La iluminación espiritual

Acepta la vida como es en su totalidad

LA ACEPTACIÓN

No elijas, acepta la vida como es en su totalidad.

Te han dicho, condicionado constantemente, que tú no tienes ningún valor. Por todas direcciones te han demostrado, te han dicho, que eres indigno, que no eres lo que deberías ser, que no eres aceptado así como eres. Hay muchos deberías que cuelgan sobre tu cabeza, y esos deberías son casi imposibles de satisfacer. Y cuando no puedes satisfacerlos, cuando te quedas corto, te sientes condenado. Un odio profundo surge hacia ti.

Acéptate como eres; suelta todos los deberías. ¡No lleves ningún debería en tu corazón! Tú no debes ser alguien diferente; no se espera que hagas algo que no te pertenece. Solo has de ser tú mismo. Relájate y solo sé tú mismo. Sé respetuoso con tu individualidad, y ten el valor de plasmar tu propia firma. No sigas copiando las firmas de otros.

Cuando puedes decir a Dios: Soy perfecto como soy, soy feliz como soy, a esto le llamamos en Oriente, confianza; entonces te has aceptado a ti mismo y al aceptarte a ti mismo has aceptado a tu creador. Negándote a ti mismo niegas a tu creador.

Existen solamente dos caminos:

  • Rechazando, tú puedes seguir siendo el mismo; condenando.
  • Aceptando, entregándote, gozando, deleitándote, tú puedes ser el mismo.

Tu actitud puede ser diferente, pero tú vas a seguir siendo como eres, la persona que eres. Una vez que aceptas, surge la compasión. ¡Y entonces comienzas a aceptar a otros!

Lo has observado: es muy difícil vivir con un santo, muy difícil. Puedes vivir con un pecador; no puedes vivir con un santo porque un santo te condenará continuamente: por sus gestos, por sus ojos, la manera en que te mirará, la manera en que te hablará. Un santo nunca habla contigo; te habla a ti. Él nunca te mira solamente; él tiene siempre algunos ideales en sus ojos, nublando el panorama. Nunca te ve. Él tiene algo a lo lejos y sigue comparándote con ello? y, por supuesto, siempre te quedas corto. Su misma mirada te hace un pecador. Es muy difícil vivir con un santo... porque él no se acepta a sí mismo, ¿cómo puede aceptarte? Él tiene muchas cosas consigo. Notas discordantes de las cuales siente que tiene que ir más allá. Por supuesto, él ve las mismas cosas magnificadas en ti.

Pero para mí solo es un santo quien se ha aceptado a sí mismo, y en su aceptación ha aceptado al mundo entero. Para mí, ese estado de la mente es lo que se llama santidad: el estado de la aceptación total. Y eso es curativo, terapéutico. El solo estar con alguien que te acepta totalmente es terapéutico. Te sanará.

LA ACEPTACIÓN TOTAL

Durante tan solo veinticuatro horas, prueba lo siguiente: aceptación total; suceda lo que suceda. Si alguien te insulta, acéptalo, no reacciones y observa lo que ocurre. De repente notarás que fluye en tu interior una energía que nunca antes habías notado.

Cuando te sientes débil y alguien te insulta, te molestas y empiezas a pensar de qué manera tomarás venganza; esa persona te ha atrapado y, en adelante, no harás otra cosa que darle vueltas y más vueltas. Durante días, noches e incluso años, no podrás dormir y tendrás pesadillas. Hay gente capaz de desperdiciar toda su vida por una nimiedad insignificante, como que alguien le haya insultado.

Basta con volver la vista hacia tu pasado para recordar unas cuantas cosas.

Cuando eras un chiquillo, el maestro te llamó idiota en clase y todavía lo recuerdas con rencor. Tu padre dijo algo, pero tus padres lo han olvidado y no logran recordarlo ni aunque tú se lo recuerdes. Tu madre te lanzó determinada mirada y desde entonces te ha acompañado la herida, que sigue abierta, en carne viva, y explotarás con solo que alguien la roce.

No dejes que la herida se extienda, no permitas que te esclavice. Busca las raíces; acércate al Todo.

APRENDIZAJE

Durante veinticuatro horas –solo veinticuatro horas– trata de no reaccionar, de no rechazar nada; pase lo que pase. Si alguien te empuja y te derriba, ¡cáete! Luego levántate y vete a casa. No hagas nada al respecto.

Si alguien te agrede, inclina la cabeza y acéptalo con gratitud. Vete a casa, no hagas nada; aunque solo sea durante veinticuatro horas, y experimentarás un arrebato de energía que nunca antes habías conocido: una nueva vitalidad que surge de las raíces, y una vez que la hayas conocido, una vez que la hayas experimentado, tu vida cambiará.

Luego te reirás de todas las tonterías que venías haciendo: de todos los rencores, reacciones y venganzas con las que te habías estado destruyendo.

Nadie puede destruirte salvo tú; nadie puede salvarte excepto tú.

FRASES SOBRE LA ACEPTACIÓN

  • Se la persona que eres. No intentes ser otra, y te volverás maduro. La madurez es aceptar la responsabilidad de ser uno mismo, sea cual sea el coste. Arriesgar todo por ser uno mismo, de eso trata la madurez.
  • ¡Tú no estás equivocado! Simplemente tu modelo, la manera en que tú has aprendido a vivir está equivocada. Las motivaciones que has aprendido y has aceptado como tuyas no son suyas, no satisfacen tu destino.
  • Nunca trates de cambiar a una persona que amas, porque el mismo esfuerzo que realizas para cambiar a esa persona, dice que amas solo la mitad, y que la otra mitad de la persona no es aceptada.
  • Deben aceptarse las verdades absolutas, no importa en qué libro estén escritas. Si guardamos prejuicios, ellos serán causa de pérdida y de ignorancia.
  • Sé la persona que eres. Nunca trates de ser otra, así podrás madurar. La madurez es aceptar la responsabilidad de ser uno mismo, sea al costo que sea.
  • La inteligencia nunca crece por imitación: la inteligencia crece por experimentación. Inteligencia crece mediante la aceptación de desafíos.
  • Aceptarte como eres. Eso es lo más difícil en el mundo, ya que va en contra de tu formación, tu educación y tu cultura.
  • El Zen incluye todo. Nunca niega, nunca dice no a nada; acepta todo y lo transforma en una realidad más alta.
  • Un hombre se convierte en Buda en el momento en que acepta todo lo que la vida le trae con gratitud.
  • No elijas, acepta la vida como es en su totalidad.

Puedes vivir feliz solo con una humildad profunda, porque el aprendizaje solo es posible con la humildad. Tienes que rendirte, no actuar, no manipular, no impresionar. Osho