Caminos hacia la civilización planetaria
Llegamos a una línea divisoria en la historia. El mundo que hemos creado ya no es sostenible: o cambia o se destruirá. Cuándo ocurrirá y a qué precio.
ERVIN LASZLO
INSUSTENTABILIDAD
NATURALEZA DEL CAMBIO
Hemos llegado a una línea divisoria en la historia.
El mundo que hemos creado ya no es sostenible: o cambia o se destruirá. La pregunta ya no es si habrá un cambio, sino cuándo ocurrirá y a qué precio.
Dadas las tendencias actuales en demografía, consumo de recursos, militarización, disparidades en estilos de vida y distribución de la riqueza, así como en la degradación del medio ambiente, nuestro futuro ya no está asegurado. Mientras que, por un lado, podríamos pavimentar el camino hacia un sistema de organización social, económica y política que fuese pacífico y capaz de asegurar un nivel adecuado de sostenibilidad del ambiente que sirve de soporte a la vida humana, por el otro lado nos podemos hallar en un camino descendente hacia la propagación del terrorismo, el crimen y la guerra, con crecientes choques culturales, conflictos políticos, degeneración ecológica y más y más catástrofes naturales producidas por el hombre. La opción todavía está abierta en este punto en el tiempo y esto merece una profunda reflexión.
La insustentabilidad del mundo significa que debe haber un cambio y que no puede ser a remiendos ni superficial. El futuro ya no puede ser una simple continuación del pasado; tiene que ser fundamentalmente diferente. Muchas personas tienen dificultad para entender este simple hecho. Todavía creen que, como dice el aforismo francés, plus ça change, plus c'est la même chose (por más que cambien las cosas, siguen siendo las mismas). Después de todo, estamos tratando con los seres humanos y con la naturaleza humana, que mañana serán mucho de lo mismo que son hoy.
Una variante más sofisticada de la visión dominante actual, percibe la posibilidad del cambio, pero no la ve como algo fundamental. Describe el futuro en términos de desarrollo de tendencias. Las tendencias, sean locales o globales, micro o mega, introducen una medida de diferencia: a medida que se desarrollan, hay más de unas cosas y menos de otras. El mundo todavía es el mismo, solo que algunas personas están mejor y otras están peor.
Esta visión también es compartida por pronosticadores y por analistas de tendencias. Un ejemplo lo constituyen la serie de informes, ampliamente publicitados, elaborados por el Consejo Nacional de Inteligencia de EE.UU. (National Intelligence Council – NIC). En el año 2000 se publicó uno de estos informes, titulado Tendencias Globales para el 2015: Diálogo sobre el Futuro con Expertos No Gubernamentales. De acuerdo con este informe no clasificado, el estado del mundo en el año 2015 estará determinado por el desarrollo de tendencias dominantes, catalizadas por conductores dominantes. Las siete tendencias dominantes y sus conductores son: la cuestión demográfica, recursos naturales y ambiente, ciencia y tecnología, economía global y globalización, gobierno nacional e internacional, conflictos futuros y el rol de los Estados Unidos. La forma como estas tendencias se desarrollan bajo el impacto de sus conductores puede producir cuatro futuros diferentes: un futuro de globalización inclusiva, otro futuro de globalización perniciosa, un futuro de competencia regional, o un mundo post-polar. Las que tienen mayor incidencia son las de la globalización –pueden ser efectos positivos o negativos– y el nivel de administración del potencial del mundo en cuanto a conflictos entre los estados y entre las regiones.
Cuando se tienen en cuenta todos estos factores, tenemos lo que los expertos denominan el escenario optimista. En esta perspectiva el mundo del 2015 se parece mucho al mundo de hoy excepto que algunos segmentos de la población estarán mejor (duele tener que decirlo, una minoría que cada vez se reduce más) y los otros segmentos (una creciente mayoría) estarán peor. El sistema de economía global continúa creciendo, aunque su ruta es escarpada y marcada por una sostenida volatilidad financiera y una ampliación de las divisiones económicas.
Sin embargo, el crecimiento económico se puede desdibujar, por ejemplo por eventos tales como una crisis financiera sostenida o una prolongada interrupción de los suministros de energía. También puede haber otras discontinuidades:
- Violentas revueltas políticas debido al serio deterioro de los estándares de vida en el Medio Oriente (esto ha sucedido ahora, con dramáticas consecuencias);
- La formación de una coalición terrorista internacional para oponerse a Occidente y con acceso a armamentos de alta tecnología (una amenaza que ya es real y que constituye una creciente amenaza);
- Rápidos cambios en los patrones climáticos que ocasionan graves daños en la salud humana y en la economía (esto ahora es más inminente que nunca);
- Una epidemia a escala global del HIV/SIDA;
- El movimiento antiglobalización crece hasta convertirse en una amenaza para los intereses gubernamentales y corporativos de Occidente;
- El surgimiento de una alianza geo-estratégica –posiblemente entre Rusia, China e India– con el fin de hacerle contrapeso a la influencia de Estados Unidos y Occidente;
- Colapso de la alianza entre Estados Unidos y Europa;
- Creación de una organización de contrapeso que pueda minar el poder del Fondo Monetario Internacional y de la Organización Mundial del Comercio, y que mine por consiguiente la capacidad de Estados Unidos para ejercer el liderazgo económico global.
