La iluminación suprema
Para alcanzar la iluminación suprema uno reconoce espontáneamente su propia naturaleza original, la esencia mental que no puede crearse ni eliminarse.
HUI NENG
LA PAZ INTERIOR PERMANENTE
La verdadera esencia de la iluminación suprema. Deja que la esencia de tu propia mente y todos los objetos externos permanezcan tal y como son. Entonces tu estado de paz interior será permanente. Hui Neng
Hui Neng es considerado unánimemente como el verdadero padre del Zen, y mucho se ha comentado sobre él y sobre su vida, destacando sobre todos el relato de como llegó a ser nombrado Sexto Patriarca del Chan, pues este episodio se considera muy ilustrativo del peculiar carácter chino, práctico y directo (en contraste con el del Budismo indio, más dado a la contemplación), que vino a dotar al Zen de su vigor y particular personalidad.
Aquí algunas importantes anécdotas y enseñanzas posteriores a este evento, estando Hui Neng ya en posesión del Manto de la Ley.
ENSEÑANZAS Y ANÉCDOTAS
LAS REGLAS
¿Por qué tenemos que imponernos prácticas y reglas concretas, cuando podemos alcanzar nuestra meta sin importar que nos giremos a la izquierda o a la derecha? Es por nuestro propio esfuerzo que reconocemos instantáneamente la esencia de nuestra mente original y no gradualmente o paso a paso, por lo que establecer prácticas y reglas es absolutamente innecesario.
LA ILUMINACIÓN SUPREMA
Para alcanzar la iluminación, uno debe reconocer espontáneamente su propia naturaleza original, la esencia de su mente que no puede crearse ni eliminarse. A cada instante, pensamiento tras pensamiento, uno tiene que ser capaz de tener presente la esencia de su mente en todo momento. Entonces todas las cosas quedan libres de cualquier restricción. Una vez que la esencia de la mente es reconocida, nos liberamos de la ilusión para siempre y en cualquier circunstancia nuestra mente permanece en su estado original. Tal estado mental es la verdad absoluta. Si puedes ver las cosas desde tu estado mental original, puede decirse que has reconocido la esencia de la mente, lo cual equivale a la iluminación suprema.
DESAPEGO
Cuando escuché la frase del Sutra que dice, uno debe usar su mente de tal forma que permanezca libre de todo apego, de inmediato mi mente quedó iluminada por completo y me di cuenta de que todas las cosas en el universo son la esencia de la mente misma. Quién hubiera imaginado que la esencia de la mente fuese intrínsecamente pura, libre de cualquier transformación, imposible de eliminar, auto suficiente y libre de cambio. Quién hubiera imaginado que todas las cosas no son más que la manifestación misma de la esencia de la mente.
ALCANZAR LA ILUMINACIÓN
Todos tenemos la posibilidad de alcanzar la iluminación. Es la ilusión bajo la que funciona nuestra mente la que nos impide reconocer por nosotros mismos nuestro estado mental original y nos empuja a buscar el consejo y la guía de los demás para lograrlo. Debéis saber que en lo que a esta esencia se refiere, no hay diferencia alguna entre una persona iluminada y una persona ignorante. Lo único que los diferencia es que uno ha reconocido la esencia de su propia mente, mientras que el otro no.
LA DISTRACCIÓN
Durante el ejercicio de nuestras facultades mentales, no debemos dejarnos arrastrar por ninguna idea en particular. Tampoco debemos dejarnos absorber por los objetos mientras estamos en contacto con ellos. El desapego es lo que caracteriza la esencia de nuestra mente.
LO EXTERIOR
Uno debe liberarse del apego a los objetos externos para alcanzar la paz interior. Este apego perturba nuestra mente. Cuando nos liberamos de él, la mente queda en paz. La esencia de nuestra mente es pura por naturaleza y la razón por la que la perturbamos es que nos dejamos arrastrar por las circunstancias en las que nos encontramos. Aquél que es capaz de mantener su mente imperturbable independientemente de las circunstancias y desapegada de los objetos externos, logra la paz interna.
