalidad quedó escondida mientras el Padre de la totalidad estaba invisible--éste por quien todas las dimensiones se originan. Por eso se apareció Ieohshúa, vestido en aquel libro.
  10. Él fue clavado a un árbol, para publicar el decreto del Padre en la cruz.¡Oh enseñanza sublime, por la que él se humilló a si mismo hasta la muerte aunque vestido en la vida eterna! Él quitó los trapos de la mortalidad para ponerse esta inmortalidad, la cual nadie le puede quitar. Entrando en los espacios vacíos de los terrores, él sacó a quienes habían sido despojados por el olvido. Actuando con conocimiento y perfección, él proclamó lo que hay dentro del corazón [del Padre, para] hacer sabios a quienes han de recibir la enseñanza. Pues quienes son instruidos son los vivientes, inscritos en este libro de la vida, quienes se enseñan y reciben a sí mismos por medio del Padre para volverse a él de nuevo.
  11. Ya que la perfección de la totalidad queda dentro del Padre, es requisito que todos asciendan a él. Cuando alguien conoce, recibe las cosas que son suyas y las recoge. Pues el ignorante tiene una falta--y lo que falta es grandioso, porque lo que falta es aquél que le haga perfecto. Ya que la perfección de la totalidad queda dentro del Padre, es requisito que todos asciendan a él. Así cada uno y todos reciben a sí mismos.
  12. Él los inscribió en adelante, habiendo preparado este regalo para quienes emergieron de él. Todos ellos de cuyos nombres él tenía presciencia, son llamados al final. Así quien conoce, tiene su nombre expresado por el Padre. Pero aquel cuyo nombre no ha sido expresado, queda ignorante. ¿Cómo en verdad puede responder alguien, cuyo nombre no ha sido llamado? Pues el que queda ignorante hasta el final, es un producto del olvido, con el cual desaparecerá. Por otra parte, ¿por qué en verdad no hay ningún nombre para aquellos miserables, y por qué no responden al llamamiento?
  13. Así alguien con conocimiento, es de arriba. Cuando es llamado, oye y responde y vuelve a quien le llamó, ascendiendo a él. Y descubre quién es, él que le llama. Al conocerlo, cumple la voluntad de quien le llamó. Desea agradarle, y otorgado el reposo, recibe el nombre del Uno. Quien conoce, así descubre de donde ha venido y adonde va. Entiende como alguien que se embriagó y que ha sacudido su embriaguez y vuelto a sí mismo, para poner verticales esas cosas que son suyas.
  14. Él ha traído a muchos de vuelta desde el engaño. Antes de ellos, él entró en los espacios por los cuales sus corazones habían emigrado al extraviarse, debido a la profundidad de quien rodea todas las dimensiones sin ser rodeado. Es una gran maravilla que quedaban dentro del Padre sin conocerlo y que podían apartarse a sí mismos, porque no podían ni comprender ni conocer a él dentro de quien quedaban. Así la voluntad de él todavía no había emergido desde dentro de él. Pues él se reveló a si mismo, para que todas sus emanaciones se reunieran con él en el conocimiento.
  15. Así es el conocimiento del libro viviente, por medio del cual al final el (Padre) se ha manifestado a los eternos, como el alfabeto de la a revelación de sí mismo. Estas (letras) no son vocales ni consonantes, de tal forma que alguien podría leerlas y pensar en la vaciedad. Sino que ellas son el alfabeto verdadero, según el cual son expresados ellos mismos que lo conocen. Cada letra es un pensamiento perfecto, cada letra es semejante a un libro completo, escrito en el alfabeto de la unidad por el Padre--por quien son escritos los eternos a fin de que por el alfabeto de él pudieran conocer al Padre.
  16. Su sabiduría medita sobre el Logos, su enseñanza lo expresa, su conocimiento lo reveló, su dignidad es coronada por él, su alegría se une a él, su gloria lo exaltó, su apariencia lo manifestó, su reposo lo recibió, su amor lo encarnó, su fe lo abrazó.
