Se le acercaron a Jesús de Nazaret sus discípulos y le señalaron las construcciones del templo, pero él les dijo:
¿Veis todo esto?
Os aseguro que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea destruida.
MORALEJA
Imagínate a una persona alcohólica y drogadicta. En algo así puede llegar a convertirse tu mente: en algo alcohólica y drogada, tan embriagada y volada, que sea incapaz de pensar, de observar, de explorar, de descubrir... Mira a tu alrededor y verás cómo la mayoría de las mentes están así: torpes, dormidas, protegidas por «sus perturbaciones», deseando no ser molestadas ni sacudidas de su modorra.
¿Qué son esas perturbaciones?
Son sus creencias, las conclusiones a que has llegado acerca de personas y cosas, tus hábitos y tus apegos. Tus años de formación deberían haberte servido para eliminar esas «perturbaciones» y liberar tu mente. En cambio, tu sociedad y tu cultura, que han recubierto tu mente con dichas adiposidades, te han enseñado a no verlas siquiera, a refugiarte en el sueño y a dejar que otras personas -los expertos: los dirigentes políticos, culturales y religiosos- piensen por ti. De ese modo, han conseguido abrumarte con el peso de una autoridad y una tradición intangibles e incontestables.
Así pues, mira, observa, examina, explora... y tu mente se hará viva, eliminará sus «perturbaciones» y se tornará perspicaz, despierta y activa. Los muros de tu prisión se desplomarán hasta que no quede piedra sobre piedra, y tú te verás agraciado con la visión nítida y sin obstáculos de las cosas tal como son, con la experiencia directa de la realidad.
Ni una sola piedra de programación mental quedará al ser manifestada la verdad.
CUENTOS ZEN RECIENTES
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Los cuentos zen son una forma de narrativa que se originó en la tradición budista zen. Estas historias cortas y a menudo humorísticas se utilizan para transmitir enseñanzas y reflexiones profundas sobre la vida, la naturaleza humana y la espiritualidad.
El cuento zen funciona como una espada que corta el nudo de la mente. Espero que disfrutes leyendo estas fábulas y las encuentres perspicaces.
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