Alimentando a dos lobos

Cuento zen con moraleja

El todo es amoroso. Si quieres volverte uno con el todo, tendrás que alimentar todo lo que es positivo. Alimentar todo lo negativo es un suicidio lento.

Imagen del cuento: Alimentando a dos lobos

Cuento zen sobre lo positivo y lo negativo

El maestro de un monasterio le habla a su discípulo acerca de la vida.

Le dice:

– Una gran batalla está ocurriendo dentro de mí.
– Es una lucha terrible.
– Es una lucha entre dos lobos.
– Uno de los lobos es lo negativo: él es el temor, la ira, la envidia, la codicia, la arrogancia, el resentimiento, la mentira, la soberbia, la culpa.
– El otro es lo positivo: él es la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la humildad, la generosidad, la verdad, la compasión, la dulzura y la fe.
– Esta misma pelea ocurre dentro tuyo y dentro de cada uno de nosotros.

El discípulo se queda pensando en lo que le había dicho su maestro y le pregunta:

– ¿Qué lobo ganará?

El maestro mira a su discípulo fijamente y contesta:

– El que tú alimentes.

MORALEJA

Alimentar lo bondadoso es siempre positivo y siempre creativo. Dios es creatividad; ¿cómo puedes llegar a Dios si eres indiferente? Dios no lo es; él cuidad hasta de las pequeñas hojas de hierba, hasta ellas le importan. Pone tanto cuidado en pintar una mariposa como en crear a un hombre.

El todo es amoroso. Si quieres volverte uno con el todo, tendrás que alimentar todo lo que es positivo. Alimentar todo lo negativo es un suicidio lento. Polarízate tan profundo en lo positivo, que desaparezcas completamente en él, que te conviertas en pura energía creativa. Solamente entonces participas de Dios, amando mano a mano con él.

Recuerda: la luz es una clase totalmente diferente de energía; no tiene nada que ver con la oscuridad. La luz y la oscuridad no pueden existir juntas en la misma habitación. La luz es algo positivo, la oscuridad es algo negativo; la infelicidad también lo es.

Dios está en ti, Dios está ahí, tú lo aceptas; eso es todo. Si no lo aceptas, él no entrará porque no puede destruir tu libertad, él protege tu libertad. Si tú alimentas lo negativo, él no va a entrar en tu ser. Si tú decides alimentar lo negativo, él esperará. Él ni siquiera va a pedirte permiso; simplemente esperará, porque incluso al pedirte permiso está interfiriendo en tu libertad. Él esperará. Él no hará sonar el timbre; simplemente esperará. Dios está en todas partes, esperando, y espera muy silenciosamente.

Por lo anterior, debes alimentar todo lo que es positivo, porque lo positivo es el primer paso hacia Dios; la oración es el final, o la meditación, el paso final. Lo positivo te enseña una nueva hambre; por eso es bello lo positivo. Lo positivo te prepara para una gran hambre, una hambre de lo divino, porque has tenido vislumbres alimentando lo positivo, ha habido momentos en ese proceso en los que has visto a Dios.

¿Triunfará lo positivo o lo negativo? Triunfará el que tú alimentes.