  17. De esta manera la significación del Padre entra en la totalidad como el fruto de su corazón y la forma-del-rostro de su voluntad. Pero él los sostiene a todos, les expía y además asume la forma-del-rostro de cada uno, purificándolos, trayéndolos de vuelta--dentro del Padre, dentro de la Madre, Ieohshúa de bondad infinita. El Padre destapa su seno, que es la Espíritu Santa, revelando su secreto. ¡Su secreto es su Hijo! Así por las compasiones del Padre, los eternos le conocen. Y cesan su trabajo de buscar al Padre y reposan dentro de él,sabiendo que esto es el reposo.
  18. Habiendo rellenado la deficiencia, él disolvió el esquema. Pues el esquema es este mundo en el cual él sirvió de esclavo, y la deficiencia es el lugar de celos y disputas. Pero es perfecto el lugar de la unidad. Ya que la deficiencia sucedió porque el Padre no era conocido, en consecuencia cuando el Padre se conozca, ya no habrá ninguna deficiencia. Tal como referente a la ignorancia, cuando alguien conoce, la ignorancia se disuelve de sí misma--y también como la oscuridad se dispersa cuando brilla la luz--así también la deficiencia desaparece cuando aparece la perfección. Así desde aquel momento en adelante ya no hay más esquema, sino que (eso) desaparece en la fusión de la unidad. Porque ahora sus participaciones se igualan, en el instante en que la fusión perfecciona a los espacios.
  19. Cada uno se recibirá a sí mismo en la unificación y se purificará desde la multiplicidad hacia la unidad en el conocimiento--consumiendo la materia dentro de sí como una llama, la oscuridad con la luz, y la muerte con la vida. Ya que estas cosas así han ocurrido a cada uno de nosotros, es apropiado que pensemos en la totalidad para que la casa sea sagrada y silenciosa por la unidad.
  20. Es semejante a algunos que mueven jarras de sus sitios apropiados a sitios inseguros, donde se quiebran. Sin embargo, el dueño de la casa no sufrió ninguna pérdida, sino que se regocijó, porque esas jarras defectuosas se reemplazaron por éstas que son totalmente perfectas. Este es el juicio que ha venido de arriba, como una espada de doble filo desenvainada para cortar en este y ese lado, cuando cada uno sea juzgado.
  21. Vino al centro el Logos, el cual queda dentro del corazón de quienes lo expresan. Esto no fue un mero sonido, sino que fue encarnado. Una gran perturbación sucedió entre las jarras--pues he aquí se vaciaron unas, se llenaron otras, se suministraron unas, se volcaron otras, se limpiaron unas, se quebraron otras. Todos los espacios temblaron y se agitaron, sin tener ni orden ni estabilidad. El engaño estaba angustiado por no discernir qué hacer--apenado y lamentando y cortando-el-cabello por no entender nada.
  22. Entonces cuando el conocimiento se acercó con todas sus emanaciones, aniquiló el engaño, el cual se vació en la nada. La verdad vino al centro, y todas sus emanaciones conocieron y abrazaron al Padre en verdad y se unieron con él en un poder perfecto. Porque cada uno que ama a la verdad, se pega con su lengua a la boca del Padre al recibir la Espíritu Santa. La verdad es la boca del Padre, su lenguaje es la Espíritu Santa junta a él en la verdad. Esta es la revelación del Padre y su auto-manifestación a sus eternos. Él ha revelado su secreto, explicándolo todo.
  23. ¿Pues quién es el existente, aparte del Padre solitario? Todas las dimensiones son sus emanaciones, conocidas al emerger de su corazón, semejante a los hijos de una persona madura que los conoce. Cada uno a quien el Padre engendra, no había recibido ni forma ni nombre previamente. Entonces se formaron por el auto-conocimiento de él. Aunque en verdad habían quedado dentro de su ente, no lo habían conocido. El Padre sin embargo conoce perfectamente a todas las dimensiones, las cuales quedan dentro de él.
  24. Cuando él decida, manifiesta a quienquiera que desea, formándolo y nombrándole. Y al darle nombre, él lo causa que llegue a ser. Antes de que llegaran a ser, éstos ciertamente ignoraban a quien los formó. No obstante, no digo que no son nada, quienes no han llegado a ser todavía--sino que pre-existen dentro de él quien intentará que lleguen a ser cuando él lo desee, como una estación que todavía no ha venido. (El Padre) conoce lo que va a producir en adelante, antes de que cualquiera se manifieste. Mas el fruto que todavía no se ha manifestado, ni conoce ni logra nada. Así todas las dimensiones quedan dentro del Padre, el cual existe, del cual emergen y que las estableció para sí mismo de la nada.
