CITAS EXCELENTES VICTOR MARIE HUGO
Las inteligencias poco capaces se interesan en lo extraordinario; las inteligencias poderosas, en las cosas ordinarias.
La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, antaño se llamo herejía.
A los hombres que son bastante insensatos para decir: La humanidad no marchara, responde Dios con la tierra que tiembla.
La pobreza, inmediatamente, pone al desnudo la vida material y la hace aborrecible, de ahí el ímpetu indecible en pos de la vida ideal.
La tolerancia es la mejor religión.
El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, mas exactamente, a pesar de ti mismo.
Ciertos pensamientos son oraciones. Hay momentos en que cualquiera que sea la actitud del cuerpo, el alma esta de rodillas.
El porvenir es un edificio misterioso que edificamos en la oscuridad y que mas tarde deberá servirnos a todos de morada.
Nada mejor que el sueño para engendrar el porvenir. La utopía de hoy es carne y hueso mañana. De su obra, Los miserables.
El hombre respira, espira y expira.
Quien da a los pobres, presta a Dios.
Una guerra entre países europeos seria una guerra civil.
Todo poder es deber.
El matrimonio, como los injertos, prende bien o prende mal.
El verdadero gobierno es aquel que nos ofrece un aumento en la luz y que no se atemoriza por el engrandecimiento de su pueblo.
Las obras de la Naturaleza, no inferiores a las del genio, se imponen por cuanto participan de lo absoluto.
Una idea es un meteoro.
Ser discutido es ser percibido.
A las mujeres les gusta sobre todo salvar a quien las pierde.
Los volcanes arrojan piedras y las revoluciones hombres.
En vano tallamos lo mejor posible ese tronco misterioso que es nuestra vida; la veta negra del destino aparecerá siempre.
Seré Chateaubriand o no seré nada.
La fe es necesaria al hombre. ¡Desgraciado el que nada cree.
Un hipócrita es un paciente, en el doble sentido de la palabra: calcula un triunfo y sufre un suplicio.
El derecho de sufragio suprime el derecho de insurrección.
El amor es un ardiente olvido de todo.
Este sordo escuchaba el infinito. En referencia a Beethoven.
Lo que se hace contra un niño, se hace contra Dios Geestemunde, en la novela El hombre que ríe.
Los animales son de Dios. La bestialidad es humana.
El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas; eso es lo que la sostiene.
Cuando se castiga a un inocente nace un malvado.
Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el merito engaña a los hombres.
La revolución es la larva de la civilización.
Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el genero humano no escucha.
Atreveos: el progreso solamente se logra así.
Comprender es el primer paso; vivir, el segundo.
La melancolía es la dicha de ser infeliz.
La fidelidad de muchos hombres se basa en la pereza, la fidelidad de muchas mujeres en la costumbre.
Una casa sin hijos es una colmena sin abejas.
Prefiero que me silben por un buen verso, que me aplaudan por uno malo.
La vida es una flor cuya miel es el amor.
Hay tantas mujeres bellas, pero no hay perfectas.
¡Cosa curiosa! El primer síntoma del amor en un joven, es la timidez; en una joven, es la audacia.
El ojo ve a Dios solamente a través de las lagrimas.
La melancolía es la felicidad de estar triste.
Cuando el amor es feliz lleva al alma a la dulzura y a la bondad.
La música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y no puede quedar en el silencio.
Imputar la revolución a los hombres es echarle la culpa de la mareas a las olas.
con tal parte de sombra y de azul que diríjanse.
No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor.
Quien me insulta siempre, no me ofende jamás.
Los que padecéis porque amáis, amad mas aun. Morir de amor es vivir. De su obra, Los miserables.
El deber tiene una gran similitud con la felicidad de los demás.
Señora, tened en cuenta que los príncipes gobiernan todas las cosas, salvo el viento.
Mis gustos son aristocráticos; mis actos democráticos.
A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.
No existe en el mundo nada mas poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo.
¡Oh! No insultéis jamás a una mujer que cae. ¡Quien sabe bajo que peso su pobre alma sucumbe!