En el año 2000, cuando se publicó este informe del Consejo Nacional de Inteligencia, nadie podía adivinar si el mundo del 2015 será de la misma clase del mundo en que vivimos hoy o si sería algo muy diferente. Hoy, en el 2005, esta ya no es una pregunta abierta. El mundo en el 2015 será muy diferente del de hoy, sin mencionar lo que fue al principio de este siglo.
Sin embargo, el NIC aún produce extrapolaciones lineales del futuro. De acuerdo con el informe publicado a principios de 2005, titulado Mapa del Futuro Global (con base en las consultas realizadas a 1000 futuristas de todo el mundo), el mundo en el 2020 no será muy diferente del mundo de hoy. Aún habrá terrorismo, aunque la perspectiva de una posible guerra entre los grandes poderes será cada vez menor. Es una certeza relativa el hecho de que los EE.UU. seguirán siendo la nación más poderosa, económica, tecnológica y militarmente, aunque se deberá contar con una posible –aunque manejable– erosión del poder de los EE.UU.
Dichos informes destacan los límites de las predicciones basadas en tendencias. Ignoran el hecho de que las tendencias no solo se desarrollan en el tiempo, sino que también pueden desaparecer y dar origen a nuevas tendencias, a nuevos procesos y a condiciones diferentes. Esta posibilidad se debe tener en cuenta, porque ninguna tendencia actúa en un ambiente adaptado infinitamente; su presente influencia y su futuro desarrollo tienen límites. Pueden ser límites naturales, debido a recursos y suministros finitos, o límites humanos y sociales debido al cambio de estructuras, valores y expectativas. Cuando una tendencia mayor encuentra tales límites, el mundo cambia y entra en juego una nueva dinámica. Extrapolar las tendencias existentes no ayuda a definir el mundo que está surgiendo.
DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA
Saber qué sucede cuando una tendencia desaparece nos exige ir más allá de la observación de las tendencias actuales y seguir su trayectoria histórica. Exige conocer la dinámica del desarrollo del sistema en el que la tendencia observada aparece y en el que puede desaparecer. Tal conocimiento lo suministra la teoría de los sistemas complejos, especialmente su rama conocida popularmente como teoría del caos. Debido a la insostenibilidad de muchos procesos en el mundo actual, la dinámica del desarrollo que se aplicará para nuestro futuro no es la dinámica lineal de la extrapolación clásica sino la dinámica del caos no lineal de la evolución de los sistemas complejos. La crisis que estamos experimentando actualmente no se podrá superar con medidas de prueba y ensayo, realizadas paso a paso. El camino para salir de la crisis actual reside en una transformación profunda y radical.
Ya no podemos ignorar que las tendencias actuales fueron construidas hacia los umbrales críticos, hacia algunos de los famosos (o infames) límites planetarios que en los años 70 y 80 se consideraron como los límites del crecimiento. Que esos sean los límites del crecimiento en su totalidad es algo cuestionable, pero sí son claramente los límites a la clase de crecimiento que está ocurriendo actualmente. A medida que avanzamos hacia estos límites, nos acercamos a un periodo de inestabilidad, período en el que ya hemos entrado definitivamente. Esto trae consigo la desviación o desaparición de algunas tendencias y la aparición de otras. Esto no es inusual: la teoría de sistemas y del caos nos dice que la evolución de sistemas complejos siempre conlleva periodos alternos de estabilidad e inestabilidad, continuidad y discontinuidad, orden y caos. Estamos viviendo en las fases de apertura de un periodo de inestabilidad social y ecológica: estamos en el punto de bifurcación.
Una bifurcación es el punto crítico de decisión de un proceso más vasto y más general: el proceso de la evolución del sistema complejo. Bien sea que ocurra en la naturaleza o en el mundo del ser humano, la evolución posee características básicas que se repiten independientemente de la naturaleza de las cosas que evolucionan, y también de su momento y lugar particular. Dondequiera que ocurre, el proceso es continuo e inexorable, pero no es suave ni parejo. Aparte de ocasionales retrocesos temporales, la evolución de sistemas complejos es mayormente irreversible y la manera como se desarrolla es altamente no lineal. Un proceso de cambio que aparentemente es duradero, repentinamente se bifurca en una nueva dirección. Este proceso se manifiesta siempre y cuando los sistemas experimenten un cambio irreversible.