  25. Quien carece de raíz también carece de fruto. Pero a pesar de eso, piensa en sí mismo: He llegado a ser y por eso falleceré--porque todo lo que (antes) no existía (todavía, después ya) no existirá. Por eso, ¿cómo desea el Padre que tal persona piense en sí misma?: ¡He sido como las sombras y los fantasmas de la noche! Cuando brille el alba sobre él, esta persona averiguará que el terror que lo había agarrado no era nada. Así eran ignorantes del Padre, porque no lo vieron. En consecuencia, sucedieron terror y agitación y debilidad y duda y división, con muchas decepciones y ficciones vacías actuando a través de estos.
  26. Era como si se hundiesen dormidos y se encontraran a sí mismos en sueños turbados--o huyendo hacia alguna parte, o impotentemente persiguiendo a otros, o dando golpes en peleas, o sufriendo golpes ellos mismos, o cayendo de un lugar alto, o volando por el aire sin alas. A veces aun parece como si se asesinaran, aunque nadie los persigue, o como si ellos mismos estuvieran asesinando a sus vecinos ya que son manchados con su sangre.
  27. Entonces viene el momento cuando los que han padecido todo esto despiertan, y ya no ven todas aquellas penas--porque no son nada. Tal es la vía de quienes han desechado ignorancia como el surgimiento y no lo consideran como nada, ni consideran sus acontecimientos diversos como verdaderos, sino que lo dejan atrás como un sueño de la noche. ¡Conocer al Padre, trae el alba! Así ha hecho cada uno, durmiendo durante el tiempo en que era ignorante. Y así, de este modo despierto, viene al conocimiento.
  28. ¡Qué bueno para la persona que vuelve en sí misma y despierta, y bendita sea quien cuyos ojos ciegos han sido abiertos! Y la Espíritu corrió tras él, resucitándolo rápidamente. Extendiendo su mano a quien estaba postrado en el suelo, ella puso en pie a quien todavía no se había levantado. Pues el conocimiento que da entendimiento es por medio del Padre y la revelación de su Hijo. Una vez que lo han visto y oído, les concede saborear y oler y tocar al amado Hijo.
  29. Cuando apareció, diciéndoles acerca del incomprensible Padre, él sopló hacia adentro de ellos lo que está en el pensamiento de realizar su voluntad. Muchos recibieron la luz y volvieron a él. Pero los materialistas eran ajenos y no vieron su semejanza ni le conocieron, aunque él emergió en forma encarnada. Nada obstruye su camino--porque la inmortalidad es indomable. Además él proclamó de antemano lo que era nuevo, expresando lo que queda dentro del corazón del Padre y poniendo de manifiesto el Logos sin defecto.
  30. La luz habló por la boca de él, y su voz engendró la vida. Él les dio el pensamiento de sabiduría, de misericordia, de salvación, de la espíritu de poder, de la infinidad y la bondad del Padre. Él abolió castigo y tormento, porque éstos causaron a unos con necesidad de misericordia, que se extraviaran de su rostro en engaño y esclavitud. Y con poder él les perdonó, y les humilló en conocimiento.
  31. Él llegó a ser un sendero para los desviados, conocimiento para los ignorantes, descubrimiento para los buscadores, estabilidad para los vacilantes, y pureza inmaculada para los contaminados.
  32. Él es el pastor quien dejó atrás las 99 ovejas no-perdidas, para buscar a ésta que se había desviado. Y se regocijó cuando la encontró. Ya que 99 es un número que se calcula en la (mano) izquierda, la cual lo enumera. Pero cuando se añada 1, la suma entera pasa a la (mano) derecha. Así acontece con aquél que le falta el Uno, el cual es la mano derecha entera--él toma de la izquierda lo que es deficiente para transferirlo a la derecha, y de esta manera el número llega a ser 100. Pues la significación de lo que está dentro de estas palabras, es el Padre.