La felicidad es algo indeseable. Su falso parecido con el merito engaña a los hombres.
Inspiración y genio son casi la misma cosa.
La religión no es otra cosa que la sombra del universo sobre la inteligencia humana.
Lo que conduce y arrastra al mundo no son las maquinas sino las ideas.
Ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo.
En los ojos del joven arde la llama; en los del viejo brilla la luz.
No hay nada mas inminente que lo imposible; lo que hemos de prevenir siempre es lo imprevisto.
Nada tan estúpido como vencer; el verdadero triunfo esta en convencer.
El hombre tiene el amor por ala, y por yugo el deseo.
Es una cosa bien extraña la felicidad con que los infames creen merecer el triunfo.
La obra maestra es la variedad del milagro.
Sufrir merece respeto, someterse es despreciable.
con el mismo secreto, con idéntico enigma.
Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura.
La primera obligación de la igualdad es la equidad.
No hay malas hierbas ni hombres malos; solo hay malos cultivadores.
La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho.
En los ojos del joven, arde la llama; en los del viejo, brilla la luz.
Produce inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el genero humano no escucha.
Nada importa morir, pero no vivir es horrible. De su obra, Los miserables.
Feliz hasta en las angustias aquel a quien Dios concedió un alma digna del amor y de la desgracia. Quien no haya visto las cosas de este mundo, no ha visto ni sabe nada.
En el surco del arado entierra el hombre sus vicios.
El deber es un dios que no tolera ateos.
El infortunio, el aislamiento, el abandono y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes.
El recuerdo es vecino del remordimiento.
Los ojos no pueden ver bien a Dios, sino a través de lagrimas.
Ningún ejercito puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.
Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre.
La muerte esta tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja.
La pena de muerte es un signo peculiar de la barbarie.
No hacer nada es la felicidad de los niños y la desgracia de los ancianos.
El ateo es un mal conductor del genero humano.
El amor abre un paréntesis; el matrimonio lo cierra.
La verdad es como el sol. Lo hace ver todo y no se deja mirar.
Las que conducen y arrastran al mundo no son las maquinas, sino las ideas.
La fuerza mas fuerte de todas es un corazón inocente.
Su falsa semejanza con el merito engaña a los hombres.
Rezar es poner en contacto por medio del pensamiento, el infinito de abajo con el infinito de arriba.
La belleza y la muerte son dos cosas profundas.
Lo que bien se piensa, bien se expresa.
La indigestión es la encargada de Dios de predicar la moral del estomago.
El microscopio empieza donde el telescopio termina. ¿Cual de los dos ofrece mejor panorama? .
Una vez en posesión de la felicidad, flaca meta de la vida, olvidamos la verdadera, que es el deber.
Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.
El cuerpo humano no es mas que apariencia y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma.
Amigos míos, retened esto: no hay malas hierbas ni hombres malos. No hay mas que malos cultivadores.
Dios es la plenitud del cielo, el amor es la plenitud del hombre.
La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.
El infierno esta todo en esta palabra: soledad.
La conciencia es la cantidad de ciencia innata que tenemos en nosotros mismos.
El hombre es la mas elevada de las criaturas. La mujer es el mas sublime de los ideales. Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar.
Primero fue necesario civilizar al hombre en su relación con el hombre. Ahora es necesario civilizar al hombre en su relación con la naturaleza y los animales.
La felicidad suprema en la vida es tener la convicción de que nos aman por lo que somos, o mejor dicho, a pesar de lo que somos. De su obra, Los miserables.
El futuro tiene muchos nombres.
De la pregunta Einstein habla que es una enseñanza de la Ley de Atracción del Universo y Dios. Crees que el Universo es un lugar amigable para vivir.
Es un error cuando dicen que la esclavitud ha desaparecido de la civilización europea. Todavía existe, solo que ahora pesa nada mas que sobre la mujer y recibe el nombre de prostitución. Los miserables, Capitulo VIII, Chistus nos lieveratit.
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.
Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su palabra, conversación en los salones, en la antecámara, son como esas chimeneas que consumen pronto las leñas; no necesitan mucho combustible; y el combustible es el prójimo.