La iluminación espiritual

Actuar de acuerdo con la verdad

BUSCANDO SER HONESTOS

Ser honestos significa que vives de acuerdo con la verdad.

Eso suena muy lógico, pero ¿cómo se vive eso en la vida diaria?

Lo aplicas en tu vida, en las decisiones que tomas; en la forma en que vives tu vida. Pueden surgir situaciones donde todavía parece haber una especie de conflicto entre el viejo punto de vista (egoísta) que tomas en una situación y lo que sería justo y armonioso. Debemos actuar de acuerdo con la verdad, siendo honestos con nuestra comprensión de la verdad. Si tenemos una comprensión de la verdad pero sin embargo actuamos de manera diferente, no somos honestos.

Sucede a veces que por un lado quieres hacer algo, pero por otro lado tu mente te dice exactamente lo contrario. Esto se siente como un conflicto.

Sí, pero a veces no es ni siquiera un conflicto. A veces hacemos las cosas por costumbre, por miedo o deseo, mientras que nuestras razones elevadas nos dicen que no las hagamos. Por lo tanto, es muy importante seguir nuestras razones elevadas.

EL CAMINO DE LA ARMONÍA

Tienes que conocer la diferencia entre las dos.

Si podemos, tenemos libertad. Después de nuestra comprensión de la verdad o no, estos momentos de libertad y de elección son muy importantes. Cuanto más elegimos el camino de la armonía, de la verdad y la justicia, en vez del camino de la ignorancia, más crece nuestra convicción de que la consciencia es impersonal o divina. En cierto modo esto refuerza nuestra convicción de la verdad y allana el camino a la posibilidad de elegir el camino de la armonía en situaciones nuevas en lugar del camino de la ignorancia.

Así que tendrás que confiar más. Cuando aplicas la verdad en tu vida diaria, te sientes bien por dentro, y te hace sentir feliz. De forma extraña te hace feliz. Todavía puede ser terrible en el exterior durante un tiempo, pero —y esa es la belleza de esto— tarde o temprano el universo te dará una hermosa respuesta. Porque cuando eres uno con el Tao, cuando fluyes con la corriente de la justicia en tus acciones, entonces hay una positiva, hermosa y milagrosa respuesta de la vida, del universo. Por lo tanto, si aplicas esto cada vez más experimentarás una mejoría en tus relaciones no solo con otras personas sino también con los acontecimientos de tu vida. Serendipia: acontecimientos aparecerán que van a simplificar tu vida. Así es como sabemos que la consciencia es universal y no personal. Recibimos la respuesta del mundo exterior en forma de regalos, milagros y sucesos fortuitos y desde el interior en forma de felicidad y alegría. No hay diferencia entre el interior y el exterior. Si estás establecido interiormente en la armonía, entonces esto no solo creará felicidad interior, sino también felicidad en el mundo. Las circunstancias no parecen cambiar; pero lo hacen. Cuando estás en el lado de la justicia, entonces el universo está de tu lado.

SABIENDO QUE ES LA VERDAD

¿Y el universo estará en tu contra de otra manera?

Sí, pero no porque el universo sea malo. Tienes que comprender la verdad y cada acontecimiento en tu vida. El propósito es llevarte a la verdad. Una vez que estás en consonancia con la verdad, la vida no es más que una celebración. La vida tiene así un doble propósito: conocer la verdad, saber que la conoces y celebrar la verdad. Ese es el significado de la vida. Por lo tanto, una vez que estás en consonancia con la verdad, lo que queda es celebración. Antes de que estés en consonancia con la verdad, lo que tienes que hacer es volverte a alinear con la verdad.

Para mantener a línea en el camino, la justicia utiliza el castigo y el premio. Si se sale de la línea, recibe un castigo.

¿Y el premio?

El premio es el deseo de la verdad. Es esa energía del deseo la que mantiene al ser en movimiento. Esta energía del deseo llevará al ser a su hogar. El propósito de los contratiempos (adversidad) es mantener al ser en el camino. Por lo tanto, si permaneces en el camino fluyes en la corriente de la armonía. Si te desvías, entonces... (risas)

