El arrepentimiento real es por tu inconsciencia
El verdadero arrepentimiento se convierte en transformación si realmente sientes en lo más íntimo de tu alma, algo que fue incorrecto por tu inconsciencia.
TULSIDAS
EL ARREPENTIMIENTO
La victoria que no deja arrepentimiento es la que se obtiene por ignorancia.
El arrepentimiento puede convertirse en un fenómeno muy profundo dentro de ti, si comprendes la responsabilidad. Entonces, incluso algo muy pequeño, si llega hasta el fondo de tus raíces, si las lágrimas no vienen solo de tus ojos, sino de cada célula de tu cuerpo, puede convertirse en una transformación.
Si realmente sientes que algo fue incorrecto, entonces olvídate del pasado. Ahora, siempre que algo malo esté ahí, permanece alerta. Ése es el verdadero arrepentimiento. Permanece alerta. No estoy diciendo que no pidas perdón a la gente. Pídelo, pero no con arrepentimiento. No por haber obrado mal sino por tu inconsciencia. ¿Puedes ver la diferencia?
El fundamento de todas las religiones del mundo es la palabra arrepentimiento. Si el arrepentimiento es solo cuestión de retorno, el sacerdote no será necesario; puedes regresar a casa. No es cuestión de condenación: no necesitas a nadie para que te purifique, nunca has sido malo. Sí, te alejaste demasiado, pero no hay nada malo en ello. De hecho, no podrías haberte alejado tanto si no hubiese sido ésa la voluntad de Dios. Debe haber algo en ello: ese alejarse debe ser una manera de regresar, porque cuando vuelves a casa después de haberte alejado mucho, te das cuenta por primera vez de lo que es el hogar.
Mas bien puedes decir: retorna, y no decir arrepiéntete. Jesús nunca dijo arrepentíos. Se reiría de la palabra, porque todo el sentido está corrompido por la palabra. Las religiones saben ahora muy bien que la palabra es una traducción errónea, pero aún así insisten en ella, porque se ha convertido en su fundamento. Retornar es tan simple: depende de ti y de tu Dios; no necesitas a ningún mediador, no necesitas a ningún agente.
...Desde entonces, comenzó Jesús a predicar y a decir: Regresen, pues está cerca el reino de los cielos.
Antes de ver la historia del arrepentimiento veamos algo de Tulsidas...
EL RAMCHARITMANAS DE TULSIDAS
La palabra Ramcharitmanas significa literalmente Lago de las obras de Rama.
El Ramcharitmanas de Tulsidas es una epopeya tan enorme que su adaptación en inglés de Growse es de 362 páginas. Las declinaciones de esta épica son tan similares al cristianismo que en numerosos lugares, si Rama es reemplazado por Cristo, no puede haber duda.
El mismo Tulsidas decía: La mía no es casta ni culto, qué me importa uno u otro... Nadie me sirve de nada, ni soy de utilidad para nadie. No tengo un hijo que necesitar, la hija de alguien que se va. Yo, Tulsidas soy el esclavo de Rama, no importa quien quiera decir lo que quiera. Suplicaba comida, dormía en una mezquita, no tenía nada que tomar y nada que dar, llámame estafador o santo.
MAHATMA GANDHI
Respecto a su popularidad de Tulsidas, permítasenos mencionar, y solo como dato anecdótico, que entre los escritos de Mahatma Gandhi, se encuentra la siguiente cita...
Nada me encanta más que la música del Gita o que El Ramcharitmanas de Tulsidas. Cuando me imaginaba que había llegado mi última hora, el Gita era mi solaz.
RABINDRANATH TAGORE
Rabindranath Tagore hizo referencia a Tulsidas con la siguiente historia...
UNO CONMIGO
Una sabia enseñanza sobre la unidad con Dios.
Tulsidas, el poeta, vagaba pensativo, a la orilla del Ganges, por el paraje solitario donde queman los muertos. Y encontró a una mujer que estaba sentada a los pies del cadáver de su marido, vestida alegremente como para una boda. Se levantó ella al verle, le saludó, y le pidió su bendición, Maestro, que quiero irme al cielo con mi marido.
