La iluminación espiritual

No hay nada más eficaz que ser agradecido

OMRAAM MIKHAEL

Imagen; No hay nada más eficaz que ser agradecido; Omraam Mikhael

SER AGRADECIDO

Cada agradecimiento disuelve algo malo y esto se convierte en dulzura.

Debemos de ser agradecidos, si, incluso, aunque en apariencia, las cosas las veamos malas, ya que muchas cosas buenas nos arrastran en nuestro hundimiento. Entonces pues, en esta ignorancia, debemos siempre agradecer. Si supiéramos anticipadamente lo que va a suceder, quizás tuviéramos derecho a sumirnos en la tristeza. Pero cuantas veces habéis verificado que lo que perecía primero malo, nos haría contentos a continuación. Y así, os encontrabais después, liberados, purificados, aligerados. Vosotros ibais a pasar sin verlo cerca de un tesoro y lo desaprovechasteis.

Algunas veces el mundo invisible nos envía perseguidores para así hacernos recorrer caminos, senderos con la finalidad de que descubriéramos cosas magnificas en el camino que nos están esperando. Sin estas dificultades vividas, nos hubiéramos quedado en la ignorancia, débiles y miserables. Pero el tesoro nos esperaba y finalmente lo encontramos. Eh aquí, la verdadera filosofía. Cuando se conoce vale la pena abandonar todas las otras, y así cada día proteger esta filosofía afín de que se convierta para nosotros en una nueva cultura. Cuando nos sucede algo, tenemos que tener la costumbre de decir: ¿quizás esto sea para mí bien? Cuando no lo sabemos no tenemos derecho a quejarnos. Debemos pues agradecer.

Ya hemos dicho que el agradecimiento, el reconocimiento, la gratitud son el más elevado secreto de la Iniciación, ya que son elementos que transforman los venenos.

Sobre este tema recibo continuamente cartas de los hermanos. Y las mismas me hablan no de sombreros… ni de comidas etc. y si de reconocimientos. Me dicen: lo hemos probado y hemos verificado en qué manera suaviza las cosas, las mejora. Siempre debemos agradecer al Cielo. Cada agradecimiento disuelve algo malo y esto se convierte en dulzura. Lo he verificado: inclusive agradecer por haber venido a reencarnarse en Francia. Es la casa correccional, el reformatorio.

SIEMPRE AGRADECIDOS

Debéis acostumbraros a gradecer cada día. Hacedlo incluso mecánicamente.

Os y debéis acostumbrar y decir: Gracias Señor, gracias mi Señor Gracias Dios mío Gracias Existencia Y después cuando tengáis tiempo nos acordaremos que hemos agradecido. Esto queda registrado, ya sea que lo digáis concienzudamente o no.

Conocí un guardagujas en Bulgaria. Con un amigo, viajando llegamos en una pueblo pequeño sin saber donde debíamos ir a dormir. Así pues fuimos ayudados por un guardagujas que era un borracho. Por la mañana me levante temprano para poder ver como se comportaba. Esta borracho perdido, y a pesar de todo hacia bien su trabajo, si inconscientemente. Trabajaba incluso dormido. Hable un poco con él; Me explico que se había habituado tanto a su trabajo que incluso lo hacía con precisión aun estando bebido. No lo he podido olvidar. Era un hombre bravo y muy bueno.

Algunas veces de personas sobrias no se puede obtener nada de ellos. Entonces tomad la costumbre de ser agradecidos, aun automáticamente y cuando tengáis tiempo entreteneros en ver de la manera que habéis sido agradecidos.

Ya lo veis el hombre estaba bebido pero los trenes funcionaban debidamente, incluso los saludaba cuando pasaban. Pero mejor que no vayáis a imitarle. Si, nosotros a menudo somos como él, guardagujas, y ponemos mal las vías de nuestros trenes. Las personas son como trenes y así todos somos en ciertamente guardagujas. Podéis dar incluso consejos tan catastróficos. A veces dais un consejo a dos personas y se pelean a causa de vuestro consejo. Esto significa que sois unos malos guardagujas.

LA LEY DEL PÉNDULO

La segunda cuestión, no desear ser demasiado feliz.

Ya que siempre hay contrastes en la tierra. Vosotros iréis mucho hacia la izquierda y el péndulo regresara más tarde mucho a la derecha. No debéis sobrepasar los imites, ya que el día siguiente o incluso el mismo día, si reímos demasiado, lloraremos después. Ya os he explicado todas estas cosas: lo contrario de los grandes bienestares vividos sigue inevitablemente. Debéis quedaros entre los límites.

Todos desean el gran amor, y nadie desea el pequeño amor que se manifiesta cada día. Y entonces llegamos a conocer las grandes catástrofes. Que debemos pedir pues y que no debes pedir? Yo no busco la felicidad y es así como la tengo. Vosotros diréis que esto son paradojas. Decid lo que queráis pero son el secreto de los Iniciados. Renunciad a la felicidad y la obtendréis. Queréis encontrar el gran amor, huid de él, así os perseguirá día y noche. Es como la sombra; corréis detrás y se salva delante de vosotros. Huis de ella y os persigue. Lo mismo cuando buscáis la libertad, os convertís en esclavos de ella... Limitaros y seréis libres. Buscad la limitación en el dominio inferior, entonces seréis libres en el lado superior. Querer hacer todo lo que se decide, es ser esclavo.

LA LIBERTAD

Estas tres cosas, yo las he entendido y trabajo en ellas. Entonces haced lo mismo. Por todas partes no vemos más que personas que desean liberarse pero por otro lado, no consiguen terminar sus deberes. Por ejemplo: un hombre insiste en pedir la mano de una mujer. Después la rechaza para ir a por una de más joven. No tiene derecho hacerlo. Le ha quitado toda su juventud y desea liberarse, olvidando sus promesas y las palabras que en su día pronuncio para obtener su mano. Las mujeres hacen otro tanto. ¿Entonces donde se encuentra el deber? En la limitación que nos imponemos para cumplir nuestras promesas. La liberación, es liquidar, pagar lo que debemos. ¿Las personas entienden así la libertad? Pero dentro de su cabeza tiene una libertad a ellos que no tiene ninguna relación con la libertad que entienden los Iniciados.

He aquí la razón, por la cual yo no quiero liberarme. Os daré otro pequeño ejemplo: Estoy con vosotros; entonces, ciertamente es que tengo algo que pagaros. Así pues, pensando así, me libero. Vosotros debéis decir también: Yo estoy con el hermano Mikhaël, así es que ciertamente le debo algo. Yo pagaré mis deudas con él y seré libre. Diréis: ¡Vd. no nos debe nada¡ ¡Dejádmelo pensar a mi manera, esto me beneficia y me hace bien. Entonces, vosotros también debéis de pensar de esta manera. Si lo hacéis veréis como salís enormemente beneficiados. Es cuestión de probarlo, de otra manera nunca lo sabréis.


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