NO ES BUENO SABERLO TODO (CUENTO)

CUENTO ZEN (216)

La sociedad destruye tu inteligencia, no puede destruirla totalmente, tan solo la cubre de muchas capas de información. Y toda la función de la meditación es llevarte más profundamente dentro de ti mismo. Es un método para ahondar en tu propio ser, hasta llegar a las aguas vivas de tu propia inteligencia, hasta descubrir la fuente de tu propia inteligencia para que no te pase lo que le paso a Jaimito en el siguiente cuento

Dice el cuento del sabelotodo que en la escuela Jaimito conversaba con un amigo, quien le cuenta las ventajas de hacerle creer a la gente que uno sabe algo y decide ponerlo en práctica cuando se encuentra a su tío y le dice: Tío lo se todo, su tío se pone blanco y le dice: mira toma 10 pesos y no le digas a nadie.

Al ver el éxito obtenido Jaimito le dice lo mismo a su mamá: Mamá lo se todo, la mamá le dice: Jaimito puedes jugar con tu Nintendo todo el día y no le digas nada a tu papá. La misma formula con su padre: Papá lo se todo, su papá se pone colorado y le dice: Jaimito no le digas a tu madre toma 50 pesos. Y pensó, ¿funcionara con gente que no sea de la familia?, lo intenta con el lechero. Señor lechero, lo se todo y este le dice: Hijo ven a mis brazos.

MORALEJA

Una persona inteligente nunca puede utilizar a otra persona como medio, respetará al otro. Una persona inteligente será capaz de ver la igualdad de todos. Si, también verá las diferencias, pero estas no importan en lo que respecta a la igualdad. Tendrá un profundo respeto por la libertad de los demás: no puede explotarlos, no puede reducirlos a cosas, no puede convertirles en trampolines para la consecución de algún deseo absurdo como los de Jaimito.

Por eso dicen por ahí que no es bueno saberlo todo porque tu mente es solo una grabadora y los conocimientos son dictáfonos. Alguien ha dicho algo; se graba allí. Después lo lees y queda registrado en tu propia grabadora, pero no hay nada personal.

El saber es personal, el conocimiento es mecánico. Nunca podrás llegar a descubrir la realidad, la verdad, a través de una aproximación mecánica. Va a ser una cosa muerta. Obtendrás mucha información, pero nunca tendrás una transformación. Puede que llegues a saber muchas cosas, pero nunca llegarás a saber lo que necesitas saber: el ser que eres y el ser que te rodea y lo que te rodea es lo mismo que tienes en tu interior.

Es necesario un contacto personal profundo y cuando eso ocurra, no habrá nadie dentro de ti que sepa y ese «no ser nadie» es la única manera de saber. En esa nada, tu corazón está abierto, en esa nada, la isla desaparece y te conviertes en el continente. En esa nada, la separación desaparece: te transformas en lo absoluto. Y entonces lo absoluto existe a través de ti.


DEFINICIONES DEL ZEN


El zen es una tradición ancestral que nació en la India y se expandió por China y Japón. Su propósito es lograr la iluminación, el estado de completa sintonía con la realidad tal cual es.

El zen no se basa en escrituras sagradas, rituales o ceremonias, sino en la meditación, el silencio y la conciencia plena.

El zen no busca dar soluciones, sino generar preguntas, cuestionar las creencias y los prejuicios, liberar la mente de las ataduras del ego y las ilusiones.

El zen utiliza las historias como un recurso para transmitir su esencia, pero no son historias ordinarias, sino historias que violan las reglas, que desafían la lógica, que asombran y desconciertan. Son historias que apuntan a lo esencial, lo que no se puede expresar ni pensar.

Las historias zen no son para entenderlas, sino para vivirlas, para dejarse impresionar por ellas, para despertar con ellas. Las historias zen son como dedos que indican la luna, pero no son la luna.

El maestro zen cuenta las historias con elegancia y humor, sin querer imponer nada, sino solo compartir su visión. El discípulo zen escucha las historias con interés y apertura, sin intentar analizarlas o juzgarlas, sino solo dejarse llevar por ellas.

Las historias zen son como semillas que se plantan en el corazón del oyente, y que pueden germinar en cualquier momento, dando frutos de sabiduría y compasión.

Las historias zen son un obsequio, una invitación a la aventura, una puerta abierta a lo desconocido.

En este blog te presentamos algunas de las historias zen más famosas y fascinantes, acompañadas de comentarios y reflexiones que te ayudarán a profundizar en su significado. Te invitamos a leerlas con calma y curiosidad, sin prisas ni expectativas, solo con la disposición a sorprenderte y aprender.

Esperamos que estas historias te inspiren y te acompañen en tu camino hacia la iluminación.