LA SABIDURÍA DEL CUENTO ZEN
Lo autentico vale mas que lo aprendido.
Un zapatero remendón acudió al rabino Francisco y le dijo: No se que hacer con mi oración de la mañana. Mis clientes son personas pobres que no tienen mas que un par de zapatos. Yo se los recojo a ultima hora del día y me paso la noche trabajando; al amanecer, aun me queda trabajo por hacer si quiero que todos ellos los tengan listos para ir a trabajar. Y mi pregunta es: ¿Que debo hacer con mi oración de la mañana?
Pregunto el rabino Francisco : ¿Que has venido haciendo hasta ahora?
Unas veces hago la oración a todo correr y vuelvo enseguida a mi trabajo; pero eso me hace sentirme mal. Otras veces dejo que se me pase la hora de la oración, y también entonces tengo la sensación de haber faltado; y de vez en cuando, al levantar el martillo para golpear un zapato, casi puedo escuchar como mi corazón suspira: ¡Que desgraciado soy, pues no soy capaz de hacer mi oración de la mañana!
Le respondió el rabino Francisco : Si yo fuera Dios, apreciaría mas ese suspiro que la oración.
MORALEJA
Una de las energías del amor es la oración. Las religiones y las Iglesias organizadas la han destruido. Te han dado oraciones prefabricadas. La oración es un sentimiento espontaneo. Deja que tu oración sea un fenómeno espontaneo. Si ni siquiera tu oración es espontanea, entonces ¿que mas puede ser espontaneo? Si tienes que ser prefabricado incluso con Dios, ¿cuando vas a ser autentico, sincero y natural?
Incorpora el amor a tu oración. ¡Entonces podrás decir algo! Es hermoso, es un dialogo con el universo.
Pero si oras espontáneamente, la gente pensara que estas loco. Toman la espontaneidad por locura. Creen que las formalidades son sanas. Y la realidad es justo lo contrario. Si entras en un templo y repites una oración de memoria eres tonto. ¡Ten una conversación de corazón a corazón! La oración es hermosa, a través de ella empezaras a florecer.
La oración es estar enamorado, enamorarse de la totalidad. Es un bello gesto, no estas muerto. Pero cuando rezar repetitivamente no es orar, porque al rezar Dios no te escucha. Se trata de una relación en la que estas muy implicado, te enfadas. A veces te sientes muy bien, estas agradecido, das las gracias; a veces te desanimas. Pero deja que sea una relación viva. Entonces, será una oración sincera. Repetir todos los días lo mismo como si fueses un gramófono, eso es rezar como un loro.
La oración debería ser una experiencia viva, un dialogo de corazón a corazón. Y si es de corazón, pronto sentirás que no solo estas hablando, sino que la respuesta esta ahí. Entonces, la oración ha alcanzado su madurez. Cuando sientes la respuesta, cuando sientes que no estas hablando tu solo —si es un monologo sigue sin ser una oración—, entonces se convierte en un dialogo. No solo hablas, sino que escuchas.
Y toda la existencia esta preparada para responderte. Cuando tu corazón se abre, la totalidad te responde.