DEJAR FLUIR
Sitúa tu mente en un estado similar al del espacio ilimitado, pero sin apegarte a la idea de vacío. Deja que funcione libremente. Realizando cualquier actividad o descansando, no permitas que tu mente se detenga en nada. Olvídate de la iluminación. Ignora la diferencia entre sujeto y objeto. Deja que la esencia de tu propia mente y todos los objetos externos permanezcan tal y como son. Entonces tu estado de paz interior será permanente.
NO-DUALIDAD
Debemos dejar a un lado tanto los pensamientos positivos como los negativos. Es solo por conveniencia que la esencia de la mente recibe tal nombre, porque en realidad no podemos darle ninguno. La no dualidad es lo que llamamos verdadera naturaleza y es en la que se basan todas las enseñanzas y prácticas. Uno debería ser capaz de reconocer la esencia de la mente tan pronto como escuchara hablar de ella.
MENTE PURA
Si quieres conocer los puntos esenciales de mi enseñanza, debes liberarte de todo pensamiento positivo o negativo. Entonces tu mente estará en un estado de pureza, serena y en calma todo el tiempo y su capacidad será inabarcable.
HOMBRE IDEAL
Imperturbable y sereno, el hombre ideal no practica la virtud. Dueño de sí mismo y desapasionado, no comete pecado alguno. En calma y en silencio, no se apega a lo que oye ni a lo que ve. Equilibrado y correcto, su atención no se detiene en nada.
EL PENSAMIENTO
Dos monjes discutían viendo agitarse una bandera sobre si era el viento el que se movía o era la bandera. Como no se ponían de acuerdo, tuve que intervenir para aclararles que no eran ni la bandera ni el viento los que se movían, sino sus pensamientos.
EL VACIO
Todo es vacío como el espacio. Intrínsecamente nuestra naturaleza trascendental está vacía y no hay absolutamente nada que pueda obtenerse, por lo que todas las prácticas para lograr algo son inútiles. La esencia de la mente, nuestra verdadera naturaleza original, es un estado de vacío absoluto, es decir, el vacío del vacío.
Pero al escuchar la palabra vacío, no debes confundirla con la idea de vacuidad que implica eliminación. Es de la mayor importancia que no caigamos en esta idea, porque si te sientas en meditación con la intención de eliminar los pensamientos y mantener tu mente en blanco, solo conseguirás sumirte en un inútil estado de vacuidad e indiferencia.
LA MENTE Y EL ESPACIO
El vacío ilimitado del universo es capaz de sustentar incontables cosas de diversos tamaños y formas, como el sol, la luna, las estrellas, las montañas, los ríos, los bosques, la bondad, la maldad, los océanos o las montañas. El espacio abarca todo esto como lo hace el vacío de nuestra naturaleza. Decimos que la esencia de la mente es grande porque abarca todas las cosas, ya que todas las cosas están dentro de nuestra propia naturaleza. Si no sentimos apego alguno, nuestra actitud mental será siempre vacía como el espacio.
LA PRACTICA
Aquello de lo que los ignorantes hablan, los sabios lo ponen en práctica con sus mentes. También están esos locos que se sientan en silencio y se esfuerzan por mantener su mente en blanco. Evitan pensar en nada y por ello se consideran grandes. Tan fanáticos se vuelven que difícilmente se puede hablar con ellos.
CAPACIDAD MENTAL
La capacidad de la mente es ilimitada y abarca todo el universo. Cuando la usamos cotidianamente, podemos saber algo de todo. Y cuando la usamos a su plena capacidad, no hay nada que no podamos saber. Todo en uno y uno en todo. Cuando nuestra mente funciona sin impedimentos con la atención libre de ir y venir, se encuentra en un estado de sabiduría.
LA SABIDURÍA
La sabiduría procede de la esencia de la mente y carece de origen externo. No os equivoquéis en esto. Se dice por ello que nuestra verdadera naturaleza debe conocerse a si misma. Una vez que esta verdadera naturaleza en la que todo es lo que es sin esfuerzo es conocida, uno queda liberado de la ilusión para siempre.
LA OTRA ORILLA
El apego a los objetos de los sentidos da origen a la existencia y a la no existencia, que son como el subir y bajar de las olas en un mar revuelto; a este estado se le llama metafóricamente ésta orilla. El no apego nos permite alcanzar un estado más allá de la existencia y la no existencia, como agua fluyendo suavemente; a este estado se le conoce como la otra orilla..
