La iluminación espiritual

Frases Descartes

Citas Descartes


Después del paréntesis de la Edad Media el conflicto entre la fe y la razón empieza a decantarse poco a poco a favor de ésta última, pero los descubrimientos científicos de Copérnico y Galileo ponen de manifiesto la forma como nos engañan las apariencias: ni la Tierra es plana ni está inmóvil y no es el sol el que se mueve alrededor sino al contrario. La veracidad de los juicios humanos despierta cierta incertidumbre puesto que las cualidades que atribuimos a los objetos son percepciones nuestras que pueden deformar la realidad, la fe en el hombre renacentista parece tambalearse. Siguiendo el ejemplo de Sócrates, Descartes empieza a replantearse todo el saber de su tiempo hasta dudar de todo conocimiento. ¿Cómo estar seguro de algo? Lo único que puedo afirmar es que dudo y si dudo pienso, luego entonces existo. Esta duda metódica nos lleva a un nuevo axioma: "Pienso, luego existo", partiendo de esta verdad incuestionable se puede establecer un criterio de certeza mediante el cual no es posible dudar de la realidad; por tanto toda idea que se presenta a la mente de una forma clara y distinta supone una evidencia necesariamente verdadera. Siguiendo este discurso de entre todas las ideas hay una que destaca como una marca innata e imborrable: La idea de perfección que Descartes identifica con Dios, cuya bondad garantiza la existencia de las entidades externas al Sujeto.