  33. Incluso en el shabat, él trabajó para la oveja que encontró caída dentro del hoyo. Él restauró la oveja a la vida, trayéndola hacia arriba del hoyo, para que vosotros Hijos del entendimiento del corazón discernierais este shabat en que la obra de la salvación nunca debe cesar, y para que hablarais desde este día que queda arriba, que no tiene noche, y desde la luz perfecta que nunca tiene ocaso.
  34. Hablad, por eso, desde vuestros corazones, porque sois este día perfecto y dentro de vosotros mora esta luz eterna. Hablad de la verdad con quienes la buscan, y del conocimiento a aquellos que por engaño han transgredido. Sostened a quienes tropiezan, extended vuestra mano a los enfermos, alimentad a los hambrientos, regalad reposo a los cansados, levantad a quienes anhelan levantarse, despertad a los dormidos--¡porque vosotros sois la sabiduría que rescata!
  35. Así la fuerza crece en acción. Atendeos a sí mismos--no os preocupéis con aquellas otras cosas, las cuales ya habéis echado fuera de sí mismos. No os volváis a lo que ya habéis vomitado, no seáis comidos por polillas, no seáis comidos por gusanos--porque ya habéis echado eso fuera. No os convirtáis en un lugar para el Diablo, porque ya lo habéis eliminado. No reforcéis esas cosas que os causaban tropezar y caer. ¡Así es la rectitud!
  36. Pues quien viola a la Torah, se hace daño a sí mismo más que el juicio lo daña. Porque realiza sus obras ilícitamente, mientras el justo efectúa sus obras para el bien de otros. Haced por eso la voluntad del Padre, porque sois de él. Pues el Padre es bondadoso y las cosas son buenas por su voluntad. Él ha tenido en cuenta lo vuestro, para que os tranquilicéis referente a tales cosas--pues en su fructificación se reconoce a quienes pertenecen.
  37. Los Hijos del Padre son su fragancia, porque proceden de la gracia de su rostro. Por eso el Padre ama su fragancia y la manifiesta por todas partes. Y mezclándola con la materia, él confiere su propia fragancia sobre la luz, y en su reposo la exalta encima de cada semejanza y cada sonido. Pues no son los oídos que aspiran la fragancia, sino la respiración (espíritu) tiene el sentido de oler y la aspira a sí mismo--y así alguien se bautiza en la fragancia del Padre.
  38. De esta manera él la trae al puerto, aspirando su fragancia original que se había enfriado, al lugar de donde había salido. Era algo que, en forma psíquica, se había convertido como agua fría penetrada en suelo suelto, de tal forma que quienes lo ven lo consideran lodo. Entonces, cuando sopla una brisa cálida y fragante, se evapora de nuevo. Así la frialdad resulta de la separación. Por eso vino el fiel--para abolir la división y traer la plenitud calurosa del amor,para que el frío no volviera, sino que hubiera la unificación del pensamiento perfecto. Ésta es la significación del evangelio del descubrimiento de la plenitud por quienes esperan la salvación que viene de las alturas. Prolongada es la esperanza de quienes están anticipando--cuya semejanza es la luz que no contiene sombra--en aquel momento cuando la plenitud venga por fin.
  39. La deficiencia de la materia no se originó por la infinidad del Padre, quien vino en el tiempo de insuficiencia--aunque nadie podía decir que el indestructible llegaría en esta manera. Pero la profundidad del Padre abundó, y el pensamiento del engaño no quedó con él. Es un concepto para caerse uno postrado, es una idea para reposarse uno--ser puesto vertical en los pies, al ser encontrado por éste quien vino para traerlo de vuelta. Pues el retorno es llamado: ¡Metanoia !
  40. Por eso el imperecedero sopló--para seguir detrás del transgresor, para que pudiera tener reposo. Pues perdonar es quedarse atrás con la luz, el Logos de la plenitud, dentro de la deficiencia. Así el médico se da prisa para ir al lugar donde hay enfermedad, porque éste es el deseo de su corazón. Pero quien tiene una falta, no puede esconderla de él que tiene lo necesario. Así la plenitud, que no tiene ninguna deficiencia, llena la falta de nuevo.
