LA ILUMINACIÓN ESPIRITUAL
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Suspender deliberadamente toda actividad externa y sentarte o abrirte, quizás por vez primera, a la quietud interior, sin más intención que permanecer presente al despliegue de tu vida, suele ser una oportunidad extraordinaria.
La quietud es paz interior; y esa quietud y esa paz son la esencia de tu ser. Es la quietud interior que salvará y transformará el mundo.
Los pensamientos que han surgido de la quietud y la paz, tienen todo el poder de llevarte a la misma quietud y paz de la que surgieron.
La esencia de tu ser es quietud y paz interior y esa quietud y esa paz son la esencia de tu Ser. Es la quietud interior que salvará y transformará el mundo.
Es lo que aprendo de los grandes actores con los que trabajo. Quietud. Eso es todo y eso es lo más difícil.
Aprender a estar quieto, realmente quieto, y dejar que la vida suceda: esa quietud se convierte en un resplandor.
Es lo que he aprendido de los grandes actores con los que trabajo. Quietud. Eso es todo, y eso es lo más difícil.
Cuando invocamos a Dios desde la profunda quietud del corazón con el anhelo puro y sincero de conocerle, de sentir todo su amor, obtenemos infaliblemente su respuesta.
El carácter no puede ser desarrollado en tranquilidad y quietud. Solo a través de la experiencia de la prueba y el sufrimiento se puede fortalecer al alma, inspirar ambición y lograr el éxito.
El carácter no puede ser desarrollado en tranquilidad y quietud. Sólo a través de experiencias de juicio y sufrimiento se puede fortalecer el alma, despejar la visión, inspirar ambición y lograr el éxito.
Cuando el juicio desaparece y la inquietud se calma, es posible comunicarse y actuar conjuntamente para que esa enfermedad no sea un pesado fardo para todos.
El movimiento y la quietud son dos estados. El maestro Zen, que no depende de nada, utiliza a su antojo tanto el movimiento como la quietud.
En el interior de cada uno de nosotros existe un templo de quietud que no permite la intromisión del alboroto mundano.
Tanto aquí como en el extranjero, la gente se acerca y me dice: «¿Cómo le es posible permanecer sentada e inmóvil en meditación durante tantas horas? ¿Qué es lo que hace durante esos períodos de quietud?».
Cuando invocamos a Dios desde la profunda quietud del corazón —con el anhelo puro y sincero de conocerle, de sentir su amor—, obtenemos infaliblemente su respuesta.
En los caminos espirituales, colectivos o en común, es peligroso el deseo febril de palpar el éxito si este deseo produce inquietud y perturbación de la paz y serenidad interior.
No importa nada, alcanza la Quietud.
El Conocimiento, es mente tras la quietud..
El Kriya trae una riqueza divina, Quietud.
La Calma más allá del aliento es Alá; es decir: la Casa de la Quietud.
Deja que los demás hagan lo que les plazca, pero tú continúa practicando Kriya. Te hará bien. Alcanzarás el estado de Quietud, Sthirattva.
Las cosas bellas del mundo son venenosas. Si las ves desde afuera, te atraen; pero si las ves internamente, entonces, renuncias a ellas. Esto es maya, o inquietud.
Si la gente quiere irse, que se vaya; pero has mantenerte firme en tu práctica. Así, al final, entrarás en la casa de Sthirattva, la Quietud.
La inquietud es manifestación y Sthirattva —la Quietud— es el Señor Shiva.
No es posible lograr Abhaya pada, "el estado de ausencia de miedo" sin la ayuda del Gurú. Uno debe aferrarse a Sí Mismo en la casa de la Quietud, sin lo cual es imposible alcanzar el Abhaya pada, la Realización eterna del Ser Supremo.
La práctica de Kriya trae una riqueza divina, es decir: Sthirattva, el estado de Quietud.
El estado de Sthirattva, Quietud, es llamado “Yoga”.
Aquel que no toca la quietud interior y exterior, invariablemente se perderá en el movimiento.
No solo un conocimiento más verdadero, sino que un mayor poder llega a uno en la quietud y el silencio de una mente que, en lugar de burbujear en la superficie, puede ir a sus propias profundidades y escuchar.
No hay nada que la mente pueda hacer que no pueda hacerse mejor en la inmovilidad de la mente y la quietud libre de pensamientos. Cuando la mente está quieta, entonces la verdad tiene su oportunidad de ser escuchada en la pureza del silencio.
El Silencio es quietud, tranquilidad y calma.
Nada en el mundo se parece tanto a dios como la quietud y el silencio.
La enérgica inversión de su investigación puede crear una onda a través de su quietud que despierte su quietud en la revelación.
No se puede crear quietud interior; lo notas.
El silencio y la quietud no dependen de que la mente guarde silencio. Hay un silencio y quietud más profundo en ti.
Aquietarse y escuchar activa la inteligencia no conceptual que anida dentro de ti. Deja que el silencio y la quietud dirijan tus palabras y tus acciones.
Si el pensamiento compulsivo mengua y es remplazado por una quietud alerta, es porque eres plenamente consciente; tu mente no pone resistencia en el Ahora.
Sólo cuando percibes la naturaleza y te unes a ella en el campo de la quietud, éste se llena de tu conciencia y logras una conexión con la naturaleza.
Para ingresar en la dimensión de la quietud de tu pensamiento, en la conciencia de la naturaleza; debes permanecer en este instante, tan sólo aquí y ahora.
