Fundamentos religiosos de Mahatma Gandhi
Gandhi se esforzó por beber en la fuente de todas las religiones pero sabe que descendieron hasta nosotros a través de la imperfecta mediación humana.
MAHATMA GANDHI
YO RESPETO TODAS LAS RELIGIONES
Todas las religiones condenan a dios.
Mi instinto hinduista me dice que todas las religiones son más o menos verdaderas. Todas proceden del mismo Dios pero todas son imperfectas porque han descendido hasta nosotros a través de la imperfecta mediación humana.
Young India, 29-5-'24, p. 180
Las religiones son caminos diferentes que convergen al mismo punto. ¿Qué importa que tomemos vías diversas en tanto lleguemos a la misma meta? En realidad, hay tantas religiones como individuos.
Hind Swaraj o Indian Home Rule, 1939, pp. 38 & 35
En teoría, puesto que hay un Dios solo puede haber una religión. No obstante, en la práctica no he conocido dos personas que tuvieran una concepción idéntica de Dios. Por ello, quizá siempre haya diversas religiones para responder a los diferentes temperamentos y condiciones climáticas.
Harijan, 2-2-'34, p. 8
No comparto la idea de que hay o habrá una sola religión en la tierra. Por ello, lucho por encontrar un factor común y también para inducir a la tolerancia mutua.
Young India, 31-7-'24, p. 254
No me gusta la palabra tolerancia pero no puedo pensar una mejor. La tolerancia podría implicar la pretensión gratuita de que las otras creencias son inferiores a la propia, al paso que el ahimsa nos enseña a tener por la fe religiosa de los demás el mismo respeto que le acordamos a la nuestra, admitiendo así la imperfección de esta última. El buscador de la Verdad, que sigue la ley del Amor, admitirá eso prontamente. Si logramos la visión total de la Verdad, ya no seremos meros buscadores de la Verdad sino que nos uniremos a Dios porque la Ver- dad es Dios. Pero como aún solo somos gente que ansía la Verdad debemos proseguir nuestra búsqueda, conscientes de nuestra imperfección. No hemos aprehendido la religión en su máxima perfección así como no hemos aprehendido a Dios. La religión que concebimos, al ser imperfecta, estará siempre sujeta a un proceso de evolución y re- interpretación. El progreso hacia la Verdad, hacia Dios, se hace posible solo a través de esa evolución. Y si todas las creencias que los hom- bres delinean son imperfectas, no cabe el problema de los méritos comparativos. Todas las creencias constituyen una revelación de la Verdad, pero todas son imperfectas y están sujetas a error. La reverencia que nos merecen las religiones no debe cegarnos a sus defectos. Asimismo, debemos ser agudamente sensibles a los errores de nuestra fe, no para dejarlos tal como están sino para tratar de superarlos. Observando las religiones con ojo imparcial no solo no debemos vacilar en incorporar a nuestra fe los rasgos aceptables de las otras creencias sino, por el contrario, pensar que ése es nuestro deber.
Tal como un árbol tiene un solo tronco y muchas ramas y hojas, existe una sola religión perfecta y verdadera que se multiplica en una diversidad al pasar a través de la mediación humana. Esa Religión única está más allá de las palabras. Hombres imperfectos la pusieron en el lenguaje que manejaban y sus palabras son interpretadas por otros hombres igualmente imperfectos. ¿Cuál de las interpretaciones habremos de sostener que es la correcta? Cala uno está en lo cierto desde su punto de vista pero no es imposible que todos estén equivocados. Tal es la razón de que sea necesaria la tolerancia, que no significa indiferencia por la propia religión sino un amor más puro e inteligente por ella. La tolerancia nos brinda la percepción espiritual que está tan lejos del fanatismo cama el polo norte lo está del sur. El conocimiento verdadero de la religión quiebra las barreras que se alzan entre las creencias.
From Yeravda Mandir, 1945, pp. 38-40
Me he dado cuenta que siempre estoy en lo cierto desde mi punto de vista y que a menudo estoy equivocado desde el punto de vista de mis críticos honestos. Sé que unos y otro estamos en lo cierto desde nuestros respectivos puntos de vista. Saber esto me salva de atribuirle razones a mis críticos u oponentes. Los siete ciegos que dieron siete descripciones diferentes del elefante, estaban en lo cierto desde sus puntos de vista respectivos, equivocados desde el punto de vista de los otros y en lo cierto y equivocados desde el punto de vista del hombre que sabía que era un elefante. Me gusta mucho esta doctrina de las múltiples normas de la realidad. Esta doctrina fue la que me enseñó a juzgar al musulmán desde su propio punto de vista y al cristiano desde el suyo. Antes, la ignorancia de mis oponentes me ofendía. En la actualidad, puedo amarlos porque estoy dotado con la mirada que me permite verme como veo a los demás y. viceversa. Quisiera estrechar al mundo, entero en el abrazo de mi amor.
Young India, 21-1-'26, p. 30
OTRAS RELIGIONES
Mi actitud hacia las escrituras de las otras religiones.