  41. (El Padre) regaló de su esencia para rellenar a quien tiene falta, a fin de que recibiera la gracia. En el tiempo de su deficiencia, no tenía gracia. Así donde se ausenta la gracia, hay inferioridad. En el tiempo cuando recibió esta pequeñez que faltaba, (entonces el Padre) le reveló una plenitud, la cual es este descubrimiento de la luz de la verdad que le alboreó en inmutabilidad. Por eso se invocó a Cristo entre ellos--para que recibieran su propio regreso. Él unge a los turbados con el crisma. El ungüento es la compasión del Padre, quien tendrá misericordia sobre ellos. Ya que quienes él ha ungido, son perfeccionados.
  42. Pues las jarras que están llenas, son las que son lacradas. Ya cuando se destruye su lacre, la jarra se va vaciando. Y la causa de su vaciamiento, es la ausencia de su lacre. Pues entonces, algo en la dinámica del aire lo evapora. Pero no se vacía nada de la (jarra) de la cual ningún lacre ha sido quitado, ni sale nada, sino que el Padre perfecto rellena lo que hace falta.
  43. Él es bueno. Conoce sus plantitas, pues él es quien las sembró en su paraíso. Pues su paraíso es su dominio de reposo. Ésta es la perfección en el pensamiento del Padre y éstos son los logoi de su meditación. Cada uno de sus logoi es el producto de su voluntad unitaria, en la revelación de su significación. Mientras quedaban todavía en las profundidades del pensamiento de él, el Logos fue el primero que emergió. Además él los reveló de una mente que expresa al Logos único en la gracia silenciosa llamada pensamiento, puesto que ellos existían allí adentro antes de ser manifestados. Así sucedió que (el Logos) fue el primero que emergió, al tiempo en que agradó la voluntad de él quien lo intentó.
  44. Pues la voluntad del Padre es lo que reposa dentro de su corazón y le agrada. Nada existe sin él, ni sucede nada sin la voluntad del Padre. Pero su voluntad es insondable. Su voluntad es su sello, y nadie puede determinarla ni anticiparla para controlarla. Pero cuando él mande, lo que ordena sí existe--aunque percibirlo no les guste. Éstos no son nada frente al rostro de Dios y la voluntad del Padre. Porque él conoce el principio y el término de todos--al fin, les interrogará cara-a-cara. Pues el fin es recibir el conocimiento de éste que se escondía. Porque éste es el Padre--éste de quien el origen emergió, éste a quien todos volverán que emergieron de él. Ya que han sido manifestados para la gloria y la alegría del nombre de él.
  45. Pues el nombre del Padre es el Hijo. (El Padre) primeramente le dio nombre a quien emergió de él y es él mismo. Y él lo engendró como un Hijo. Él le confirió su propio nombre. Es el Padre quien, de su corazón, posee todas las cosas. Él tiene el nombre, él tiene al Hijo que se puede ver. Pero su nombre es trascendental--porque es el único misterio del invisible, que viene por él a oídos enteramente llenos de sí.
  46. Pues en verdad el nombre del Padre no se pronuncia, sino que se manifiesta como un Hijo. En consecuencia, ¡grandioso es el nombre! ¿Quién por eso podría proclamar un nombre para él, el nombre supremo, excepto solo él cuyo nombre éste es?--junto con los Hijos del Nombre, aquellos dentro de cuyo corazón el nombre del Padre reposa y quienes igualmente reposan en su nombre. Porque el Padre es invariable, es solo él quien lo engendró como su propio nombre, antes de que formara a los eternos, para que el nombre del Padre sería Amo sobre sus cabezas--éste quien es verdaderamente el nombre, seguro en su mandato del poder perfecto.
  47. El nombre no es mera palabrería, ni es mera terminología, sino que es trascendental. Él solo le nombró, él solo viéndolo, él solo teniendo el poder de regalarle nombre. Quien no existe, no tiene nombre--¿pues qué nombres se dan a las nadas? Pero este existente, existe junto con su nombre. Y solo el Padre lo conoce y él solo le da nombre.
