RUMORES DE CRISIS (CUENTO)

CUENTO ZEN (382)

Un señor vendía bocadillos en un pequeño establecimiento al lado de la carretera. Siempre estaba lleno de clientes porque los bocadillos, aunque no eran baratos, eran espectaculares. El propietario era muy amable, siempre parecía contento e ilusionado. El negocio funcionaba muy bien.

Su hijo, que estaba haciendo un Máster en Administración de Negocios en una universidad muy prestigiosa, un día, hablando por teléfono, le preguntó:

Padre, ¿qué tal te va con la crisis?

El padre contestó:

Hijo, ¿qué crisis? Si aquí va todo estupendamente.

La respuesta de su hijo le desconcertó:

¿Pero no te has enterado? Hay rumores de una crisis tremenda. Tienes que tomar urgentemente medidas.

Ante esta carta, el negociante empezó a preocuparse y hacer cábalas:

Quizás estoy comprando jamón y queso demasiado buenos.

Así que empezó a comprar, primero, productos más económicos. Luego, empezó a comprar en menor cantidad. También cambió de actitud, estaba más tenso. Y, poco a poco, cada vez iba menos gente a su negocio.

Con la caída de clientes, reflexionó:

Los rumores de la crisis que me dijo mi hijo es verdad.

De modo que redujo más sus gastos y aumentó su ansiedad. Los clientes se dieron cuenta. Ya no querían comprar allí sus bocadillos y, además, muchas veces, cuando paraban, los bocadillos ya se habían acabado.

El hombre tuvo finalmente que cerrar y escribió a su hijo:

¡Qué ciego estaba! Todo lo que decías era cierto. No me había dado cuenta de la crisis que había.

MORALEJA

El estado de ánimo nos condiciona de manera extraordinaria la salud, la claridad mental, la creatividad y la eficiencia. No podemos dejar nuestro estado de ánimo en manos de quienes no paran de mandarnos mensajes llenos de toxicidad. Hay que huir de la negatividad como de la peste.

La palabra china para crisis, no tienen palabras, tienen imágenes, el ideograma chino para crisis es hermoso. Consiste en dos pequeñas imágenes, dos pequeños ideogramas: uno quiere decir peligro, el otro quiere decir oportunidad. Crisis es peligro y oportunidad; depende de ti. Si continúas reaccionando basándote en los rumores fracasarás.

La existencia está siempre dispuesta a abrazarte. Solo que tú sigues corriendo, sigues escapándote. Tu lucha crea el problema. De otra forma la existencia siempre es agraciada, es siempre maternal.

El universo es siempre amoroso, siempre dispuesto a ofrecerte su amistad. Para él eres un niño. Es muy suave, te cuida con mucha delicadeza. Es muy prudente, es muy cuidadoso. Y si alguna vez sientes que la existencia está siendo dura en una crisis contigo, recuérdalo siempre, en el momento de crisis, es el preciso momento de encararte la realidad, es un gran momento. Si tienes el suficiente coraje para arriesgarte te transformarás.

Recuerden que un hombre que siempre se engaña a sí mismo con todo tipo de rumores, pierde toda oportunidad de sobrevivir a los vejámenes que nos trae la vida.


DEFINICIONES DEL ZEN


El zen es una tradición ancestral que nació en la India y se expandió por China y Japón. Su propósito es lograr la iluminación, el estado de completa sintonía con la realidad tal cual es.

El zen no se basa en escrituras sagradas, rituales o ceremonias, sino en la meditación, el silencio y la conciencia plena.

El zen no busca dar soluciones, sino generar preguntas, cuestionar las creencias y los prejuicios, liberar la mente de las ataduras del ego y las ilusiones.

El zen utiliza las historias como un recurso para transmitir su esencia, pero no son historias ordinarias, sino historias que violan las reglas, que desafían la lógica, que asombran y desconciertan. Son historias que apuntan a lo esencial, lo que no se puede expresar ni pensar.

Las historias zen no son para entenderlas, sino para vivirlas, para dejarse impresionar por ellas, para despertar con ellas. Las historias zen son como dedos que indican la luna, pero no son la luna.

El maestro zen cuenta las historias con elegancia y humor, sin querer imponer nada, sino solo compartir su visión. El discípulo zen escucha las historias con interés y apertura, sin intentar analizarlas o juzgarlas, sino solo dejarse llevar por ellas.

Las historias zen son como semillas que se plantan en el corazón del oyente, y que pueden germinar en cualquier momento, dando frutos de sabiduría y compasión.

Las historias zen son un obsequio, una invitación a la aventura, una puerta abierta a lo desconocido.

En este blog te presentamos algunas de las historias zen más famosas y fascinantes, acompañadas de comentarios y reflexiones que te ayudarán a profundizar en su significado. Te invitamos a leerlas con calma y curiosidad, sin prisas ni expectativas, solo con la disposición a sorprenderte y aprender.

Esperamos que estas historias te inspiren y te acompañen en tu camino hacia la iluminación.