Aprendamos a lidiar con toda nuestra energía de inquietud. Y serás capaz de permitir que tu cuerpo y tu mente descansen.
¿Estás experimentando inquietud? ¡Quédate! ¿Tienes miedo y el odio está fuera de control? ¡Quédate! ¿Te duelen las rodillas y te duele la espalda? ¡Quédate! ¿Qué hay para almorzar? ¡Quédate! ¡No puedo quedarme ni un minuto más! ¡Quédate!
Quiero ser una animadora para las mujeres que nunca han considerado a las elecciones o estar involucrado en una campaña, pero que en la quietud de su corazón podría pensar, '¿Por qué no a mí?'
El precedente estado de quietud mental es considerado por su beatitud, como la tercera fase del samadhi. Es necesario realizar incesantemente estos seis géneros de samadhi.
Últimamente no mires nada, no desees nada, no quieras nada, no solicites saber nada, y en todo vivirá tu alma con quietud y gozo descansada.
En la oficina de la nada se fabrica la sencillez, se halla el interior e infuso recogimiento; se alcanza la quietud y se limpia el corazón de todo tipo de imperfección.
Lo mejor que puedes hacer es estar en Quietud sin dejar que nada te afecte.
Necesitamos el silencio y la quietud para ser nuestro verdadero yo y ser verdaderamente felices.
Los seres humanos modernos han perdido el contacto con su «verdadero yo» interior. El silencio y la quietud son un medio para recuperar la felicidad y la alegría.
Si el precio de la paz fuera una disminución de la consciencia y el precio de la quietud una falta de vitalidad y estado de alerta, no valdría la pena tenerlas.
Si no puedes sentirte a gusto cuando estás solo, buscarás una relación para remediar tu inquietud.
Todos los artistas verdaderos, lo sepan o no, crean desde un lugar de no-mente, desde la quietud interior.
Con la quietud viene la bendición de la paz.
Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Y cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes de la naturaleza.
Pero la gnosis no es fundamentalmente un conocimiento racional, si no intuitivo. Donde quiera que exista un anhelo espiritual, una inquietud espiritual; allí donde alguien se pregunte: ¿Cuál es el objetivo de mi existencia? …ahí está la Gnosis.
El sí mismo no necesita ser puesto en reposo. Es la paz misma, no está en paz. Solo la mente es inquieta. Todo lo que ella conoce es la inquietud, con sus múltiples modos y grados. Lo agradable se considera superior y lo penoso se elude.
Quienes deben mantener la cultura y propagar enseñanzas se auto perjudican cuando toman las armas y transforman con su vigilancia, guardianes y pesadillas, la paz de su vocación y de su hogar en inquietud guerrera.
Los adúlteros que afean la fama y la calidad ajena y quitan la paz y la quietud a otros deben ser declarados por ladrones, y por ende condenados a muerte, sin remisión alguna.
En un instante detente. Por un breve instante para toda actividad, cierra ojos, obsérvate y entra en quietud. Un flujo de serenidad y paz te envuelve.
Cuando no hay nada que alcanzar, cuando no hay ningún camino para estar quietos; ser la quietud es el camino. Permanece como un admirador silencioso.
El espacio de silencio que hay entre palabras es uno de los mejores recursos para experimentar la quietud de la mente, un destello de la meditación.
La armonía espiritual, es un sinónimo de paz, de calma, de satisfacción, de plenitud, de quietud, de placidez y de tranquilidad amorosa por siempre.
El azul es uno de los colores más espirituales, es el color del silencio, de la quietud... de la tranquilidad... del descanso... de la relajación.
Sólo aquel que permanece en la total quietud interior, centrada, sin dejarse arrastrar por las pasiones del ego, puede amar naturalmente y en paz.
Aquietarse, mirar y escuchar activa la inteligencia no conceptual que anida dentro de ti. Deja que la quietud dirija tus palabras y tus acciones.
Sólo aquel que permanece en la total quietud interior, centrado, sin dejarse arrastrar por las pasiones del ego, sin identificarse con el ego.
Ocho fuerzas sostienen la Creación: movimiento y quietud, solidificación y fluidez, extensión y contracción, unificación y división.
Cuando los súbditos y sus capitanes y curacas obedecen de buen ánimo al Rey, entonces goza el reino de toda paz y quietud.
Practique la quietud y deje a su organismo decirle donde su mente se contrae, no importa cuán sutil pueda ser la tensión.
No hay ninguna cosa tal como la paz de la mente. Mente quiere decir perturbación; la inquietud misma es la mente.
De sobra sabes cuando te busco mi inquietud te dá el aviso porque siempre estás ahí dónde y cuándo te necesito.
Hablar de otro, agradable o maliciosamente, es un escape de uno mismo, y escapar es la causa de la inquietud.
De la quietud no nacida surge la esencia del Corazón como Intento Iluminado marcando su silencio primordial.
Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación.
El simple hecho de consentir el escepticismo no suficiente para superar la inquietud de la razón.
De la quietud no nacida surge la esencia del Corazón como Intento Iluminado.
Una cosa sobre todo hace sugestivo el pensamiento humano: es la inquietud.
La ausencia de deseos trae quietud, y el mundo se corrige por sí mismo.
Permite que la naturaleza te enseñe la quietud.
La quietud es el altar del espíritu.