En la ecología reverencial hay humildad, mientras que la utilitaria lleva implícita la arrogancia de los seres humanos.
La ecología reverencial es la ecología de la relación; va del concepto propiedad al de relación, y esa es una gran diferencia.
En la ecología utilitaria proteges el árbol porque es útil para ti; el mundo natural se juzga en función de su utilidad para los humanos.
La ecología utilitaria tiene un aspecto de propiedad de la naturaleza: la tierra es mía, el rio es mío, el bosque es mío, yo poseo esto y lo otro.
Si la ecología utilitaria cree en los derechos humanos, la reverencial cree en los derechos humanos equilibrados con los derechos de la naturaleza.
Igual que nosotros creemos en nuestros derechos humanos, la ecología reverencial cree en los derechos de la naturaleza a existir por su propio merito.
En estos momentos nuestro mundo ha sido dominado por la economía, y la ecología y la ética se han convertido en sus sirvientes. Por eso vemos tanta destrucción y corrupción de la casa en la que vivimos.
La separación se produjo por un malentendido. Ecología y economía tienen la misma raíz griega «ecos», que significa casa u hogar. Economía significa la gestión de la casa, y ecología su conocimiento.
Es esencial que invirtamos los términos y pongamos la economía al servicio de la ecología.
Ecología, economía y ética forman una unidad.
En la ecología reverencial consideramos que no podemos conocer la naturaleza completamente, porque esta tiene sus misterios y tenemos que vivir con la incertidumbre y el misterio.
La ecología reverencial siente reverencia por la naturaleza, la considera sagrada y valiosa en sus propios términos.
En la ecología utilitaria los humanos ocupan el centro y todo el mundo natural, el 99.9% de cuanto existe, esta para satisfacer nuestras necesidades.
La ecología reverencial es la ecología de la relación; va del concepto propiedad al de relación, y esa es una gran diferencia.
La ecología utilitaria tiene un aspecto de propiedad de la naturaleza: la tierra es mía, el rio es mío, el bosque es mío, yo poseo esto y lo otro.
Igual que nosotros creemos en nuestros derechos humanos, la ecología reverencial cree en los derechos de la naturaleza a existir por su propio merito.
En la ecología reverencial hay humildad, mientras que la utilitaria lleva implícita la arrogancia de los seres humanos.
En la ecología reverencial consideramos que no podemos conocer la naturaleza completamente, porque esta tiene sus misterios y tenemos que vivir con la incertidumbre y el misterio.
La ecología reverencial siente reverencia por la naturaleza, la considera sagrada y valiosa en sus propios términos.
En la ecología utilitaria los humanos ocupan el centro y todo el mundo natural, el 99.9% de cuanto existe, esta para satisfacer nuestras necesidades.
En la ecología utilitaria proteges el árbol porque es útil para ti; el mundo natural se juzga en función de su utilidad para los humanos.
Si la ecología utilitaria cree en los derechos humanos, la reverencial cree en los derechos humanos equilibrados con los derechos de la naturaleza.
La separación se produjo por un malentendido. Ecología y economía tienen la misma raíz griega «ecos», que significa casa u hogar. Economía significa la gestión de la casa, y ecología su conocimiento.
Es esencial que invirtamos los términos y pongamos la economía al servicio de la ecología.
En estos momentos nuestro mundo ha sido dominado por la economía, y la ecología y la ética se han convertido en sus sirvientes. Por eso vemos tanta destrucción y corrupción de la casa en la que vivimos.
Ecología, economía y ética forman una unidad.
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