LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
El cuento zen funciona como una espada que corta el nudo de la mente. ¡Disfrútalos!
Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón. Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.
Pero más tarde, encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón.
MORALEJA
La justicia y la sospecha no pueden vivir juntos: en la puerta donde este entra, el otro hace su salida, porque en el momento que existe sospecha de una persona, todo lo que hace la mente y nuestras ideas preconcebidas es contaminar la realidad. Si eres un observador, veras que la verdad se manifiesta por si sola, justa y sin dañar.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros. No tengas sospecha contra tu hermano, que perderás la pureza de corazón, porque el que juzga a la gente, no tienes tiempo para amarla.
Atestigua sin juzgar.
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ADVERTENCIA A LOS LECTORES