La encrucijada crítica –la bifurcación de la trayectoria evolutiva– ocurre cuando las fluctuaciones que fueron corregidas previamente por retroalimentaciones negativas autoestabilizadoras dentro del sistema se salen de control: rompen la estructura del sistema. Entonces el sistema entra en un periodo de caos. Su resultado es o la desintegración del sistema en sus componentes estables individualmente (colapso) o la rápida evolución hacia una clase de sistema que sea resistente a las fluctuaciones que desestabilizaron el sistema anterior (avance). En un avance, el sistema transformado ha aumentado su capacidad de procesar información y tiene mayor eficiencia en el uso de la energía libre, al igual que una mayor flexibilidad, una elevada complejidad estructural y niveles adicionales de organización.
La alternación efectuada por el proceso evolutivo entre la estabilidad dinámica y la inestabilidad crítica conduce al aumento progresivo de la complejidad en la naturaleza, desde el sustrato físico de los quarks y las partículas elementales, hasta los átomos de los elementos, las moléculas formadas por algunos de los átomos y, en un ambiente planetario adecuado, hasta las macromoléculas y células formadas por algunas de las moléculas. En la Tierra esto ha conducido hacia los protozoos y metazoos basados en componentes macromoleculares y celulares, hacia los ecosistemas formados por estos sistemas naturales integrados secuencialmente, llegando hasta los sistemas socioculturales y tecnológicos formados por grupos humanos.
Las bifurcaciones en la sociedad son omnincluyentes: incluyen cada segmento y cada aspecto, lo político y los negocios, la cultura, los estilos de vida y lo ambiental. Son cambios macro. Los macro-cambios impulsan hacia la integración progresiva de diferentes personas, empresas, economías, sociedades y culturas en sistemas de más y más personas y de dimensiones cada vez mayores. Son más incluyentes que los procesos económicos y políticos en sí mismos. La globalización económica y la integración política son elementos de los macrocambios, pero no constituyen todo el proceso.
En el pasado los macrocambios fueron locales, nacionales o regionales. El macrocambio de hoy es global. La evolución sociocultural de la humanidad ha alcanzado las dimensiones del planeta. Estamos alcanzando los límites de sostenibilidad en nuestro sistema globalizado, el status quo ya no es sostenible. Entre las alternativas de desarrollo disponibles hay que optar por una. Las alternativas son numerosas y de amplio rango. Incluyen en uno de los extremos una progresión que implica una creciente presión, conflicto y caos. El otro extremo implica un desarrollo que conduce hacia la sostenibilidad y la paz.
El escenario del colapso es un escenario alternativo de elevadas probabilidades intrínsecas. Implica una serie de presiones crecientes que en última instancia conducen al caos global.
2005 – 2015
Tensión en el sistema económico, social y político
- El resentimiento con la injusticia económica y social genera desasosiego social y político y sublevación en varias regiones del mundo desarrollado.
- El terrorismo se propaga, instigado por el resentimiento con los intentos de los países desarrollados para capturar y matar a los terroristas sin tener en cuenta la causa por la cual el terrorismo se vuelve incontrolado, desconociendo la motivación de los terroristas y de la población que los respalda.
- A Francia, Rusia y China se suman Brasil, India y Corea del Sur, y otros países en desarrollo, formando una coalición que equilibre lo que ellos perciben como una intolerable hegemonía militar y económica de EE.UU.
- Hay un aumento sostenido del gasto militar global, por una parte en EE.UU. y sus aliados, y por otra parte en el bloque alternativo de países que entran a la carrera armamentista.
- El estancamiento económico global combinado con el unilateralismo de EE.UU. debilitan el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio y, como los acuerdos económicos regionales se vuelven más atractivos que los acuerdos de negocios multilaterales y los negocios bilaterales con EE.UU., las guerras comerciales se vuelven más frecuentes y desestabilizadoras.
- Los acuerdos comerciales Norte-Sur se cancelan y se interrumpe el flujo de negocios; el sistema financiero y económico internacional cada vez decae más.
- La corrupción, la delincuencia independiente y el crimen organizado se esparcen por los seis continentes.
Degradación en la ecología global
- La escasez de agua y alimentos en África (en la región al Sur del Sahara), en China, Sur de Asia y Centroamérica genera guerras por agua y alimentos.
- Las condiciones de hambre y la falta de sanidad aceleran la propagación del HIV/SIDA, SARS y otras epidemias.
- Se hacen esfuerzos desesperados de último minuto para tratar de evitar el advenimiento de una nueva era del hielo en Europa Occidental y Nórdica a medida que la Corriente del Golfo vacila y produce temperaturas heladas en primavera y verano.
- Millones de refugiados climáticos de las ciudades costeras inundadas y de áreas bajas, al igual que de regiones urbanas y rurales afectadas, se mueven tierra adentro en todos los continentes.
2015 – 2020
Advenimiento de un holocausto global
- El conflicto político y económico entre EE.UU. y sus aliados, y el bloque alterno militar y económico alcanza un punto de crisis; grupos armamentistas de ambos lados presionan para que se empleen armas de destrucción masiva.