La gente suele pensar que ya no habrá más deseos una vez que se han establecido en la verdad. Eso no es cierto. Los deseos que siguen apareciendo son inocentes. No hay apego en estos deseos. En otras palabras: si un deseo se cumple, es celebración. Al igual que en un bonito día junto con tu familia. Uno podría decir: ¡Hey, vamos al mar! No hay nada malo en ello, es un deseo creativo, es solo celebración. Sin embargo: a veces un deseo no se cumple. Entonces la ignorancia se hace cargo del deseo. Nos apegamos a él pensando que la felicidad depende de la satisfacción del deseo. Entonces, tenemos una caída. Es decir, el universo puede o no cumplir nuestro deseo, de modo que el deseo se mantiene, pero en ambas situaciones nos dará la lección de que ahí no hay, en realidad, felicidad. Estamos decepcionados de cualquier manera. En cambio, si surge el deseo y simplemente decimos: Bueno, estaría bien, si es posible lo haremos, sin ningún apego, entonces lo disfrutamos. Si no es posible, entonces simplemente no lo hacemos. Pero algo pasará en el universo que hará realidad este deseo. En ese momento, el deseo se cumple aún más, posiblemente de diferente pero mejor manera de lo que habíamos anticipado.

Recibimos la prueba del universo, de la consciencia universal. La recibimos desde varias direcciones. No solo en la forma de alegría, sino también en acontecimientos, del mundo, de la armonía universal.

En un principio puede parecer como si pasaran cosas terribles, pero al final todo saldrá bien. Esa es también su belleza. La casa de otro amigo se quemó. No estaba demasiado bien asegurado, pero era un amante de la verdad y lo aceptó con un corazón abierto y no se quejó. Era un artista que era patrocinado por una señora muy generosa. Ella le propuso pagar la diferencia entre lo que el seguro le cubría y los costes reales. Salió de la nada, porque se trataba de una gran cantidad de dinero. Por lo tanto, cuando confías en la vida, recibirás esta hermosa confirmación. Esto requiere de ti que cuando llegas a la encrucijada donde los caminos se separan, eliges el camino de la verdad. Sé fiel al camino de la verdad, fiel a tu comprensión. Eso es honestidad.

No estamos obligados a ser perfectos. Solo estamos obligados a tener buena voluntad, a hacer lo mejor que se pueda. Eso es todo lo que podemos hacer. A veces, al día siguiente, puede resultar que las decisiones que hemos tomado, a pesar de que eran de buena voluntad, estaban equivocadas. Entonces debemos tomar acciones correctivas, para cambiarlas y hacer todo lo que se requiera. En todo eso tiene que haber buena voluntad. Estamos tratando de ser fieles a la verdad. Seamos honestos. Es muy importante no separar nuestro conocimiento de la verdad y la forma en que actuamos, pensamos y creemos.

AMAR LA VERDAD

¿Cómo sabemos lo que es amoroso, inteligente y correcto?

No sé cómo lo sé, pero sí sé cuando lo sé. Cuando es amoroso, bello y justo, lo sentimos. Por ejemplo, al igual que en la relación con los amigos, si has dicho algo molesto a un amigo, tal vez involuntariamente, entonces tu amigo no necesita siquiera decir algo al respecto, pero sentimos que algo no está bien. Algo nos lo dice.

¿Qué pasa entonces con la relación entre la verdad, la honestidad y lo que pensamos?

El pensamiento es solo una herramienta. Depende de donde parte el pensamiento. Si sale de la ignorancia (de mí como persona), entonces está equivocado. Además, no hay nada malo en el pensamiento, pero algo está equivocado con la fuente del pensamiento, porque si el pensamiento viene de la falsedad, entonces da lugar a grandes problemas. Si el pensamiento brota de la verdad, de la experiencia de lo que somos, del ser o de la propia situación, entonces es muy diferente. Entonces es solo una herramienta y puede ser hermoso.

Por lo tanto, es también un malentendido suprimir el pensamiento. Eso es demasiado totalitario. Tenemos que ir hacia la verdad y la inteligencia, y pensar es parte del proceso que transforma la mente. Tenemos que estar convencidos, y con el fin de llegar a esta convicción para eliminar los viejos sistemas de creencias tenemos que usar el pensamiento. Para relajar la mente tenemos que utilizar las mismas herramientas que la deformaron. Imagina que de niño te dijeron que los bebés nacen de las plantas de repollo. En un momento dado es necesario volver a examinar esta creencia y erradicarla. ¡A más tardar antes de que nazca tu primer hijo! Este concepto tiene que ser comprendido y erradicado por medio del razonamiento. Naturalmente, ya no me acuerdo de la creencia en cosas tan simples (al igual que con la creencia en Santa Claus), pero sin embargo hemos tenido que corregir estas creencias equivocadas.