LIBERACIÓN
Un solo pensamiento pasajero lo convierte a uno en un hombre ordinario y un solo pensamiento iluminado lo transforma a uno en un buda. Un pensamiento que se apegue a los objetos de los sentidos es la ignorancia, mientras que un pensamiento que nos libere del apego es la iluminación.
INDEPENDENCIA
La mente debe utilizarse de tal manera que permanezca independiente de todos los objetos internos y externos, con la atención libre de ir y venir, sin apegos y completamente iluminada sin la menor sombra.
LA ESENCIA DE LA MENTE
Aquél que se ha dado cuenta de la esencia de la mente, puede hablar de ella de inmediato, en cuanto se la citan y no puede perderla de vista aunque se encuentre envuelto en una batalla.
La esencia de la mente es intrínsecamente pura; todas las cosas no son sino su manifestación y las buenas y malas acciones son únicamente el resultado de los buenos y malos pensamientos. Las nubes no disminuyen el azul del cielo, ni la luz del sol, ni de la luna.
Habéis de saber que en todo momento, la esencia de la mente se encuentra en un estado tal, que todo es sencillamente como es.
INTROSPECCIÓN
Cuando usamos la sabiduría para la introspección, logramos la iluminación interna y externa y podemos conocer nuestra propia mente. Conocer nuestra mente es alcanzar la liberación, lo que equivale a la ausencia de pensamientos, que nos permite conocer todas las cosas con una mente libre de apego. Entonces, la atención lo abarca todo y sin embargo no se detiene en nada. Para lograrlo, todo lo que tenemos que hacer es purificar nuestra mente de manera que, al pasar por las puertas de los sentidos no se adultere ni se apegue a los objetos del mundo. Cuando nuestra atención funciona libremente, sin impedimentos y en libertad de ir y venir, podemos decir que hemos alcanzado la liberación. En tal estado, se produce la ausencia de pensamientos, que no tiene nada que ver con evitar pensar en nada y suprimir dichos pensamientos que es una práctica totalmente equivocada.
FELICIDAD PERMANENTE
Aquellos que comprenden la esencia de la mente, no importa donde se encuentren, están siempre felices y cómodos.
LA EMANCIPACIÓN
Todas las cosas buenas o malas, bellas o feas, deben ser consideradas como vacío. En cualquier disputa o conflicto debemos tratar igual a nuestros partidarios que a nuestros enemigos y nunca pensar en la venganza. En el ejercicio de nuestras facultades mentales, dejemos el pasado atrás. Si permitimos que nuestros pensamientos acerca del pasado, el presente y el futuro se unan en series nos limitamos, pero si nunca dejamos que nuestra mente se apegue a nada, ganamos la emancipación.
MENTE APARTADA
Nuestra mente debe permanecer apartada de las circunstancias y bajo ningún concepto debemos permitir que estas influyan en su funcionamiento.
LA VERDADERA NATURALEZA
Debemos abandonar los pares de opuestos y demás ideas engañosas y fijar nuestra mente en la verdadera naturaleza de las cosas, en las cosas tal como son y cuya actividad es la base de las ideas. Los órganos de los sentidos pueden ver, oír, tocar, conocer y no por ello impedir que nuestra verdadera naturaleza se manifieste todo el tiempo.
PAZ INTERIOR
Cuando nos liberamos del apego a los objetos externos alcanzamos la paz interior. La esencia de la mente es intrínsecamente pura y solo es perturbada cuando nos dejamos arrastrar por las circunstancias en las que nos encontramos. Aquel que es capaz de mantener su mente imperturbable, independientemente de las circunstancias, alcanza la paz interior.
DISCRIMINACIÓN O PARTICULARIZACIÓN
Cuando nos prestamos a la más mínima discriminación o particularización, tiene lugar la transformación de la mente. De otra forma, todas las cosas permanecen tan vacías como el espacio, que es como realmente son. Prestando nuestra atención a las cosas malignas, aparece el infierno; depositándola en las cosas buenas, aparece el paraíso. Innumerables en verdad son las transformaciones posibles de la mente.