- Regímenes fuertemente armados asumen el poder en muchas partes del mundo, determinados a usar fuerzas armadas para corregir lo que perciben como erróneo.
- Estallan guerras regionales en los puntos álgidos tradicionales y se propagan hacia los países vecinos.
- Los grandes bloques de poder militar, político y económico usan armas de alta tecnología para alcanzar sus objetivos en el conflicto económico y político.
- Los nuevos regímenes fuertemente armados introducen armas nucleares, químicas o biológicas para resolver conflictos regionales.
Para el año 2020 las guerras libradas con armas convencionales y no convencionales escalan a nivel global; el sistema económico y financiero internacional está en caos; las relaciones políticas entre los estados se rompen; la anarquía y la destrucción se generalizan.
Hay también otros escenarios disponibles;
incluso el escenario del avance.
2005 – 2010
El primer paso hacia un avance
- La experiencia del terrorismo y la guerra, junto con el aumento de la pobreza y varias amenazas ambientales, entre ellas la escasez de agua limpia, desencadenan cambios positivos en la forma de pensar de las personas. La idea de que las personas mismas pueden ser agentes efectivos en la transformación hacia un mundo más pacífico y sostenible capta la imaginación de individuos de más y más sociedades. Personas de diferentes culturas y diferentes formas de vida jalonan conjuntamente para confrontar las amenazas que encaran en común.
- El surgimiento mundial de movimientos populares hacia la paz y la cooperación internacional conduce a la elección de figuras políticas con motivaciones similares, infundiendo nuevo ímpetu a proyectos de cooperación económica y comprensión intercultural y hacia medidas globales para asegurar la calidad y cantidad de agua requerida para satisfacer las necesidades humanas básicas y la sustentabilidad de los ciclos más esenciales de la biosfera.
- Líderes de negocios locales, nacionales y globales adoptan una estrategia en donde los esfuerzos en procura de ganancias y crecimiento se basan en la debida información mediante la búsqueda de responsabilidades corporativas a nivel social y ecológico.
- Surge un Parlamento Electrónico en Internet, vinculando a los parlamentarios de todo el mundo y proporcionando un foro para debates sobre las mejores formas de servir al bien común.
- Organizaciones no gubernamentales se vinculan a través de Internet y desarrollan estrategias compartidas para restaurar la paz, revitalizar las regiones y los ambientes destrozados por la guerra y asegurar un adecuado suministro de agua limpia. Promueven políticas responsables social y ecológicamente en los gobiernos y negocios locales y nacionales.
2010 – 2015
Contornos de la cristalización de la paz y la cooperación
El dinero de los presupuestos militares y de defensa es reasignado hacia tentativas prácticas de financiación de iniciativas para la resolución de conflictos y la implementación de proyectos de sustentabilidad ecológica convenidos internacionalmente y coordinados globalmente.
Se crea un programa mundial de energía renovable, pavimentando las vías hacia una tercera revolución industrial que haga uso de la energía solar y de otros recursos energéticos para transformar la economía global, proporcionar agua limpia y elevar a las poblaciones marginadas, sacándolas del círculo vicioso de la pobreza.
La agricultura recupera su lugar como fuente primaria en la economía, produciendo artículos de primera necesidad y cosechas que permitan la creciente obtención de energía y de materias primas para las comunidades y la industria.
Los líderes de negocios del mundo aúnan esfuerzos para crear voluntariamente una economía de mercado ecosocial y autorreguladora que garantice un acceso justo a los recursos naturales, a los bienes industriales y a la actividad económica de todos los países y poblaciones.
2015-2020
Surgimiento de las bases de una civilización planetaria
- Los recursos naturales que se requieren para la salud y la vitalidad están a disposición de todas las personas y países de la comunidad humana.
- Se reforman o se crean nuevamente estructuras de gobierno nacional, continental y global, y los estados se mueven hacia la democracia participativa, liberando una oleada de energía creativa entre las poblaciones capacitadas y cada vez más activas.
- Comienza a funcionar el sistema de mercado eco social, creado en consenso y coordinado globalmente.
- Como una consecuencia de la desconfianza internacional e intercultural, el conflicto étnico, la opresión racial, la injusticia económica y la desigualdad de géneros, se da paso a un elevado nivel de confianza y de voluntad compartida entre la gente del mundo para lograr relaciones pacíficas entre los estados y sostenibilidad en la economía y el medio ambiente. Se establecen las bases para una civilización planetaria pacífica y sostenible.
La creación de una civilización planetaria exige una gran transformación, pero tal transformación no es única en los anales de la historia. Es parte de un proceso de evolución sociocultural que empezó con las civilizaciones míticas de la Edad de Piedra, continuó con las sociedades teocráticas de los imperios arcaicos y cambió hacia las civilizaciones basadas en el razonamiento humano, fruto de la innovación de los antiguos griegos. Esta civilización del Logos sobrevive hasta hoy, aunque con una mezcla de elementos espirituales y teocráticos. Actualmente su reinado se acerca a su final: la racionalidad a corto plazo que subyace en la forma dominante de esta civilización produce más efectos secundarios negativos en lo social, lo económico y lo ecológico que logros positivos. Ha llegado el momento para un cambio en la civilización: de la civilización del Logos hacia la civilización de Holos.