No me interesa criticar las escrituras de las religiones o señalar sus defectos. Sin embargo, es y seguirá siendo privilegio mío proclamar y practicar las verdades que pueda haber en ellas. Por ello, no critico ni condeno las cosas del Corán o de la vida del Profeta que no puedo comprender. Pero me congratulo ante cada oportunidad que se presenta de expresar mi admiración por los aspectos de su vida que he sido capaz de apreciar y comprender. En cuanto a las cosas que presentan dificultades, estoy contento de verlas a través de los ojos de mis amigos, los devotos musulmanes, en tanto trato de comprenderlas con la ayuda que me brindan los escritos de los eminentes muslimes, intérpretes del islamismo. Solo mediante una aproximación respetuosa a creencias distintas a la mía, pues aprehender el principio de la igualdad de todas las religiones. Sin embargo, es a la vez mi derecho y mi deber señalar los defectos del hinduismo para purificarlo y mantenerlo puro. No obstante, cuando los críticos no-hinduistas comienzan a criticar al hinduismo y a catalogar sus defectos, lo que hacen es proclamar su ignorancia del hinduismo y su incapacidad de verlo desde el punto de vista hinduista. Esto distorsiona su visión y vicia su juicio. De tal manera, mi experiencia frente a las críticas no-hinduistas del hinduismo es que éstas me recuerdan mis limitaciones y me enseñan a ser cuidadoso antes de lanzarme a criticar al islamismo, al cristianismo n a quienes establecieron los fundamentos de esas religiones.
Harijan, 13-3-'37, p. 34
(En el ashram) efectuamos lecturas regulares del Bhagavad-Gita y ahora hemos llegado al punto de que al final de la semana terminamos el Gita habiendo leído todas las mañanas determinados capítulos. Además, recitamos himnos de diversos santos de la India y también agregamos algunos pertenecientes al libro de himnos cristiano. Dado que Khansaheb se halla entre nosotros, efectuamos asimismo lecturas del Corán. En cuanto a mí, obtengo gran consuelo con el Ramayana de Tulsidas. Logro igualmente mucho solaz con el Nuevo Testamento y el Corán. Mi manera de acercarme a estos libros carece de sentido crítico. Me resultan tan importantes como el Bhagavad-Gita, aunque no los considero atrayentes en su totalidad; por ejemplo, en las Epístolas de Pablo no me atrae todo y lo mismo me ocurre con el Tulsidas. En con- secuencia, no se presenta un problema de selección.
Con todas las escrituras, incluyendo el Gita, pongo en funcionamiento mi juicio crítico. No puedo permitir que el texto de las escrituras invalide mi razón. Aun cuando creo que los libros fundamentales son de inspiración divina, entiendo que están sometidos a una doble destilación. En primer lugar, nos llegan a través de un profeta humano y, en segundo término, mediante los comentarios de los intérpretes. Nada hay en ellas que venga directamente de Dios. Mateo da una versión de un texto y Juan da otra. No puedo hacer capitular a mi razón aun cuando acepte la revelación divina. Y, por sobre todas las cosas la letra mata, el espíritu da vida. Pero no debéis malinterpretar mi posición. También creo en la fe, en las cosas donde la razón no tiene cabida.
Harijan, 5-12'38, pp. 339 y 345
No soy una persona muy literal. En consecuencia, trato de comprender el espíritu de las distintas escrituras del mundo, interpretando las mediante la aplicación de la prueba de la Verdad y el Ahimsa formulada por esas mismas escrituras. Rechazo cuanto no sea coherente con esa prueba y aprecio lo que es coherente con ella.
El conocimiento no puede ser prerrogativa de ninguna clase o sector. No obstante, comprendo la imposibilidad que tienen las gentes para asimilar las verdades más elevadas o sutiles, a menos que hayan realizado un entrenamiento previo, a semejanza de esas personas, que no han tenido una preparación preliminar y por lo tanto son completa- mente incapaces de respirar la atmósfera rarificada de las grandes elevaciones; o como quienes no pasaron por el entrenamiento preliminar de las matemáticas simples están incapacitados para .comprender o asimilar la geometría o el álgebra superior.
Young India, 27-8-'25, p. 293
Sostengo que es deber de todo hombre o mujer cultos leer con simpatía las escrituras del mundo. Si respetáramos las religiones de los demás como quisiéramos que respetaran la nuestra, se impondría como un deber sagrado el estudio amistoso de las religiones del mundo. Mi estudio respetuoso de las religiones no ha disminuido mi reverencia por las escrituras hinduistas ni mi fe en ellas. En realidad las religiones dejaron una marca profunda en mi comprensión de las escrituras hindúes, ampliando mi concepción de la vida. Ese estudio me permitió comprender más claramente numerosos pasajes oscuros de las escrituras hinduistas.
Voy a aclarar esto. Si puedo llamarme, digamos, cristiano o musulmán, con mi interpretación de la Biblia y el Corán no vacilaría en denominarme de ambas formas, porque entonces hinduista, cristiano y musulmán serían términos sinónimos. Creo que en el otro mundo no hay hinduistas, cristianos ni musulmanes. Todos son juzgados, no de acuerdo con sus rótulos o profesiones, sino de acuerdo con sus acciones, independientemente de la profesión que tengan. En nuestra existencia terrena siempre existirán esas diferenciaciones. Por consiguiente, prefiero retener el rótulo de mis antepasados en tanto no frene mi evolución ni me impida asimilar lo bueno allí donde lo encuentre.
Young India, 2-9-'28, p. 308