Tulsidas le pregunto, ¿Qué prisa tienes, hija mía? ¿No es también esta tierra de Aquel que hizo el cielo? El cielo no me importa, dijo la mujer, lo que quiero es mi marido. Tulsidas le tranquilizo sonriendo, y le dijo... anda a tu casa, hija mía. Antes de terminar este mes, Lo encontrarás. Y la mujer se volvió a su casa, dichosa de esperanza. Tulsidas iba todos los días a verla, y le hacía pensar en cosas altas, y le llenó el corazón de amor divino.
Cuando el mes hubo pasado, vinieron los vecinos a su casa, y le preguntaban: Mujer: ¿has encontrado ya a tu marido? La mujer sonreía y decía: Sí. Y ellos quisieron verlo, y le preguntaban impacientes: ¿Dónde está?
Mi Señor está en mi corazón, uno conmigo, dijo la mujer.
LAS HISTORIAS DE TULSIDAS
Las historias de Tulsidas son famosas por su profunda sabiduría.
El Ramcharitmanas es una obra maestra de la literatura vernácula. Algunos creen que representa un desafío al dominio del sánscrito brahmánico de alta clase, haciéndose eco de la revuelta de Buda contra el elitismo. Sin embargo, esta interpretación parece defectuosa ya que el propio Tulsidas era parte del elitismo y a menudo habla muy bien del elitismo en Ramcharitmanas y otros libros escritos por él. Fue el intento de Tulsidas de reconciliar las diferentes historias de Rama y poner la historia al alcance del hombre común.
Veamos la historia del arrepentimiento que quizás tenga mas revuelo en el habla hispana...
LA HISTORIA DEL ARREPENTIMIENTO
Una historia de sabiduría de Tulsidas que nos enseña sobre el arrepentimiento.
Un día, hacia el mediodía, un hombre se acercó al templo con lágrimas en sus ojos. Le dijo: Oh, Tulsidas, por el amor de Rama, dame algo de comer. Soy un hombre indigno. Soy un asesino. He matado a muchos hombres. No tengo justificación.
Tulsidas miró al hombre con gran compasión. Le dijo: Has pronunciado el nombre de Rama. Ven conmigo. Tulsidas le dio el alimento ofrecido al Señor. Comieron juntos. Tulsidas tomó alimento de las manos de aquel asesino. Al finalizar el almuerzo le dijo: Amigo, ve en paz. Todos tus pecados han sido borrados.
Algunos Brahmanas que había allí le reprendieron severamente: Oh, Tulsidas, eres un gran santo, pero esto es inadmisible ¡Este hombre es un asesino! Sus pecados son muy graves. Ha matado a gente por codicia ¿Cómo puede haber sido perdonado? ¿Aún más, cómo puedes tú perdonarle? Te has vuelto impuro al compartir tu comida con él y tomar alimento de sus manos.
Tulsidas, sin decir una palabra, cogió al asesino de las manos y lo llevó a la puerta del templo y lo instruyo sobre la justicia y el camino recto. Los Brahmanes, atónitos, cayeron a los pies de Tulsidas rogando su perdón. Oh, queridos brahmanes, dijo Tulsidas: Sois muy instruidos en los Vedas, pero no hay compasión en vuestros corazones. No tenéis fe en la misericordia del Supremo Señor Rama. El arrepentimiento de este hombre es sincero. ¿Creéis acaso que esto pasará por alto al Uno sin segundo? Los hombres tienen corazones duros. Les cuesta perdonar incluso una pequeña ofensa. Pero Bhagavan, el Señor, puede perdonar incluso el más terrible de los pecados si siente verdadero arrepentimiento en Su criatura.
Seguir el camino del conocimiento es pisar el borde de una espada. Una vez que te metes en él, no hay escapatoria.
Tulsidas