El cambio a la civilización de Holos es necesario porque el sistema hombre-naturaleza en este planeta se ha convertido en un organismo fuertemente interactivo, altamente interdependiente y casi viviente. La preocupación por algunos de sus elementos, excluyendo o descuidando otros, conduce a una creciente inestabilidad y en última instancia podría llevar al colapso.
Pero el holismo requerido para una nueva civilización no es una cualidad metafísica misteriosa. Es la adopción de un enfoque sistémico sin el cual ningún sistema complejo puede ser manejado en forma segura y duradera. El sistema que debemos guiar ahora hacia el desarrollo sostenible debe abarcar al planeta entero; por eso la preocupación holística es al mismo tiempo una preocupación planetaria.
Mitos y Teos fueron locales o regionales; el Logos ha crecido hasta la dimensión planetaria. En la dimensión planetaria el Logos ha llevado hasta el límite su esfera de acción efectiva; hay que reemplazarlo. En lugar del Logos mecanicista y manipulador, debemos colocar un sistema completo orientado hacia Holos: la nueva civilización planetaria*.
La transformación fundamental implicada en el salto hacia la civilización planetaria no tiene precedentes únicamente en lo relacionado con la velocidad con que se desarrolla. En el pasado, varias generaciones podían adaptar su pensamiento y comportamiento antes de que se completara un cambio fundamental en dicha civilización. Actualmente el cambio se debe realizar en el mismo período y momento en el que las generaciones están viviendo. Esto implica un reto sin precedentes. La manera de lograrlo merece una mayor reflexión.
EL FACTOR CULTURAL EN EL CAMINO
Hacia la civilización planetaria.
El camino más seguro y efectivo hacia la civilización planetaria es un camino cultural: el camino de la adopción de valores y comportamientos adaptados. Esto debe surgir en una masa crítica dentro de la sociedad civil; porque en ausencia de dicho cambio cultural, los líderes políticos y de negocios permanecen impotentes para efectuar los cambios necesarios. Los primeros por falta de apoyo popular y los segundos por falta de la adecuada demanda en el mercado.
El requisito de un movimiento cultural que pueda ser capaz de producir la motivación para avanzar hacia la civilización planetaria no es utópico. En muchas partes del mundo está aflorando una variedad de la cultura que puede ser la precursora de la transformación de la civilización. En esta cultura la gente está reconsiderando sus preferencias, prioridades, valores y comportamientos, cambiando del consumo basado en la cantidad hacia la selectividad, teniendo en cuenta la cualidad definida por su afabilidad con el ambiente, la sostenibilidad y la ética de producción y uso. Los estilos de vida con el sello distintivo de un desperdicio ostentoso de materia y energía están cambiando hacia modos de vida marcados por la simplicidad voluntaria y la búsqueda de una nueva moralidad y armonía con la naturaleza.
Las personas que ingresan a los nuevos movimientos culturales están unidas por la aspiración de llevar una vida más responsable, simple, saludable y natural. Están consternadas por lo que consideran el establecimiento de una sociedad con base en una desalmada impersonalidad y una insensata destructividad. El aumento de la pobreza y la violencia dentro de las ciudades, la propensión a la anarquía y la intolerancia étnica, la impotencia de la policía y de las medidas militares para manejar estos asuntos, la disolución del contrato social entre la sociedad y el trabajador, y el aumento del desempleo y el desamparo los impulsan a alterar su modo de pensar y de actuar.
Estos cambios de valores y conductas, aunque generalmente se ignoran o se desestiman, son rápidos y revolucionarios. Por el momento están ocurriendo al margen de la sociedad civil, donde un buen número de movimientos populares están optando por salir de la corriente principal opinión y se están reformando a sí mismos. Sus miembros tratan de reconsiderar las creencias, valores y formas de vida que predominan en su sociedad y adoptan patrones alternativos de comportamiento personal y social.
Una cultura esperanzadora está aumentando también en los Estados Unidos, en el corazón del mundo industrializado. Este es el hallazgo de una serie de sondeos de opinión realizados recientemente por organizaciones e individuos interesados en rastrear la evolución del pensamiento y la acción de los norteamericanos.