  48. El Hijo es su nombre. Él no lo mantuvo escondido como un secreto--sino que el Hijo vino a ser y (el Padre) solo le nombró. Así el nombre pertenece al Padre, tal que el nombre del Padre es el Hijo. ¿De qué otra manera podría la compasión encontrar nombre, excepto por medio del Padre? Ya que después de todo, cualquier fulano le dirá a su compañero: ¿Quién podría dar nombre a alguien que ya existía?--¡como si los niños no recibieran así sus nombres por quienes los parieron!
  49. Así en primer lugar es apropiado que pensemos sobre este tema: ¿Qué es el nombre? Verdaderamente, (el Hijo) es el nombre--así también él es el nombre desde el Padre. Él es el existente nombre del Amo. Así él no recibió el nombre en préstamo tal como los otros, según el diseño de cada individuo que sería creado dentro de su corazón. Pues él es el Nombre Señorial. No hay ningún otro a quien se le confirió, sino que él era innombrable y (el nombre) era inefable, hasta el tiempo en que él, que es perfecto, lo expresó al único (Hijo). Y él es, quien tiene el poder de expresar su nombre y de verlo. Así le agradó en su corazón que su querido nombre fuera su Hijo, y le dio el nombre--a éste que emergió de la profundidad.
  50. (El Hijo) expresó su secreto, sabiendo que el Padre es benévolo. Precisamente por eso, trajo a éste adelante--para que pudiera hablar del dominio y de su lugar reposado de donde él vino y para rendir gloria a la plenitud, la majestad de su nombre y la bondad del Padre. Él hablará acerca del dominio del cual cada uno vino--y cada uno que emergió de aquel lugar, rápido volverá allí de nuevo para compartir el regalo de su substancia en el lugar donde él estaba de pie, recibiendo el sabor de aquel lugar, recibiendo alimento y crecimiento. Y su plenitud es el propio dominio de su reposo.
  51. Así todas las emanaciones del Padre son plenitudes y la fuente de todas sus emanaciones queda dentro de su corazón, de que todas ellas florecen. Él les confirió sus destinos. De esta manera se manifiesta cada uno, tal como por su propia meditación [vuelven] al lugar donde dirigen su pensamiento. Ese lugar es su fuente, la cual los levanta por todas las alturas del cielo hacia el Padre. Alcanzan hasta su cabeza, que se hace el reposo de ellos. Y son abrazados al acercarse, al punto de que dicen que han compartido de su rostro en besos. Sin embargo, no se manifiestan así por exaltarse a sí mismos. Ellos ni carecen de la gloria del Padre, ni piensan que él sea trivial ni amargo ni furioso. Sino que él es benévolo, imperturbable y bondadoso--conociendo a todas las dimensiones antes de que entren en la existencia, y sin necesidad de edificación.
  52. Esta es la forma de quienes pertenecen a las alturas, por la grandeza del inmensurable, mientras esperan al único y perfecto, él quien se hace a sí mismo allí para ellos. Y no descienden al domicilio de los muertos. No tienen ni celos ni lamentación ni mortalidad allí entre ellos, sino que reposan dentro de él quien es reposado. No son ni turbados ni errantes referente a la verdad, sino que ellos mismos son la verdad. El Padre queda dentro de ellos y ellos quedan dentro del Padre perfeccionados y hechos indivisibles en lo verdaderamente bueno, no faltando nada, sino regalados con el reposo y refrescados en la Espíritu. Y obedecerán a su fuente en ocio, éstos dentro de quienes se encuentra la raíz de él y quienes no hacen daño a ningún alma. ¡Éste es el lugar de los benditos, éste es su lugar!
  53. Así, que los demás comprendan en sus lugares que no es apropiado para mí, habiendo estado en el dominio del reposo, decir nada más. Pero es dentro de su corazón, donde quedaré--siempre devoto al Padre de la totalidad, junto con esos Hermanos verdaderos sobre quienes se derrama el amor del Padre y entre quienes no hay carencia de él. Estos son quienes en verdad son manifestados, existentes en la vida verdadera y eterna y hablando de la luz perfecta que se llena con la simiente del Padre y quienes quedan dentro de su corazón y en la plenitud y en quienes se regocija la Espíritu de él, glorificándole dentro de quien existen. Él es bueno, y sus Hijos son perfectos y dignos de su nombre. Porque son niños de esta clase que él, el Padre, desea.