The Fund for Global Awakening (El Fondo para el Despertar Global) llevó a cabo un estudio para dilucidar cuáles son los valores y creencias comunes en personas de diversos trasfondos. Efectuado en el marco de In Our Own Words 2000 Research Program (Programa de Investigación 2000 en Nuestras Propias Palabras), el estudio distinguió ocho Tipos de norteamericanos. Halló que el 14.4% de las 1600 personas entrevistadas –seleccionadas de tal forma que constituyeran una sección representativa de la sociedad norteamericana– se centran en un mundo material. El 14.2% es ajeno a inquietudes de tipo social, el 12.1% abraza valores tradicionales, y un 10% es cauteloso y conservador. Estos grupos constituyen la mitad de la población de EE.UU.: la mitad conservadora, tradicional. Otro 11.9% busca conectarse con otras personas a través de la autoexploración, un 9.4% persiste pese a la adversidad, un 11.6% busca la transformación de la comunidad y un 16.4% trabaja en lo que la encuesta define como una nueva vida de integración y totalidad. Esta parte constituye la mitad más creativa y orientada al cambio. Entre ellos, los que buscan transformar la comunidad y trabajar por una nueva vida de integración y totalidad constituyen el 28% de la gente.
Los hallazgos arriba citados coinciden con los resultados de las encuestas realizadas periódicamente en la década de los 90 por el investigador de opinión pública Paul Ray. Al segmento de la población que tiene una mente significativamente abierta y que mira hacia el futuro, Ray lo denominó el segmento de los creativos culturales. Encontró que los miembros de esta cultura en surgimiento pertenecen a las clases que están en mejor situación y que tiene aproximadamente el doble de mujeres que de hombres. De acuerdo con Ray, en el momento del cambio de siglo la participación de esta cultura era del 23.4 por ciento de la población adulta de EE.UU., no muy lejos del 28% que hallaría posteriormente el estudio IOOW.
El factor que identifica a los creativos culturales no es tanto lo que predican sino que lo que practican, porque raras veces intentan convencer a otros y prefieren ocuparse de su propio crecimiento personal. Su comportamiento, especialmente su elección de estilo de vida, los diferencia de la corriente principal.
El común denominador en los valores y estilos de vida de los creativos culturales es el holismo. Esto se hace evidente por su preferencia por los alimentos integrales naturales, el cuidado holístico de su salud, la experiencia interna holística, la información de sistemas integrales y un equilibrio holístico entre el trabajo, el juego, el consumo y el crecimiento interno. Se ven a sí mismos como sintetizadores y sanadores, no solo a nivel personal sino también a nivel de la comunidad y de la nación, e incluso a nivel planetario.
Aunque la nueva cultura al margen de la sociedad está creciendo, sus miembros no están bien organizados y a esta cultura, como totalidad, le falta cohesión. Los creativos culturales todavía no tienen el suficiente peso político, social y económico como para constituir un agente significativo de transformación de la sociedad. Si se fuera a realizar el tipo de transformación que se requiere, la corriente principal de la opinión pública tendría que entrar en escena, con valores y prioridades más adaptados. Pero en el momento presente, la mayoría de las personas que constituyen la corriente principal están desorientadas y descorazonadas. Se encuentran en una competencia inexorable por la supervivencia en un mundo donde los trabajos son cada vez más escasos y encontrar empleo a partir de la edad madura es casi imposible. Quienes plantean las preguntas más profundas se encuentran rodeados por un vacío espiritual, moral e intelectual. No existen respuestas significativas a preguntas como: ¿Quién soy? y ¿Para qué estoy viviendo?. Las consecuencias incluyen un constante aumento en popularidad de las enseñanzas místicas y la explosión del fundamentalismo religioso.
LA ORIENTACIÓN DE LAS NUEVAS CIENCIAS
Existen elementos de esperanza que iluminan la aparente oscuridad de la desesperanza. La búsqueda de significado y sabiduría más allá de los confines de la vida cotidiana es una búsqueda básicamente correcta. Como dijo el anterior presidente de la República Checa, Vaclav Havel: La autoridad de un orden democrático mundial simplemente no se puede erigir sobre algo diferente a la autoridad revitalizada del universo. Una nueva civilización, capaz de orientar a los pueblos y suministrar las bases para la paz y la cooperación, solo se puede construir cuando la autoridad del universo haga partícipe a la autoridad de las instituciones mediante las cuales los pueblos se gobiernen a sí mismos en sociedades democráticas. El hecho de que cada vez más personas estén buscando activamente una autoridad superior que guíe sus asuntos, mirando más allá de la racionalidad dominante de su sociedad, significa que se puede estar abriendo una puerta de motivación para entrar en el sendero de la civilización planetaria.
La ciencia es el mejor recurso que tenemos para descubrir la autoridad del universo. No solamente es la fuente de las nuevas tecnologías que están moldeando nuestras vidas y todo lo que nos rodea, sino que es la base para una visión confiable del mundo. La ciencia puede ayudar a que la gente adopte valores y actitudes oportunas, e incluso una moralidad apropiada.
La ciencia todavía no realiza plenamente su potencial como facilitadora de la transformación de la sociedad moderna. Además de la separación entre ciencia y sociedad –algo que un número cada vez mayor de científicos de vanguardia están tratando de superar activamente– una de las razones principales por las cuales la gente no busca una guía en la ciencia es porque no tiene una visión actualizada sobre lo que es la ciencia. En la corriente principal de la opinión se tiende a creer erróneamente que la ciencia se limita a la observación y a la medición y el cálculo de lo observado. Esto es un error. La ciencia es mucho más que el mero ejercicio de registrar y calcular. Es parte de la perenne búsqueda humana para encontrarle sentido al mundo. En su mejor aspecto es una búsqueda de significado tal como lo son la religión, el arte y la literatura. La diferencia entre ellas no está en el fin último, sino en el método para alcanzar ese fin. La ciencia utiliza el pensamiento racional para analizar e interpretar lo que revelan la experiencia y el experimento, mientras que la religión combina dicho pensamiento con un elemento de fe incuestionable, y el arte y la literatura lo combinan con elementos estéticos.
La creencia actual acerca de la ciencia es que es un remanente del tipo de ciencia que dominó la mayor parte de la Era Moderna. La ciencia clásica derivó su visión del mundo de las teorías de Galileo, Kepler, Newton y Descartes, viéndolo como una esfera autómata de materia inerte, carente de alma, obedeciendo ciegamente a las leyes universales del movimiento y la interacción. Pero la visión dominante de la ciencia es malinterpretada con respecto a lo que a menudo se conoce como las nuevas ciencias. Desde el punto de vista de las nuevas ciencias actuales, el mundo no es como una máquina que se puede manipular a voluntad. Resulta ser muy diferente del mundo simple donde las cosas se comportan como objetos materiales sólidos que están aquí o allá y no en muchos lugares a la vez. Tampoco es el efecto de una cosa que se limita necesariamente a una o a otras pocas cosas. Lo cierto es que dichas condiciones se cumplen en nuestro entorno inmediato, pero se limitan a ciertos órdenes de tamaño y magnitud, y a ciertas dimensiones de velocidad y distancia. Más allá de estas dimensiones las cosas se vuelven cada vez más extrañas. Y por una buena razón se está discutiendo ampliamente el video que pregunta: What the bleep do we know? (¿Qué Rayos Sabemos?), en donde se sugiere que nuestra conciencia es la que crea la realidad…
Pero incluso si el mundo es sorprendente a la luz de los nuevos conceptos de la ciencia, no obstante es comprensible. Resulta que el universo tiene sentido; de hecho es más significativo que el mundo mecanicista donde la materia inerte se mueve impersonalmente contra un fondo de espacio pasivo. El mundo en su totalidad demuestra ser una estructura armoniosa en donde todas las cosas interactúan unidas para crear una totalidad coherente. No es un agregado mecánico, porque no puede ser fácilmente descompuesto en sus partes. Es una totalidad integral, en donde hasta cierto punto y de alguna manera todas las cosas interactúan unas con otras. Y el alcance de esta interacción parece trascender lo que hasta ahora se conocía como los límites del tiempo y el espacio.
Los hallazgos que fundamentan la visión del nuevo mundo de la ciencia provienen de casi todas las disciplinas empíricas, desde la física, la cosmología, las ciencias de la vida e incluso las investigaciones sobre la consciencia. Aunque los aspectos específicos de los fenómenos en los que se enfocan difieren en los detalles, tienen un impulso común. Hablan de la interacción que crea interconexión y produce una coherencia instantánea y multifacética. El sello distintivo de un sistema de tal coherencia es que sus partes se correlacionan de tal manera que lo que le sucede a una parte también le sucede a las otras partes, y por ende le sucede al sistema como totalidad. El sistema responde al resto del mundo como una totalidad, se mantiene a sí mismo como una totalidad y cambia y evoluciona como una totalidad. Es una totalidad: una totalidad integral**. Este concepto del mundo puede inspirar a la gente hacia una solidaridad más profunda entre unos y otros y un mayor respeto por la integridad de la naturaleza.
La visión interna al respecto es que las personas, en cualquier parte del planeta que vivan, están tan conectadas con nosotros como los pájaros en el cielo, los árboles en el bosque y los peces en el océano. Cuando las personas morales comprenden esto, no consideran a ninguna persona o cultura como extraña y cuyo destino les es indiferente. Comprenden que son parte de una totalidad mayor y que unidos a los demás evolucionan con todos ellos dentro de esa totalidad o corren el riesgo de la degradación y la muerte.
La totalidad y la coherencia pueden funcionar como criterio fundamental de una moralidad más adaptada. Dada la tendencia general hacia la integridad y coherencia de la naturaleza, tenemos sólidas razones para considerar como buenas las acciones que promuevan la coherencia y la totalidad, y considerar como malas las acciones que las obstaculizan. Tenemos sólidas razones para buscar la totalidad tanto en nosotros como a nuestro alrededor. La totalidad en nosotros significa el funcionamiento integral de nuestro organismo: significa salud. Y la integridad a nuestro alrededor significa una comunidad social saludable y un ambiente ecológico integral.
La totalidad en el cuerpo y en la naturaleza no son ideales abstractos. La ciencia nos está diciendo ahora que la naturaleza es una totalidad, como lo es también la biosfera. Solamente los seres humanos son un gran factor de fragmentación e incoherencia. Esto no siempre fue así; las sociedades tradicionales respetaban la integridad de la naturaleza y, en tiempos pasados, hasta creían que las leyes cósmicas gobiernan el universo. La fragmentación y la incoherencia que hemos fraguado en el mundo moderno es un mal no intencionado. Cuando lo entendamos por lo que es, lo superaremos. El descubrimiento de la ciencia según el cual todos estamos conectados con todos y con la naturaleza es algo que nos suministra una enorme motivación para dicha superación.
Las nuevas ciencias podrían ser fuentes efectivas de sabiduría en la sociedad moderna. Podrían inspirar una mayor solidaridad en el mundo humano y una mayor preocupación y cuidado con el ambiente natural. Ellas confirman que nuestras fugaces impresiones e intuiciones de unidad no son invenciones de la imaginación sino que tienen raíces en la realidad del cosmos. Realmente somos uno con los demás, con el mundo viviente y con el universo en su totalidad, porque estamos conectados en forma sutil pero efectiva. Nuestras acciones individuales e incluso nuestros pensamientos e intenciones afectan a las demás personas a nuestro alrededor y, a la vez, somos afectados por otras personas. Esto nos hace parte de una red de conexión y totalidad. Con este entendimiento podríamos ser parte de la solución en lugar de permanecer como parte del problema. Podríamos convertirnos en agentes morales que buscamos la integridad y totalidad dentro de nosotros mismos y en nuestro entorno; arquitectos conscientes de una civilización planetaria sostenible.
- * Los contornos de dicha civilización planetaria se esbozan en forma visionaria en Apéndice I.
- ** Para conocer más detalles sobre la visión del mundo a partir de las nuevas ciencias, ver el Apéndice II.
El profesor Ervin Laszlo, fundador y presidente del Club de Budapest, presidente además del World Wisdom Council (Consejo de la Sabiduría Mundial) fue uno de los primeros representantes en el área de la filosofía de los sistemas y de la teoría general de la evolución. Ha publicado cerca de 70 libros traducidos a 18 idiomas. A lo largo de su larga carrera académica como profesor de filosofía, filosofía de los sistemas y ciencias del futuro, trabajó en la enseñanza e investigación en diversas universidades de renombre en EE.UU., Europa y el Lejano Oriente.
Laszlo publica una revista científica trimestral (WORLD FUTURES: The Journal of General Evolution) y una serie de libros sobre el particular. También ha editado una enciclopedia de cuatro volúmenes. Ha publicado más de 300 artículos en periódicos y revistas del mundo, incluyendo en países como EE.UU., Europa, Japón y China.
Entre sus títulos y distinciones está un Ph. D. en Letras y Ciencias Humanas de la Sorbona en París, un Diploma de Artistaa de Artista de la Academia Franz Liszt en Budapest, una medalla de honor de la Universidad Kyung Hee de Seúl, el título honorífico de doctor en ciencias económicas de Turku School of Economics and Business en Finlandia, al igual que el título de doctor honorario en el área de ciencias humanas en el Instituto Saybrook en San FranSus nombramientos en el año pasado incluyeron subvenciones para investigaciones en las Universidades de Yale y Princeton, cátedra de filosofía, ciencias de sistemas y ciencias del futuro en las Universidades de Houston, Portland e Indiana, en Northwestern University y en la Universidad del Estado de Nueva York. Su carrera ha incluido además el ser profesor de cátedra en varias universidades en Europa y en el Lejano Oriente. Trabajó además como director de programa para el Instituto de Capacitación e Investigación de las Naciones Unidas (UNITAR). En agosto de 1999 recibió el doctorado Honoris Causa del International Institute of Advanced Studies in Systems Research and Cybernetics de Canadá.
Ervin Laszlo se desempeña no solamente como Presidente del Club de Budapest sino como director de The General Evolution Research Group, también fundado por él. Presidente de International Society for Systems Sciences, Consejero del Director General de la UNESCO, Embajador de International Delphic Council, miembro de la Academia Internacional de Ciencias, de la Academia Mundial de Artes y Ciencias y de la Academia Internacional de Filosofía. También tiene o ha tenido cargos como miembro de junta o miembro extraordinario de numerosas asociaciones internacionales, entre ellas, en una ocasión, el Club de Roma.
N. del T: Uno de sus más recientes libros traducidos al español se titula ol se titula Tú puedes cambiar el mundo. Esta edición, publicada en España por Nowtilus, cuenta con una presentación del presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza; una introducción del consejero delegado del Forum Barcelona 2004, Jaume Pagès; una introducción del ex presidente soviético Mikhail Gorbachov y un epílogo de Paulo Coelho.