El Ego es la fabrica de creencias inexistentes
Recuerda el sentimiento que experimentas cuando alguien te elogia, cuando te ves aprobado, aceptado, aplaudido Y compáralo con el sentimiento.
ANTHONY DE MELLO
EL EGO ES PROGRAMADOR DE CREENCIAS
- El Ego es la fábrica de creencias inexistentes en nuestra mente, las cuales nosotros mismos hemos permitido que tomen el control actual de nuestra vida.
- Vivir una vida desde el ego tiene dos extremos, uno es aceptar vivir según como las demás personas quieren y el otro es aferrarte a tus ideologías para imponerlas a otros.
- Pudiera ser que en el transcurso de nuestra vida hemos dejado inconscientemente que nuestra mente haya aceptado una narración dramática de la realidad.
- Cuando nosotros somos controlados por el ego, es cuando aceptamos creencias falsas de quienes debemos ser, por opinión de otros y no por convicción propia.
- Esto nos lleva a experimentar ilusiones auto engañosas las cuales nosotros mismos hemos creído y aceptado, aunque en realidad nunca estuviéremos convencidos.
- Visto a través de los ojos del ego, mi identidad dependerá de las opiniones y juicios que los demás tienen de mí, dejando a un lado lo que realmente yo sé de mi.
- La necesidad de aceptación hace que tomemos conceptos erróneos de los demás, aceptándolos como ciertos, sin realmente reflexionar nuestra verdadera opinión.
- Nuestro ego siempre está en busca de alguien que nos aprecie y nos de atención, si nos quieren estaremos felices, pero si nos desprecian creemos que no valemos nada.
- Es decir, vivir la vida desde el ego es experimentar un destino el cual no elegimos tener, pero lo llevamos a cabo solo por lograr la aceptación de otras personas.
- Así mismo también el otro lado del ego consiste en no estar de acuerdo con la forma de pensar de otros aferrándote a intentar cambiar a las demás personas.
- Este otro extremo dominado por el ego te conlleva a crear conflictos y exageraciones de situaciones que estés en desacuerdo, solamente con el fin de tener la razón.
- Competir, pelear, comparar, rechazar, criticar, separar, demostrar superioridad y ser reconocido, son actitudes de una persona dominada por el ego.
- La necesidad de demostrar y presumir nuestros logros, identificándonos desmedidamente en nuestros triunfos son parte de una vida controlada por el ego.
- El ego es la necesidad de sentir ese reconocimiento de los demás, identificarte con tus logros, demostrar que se tiene la razón o sentirte superior a los demás.
- El mayor obstáculo en el camino de la espiritualidad es vivir desde el ego, ya que éste contempla el conflicto como su aliado y la paz como su enemigo.
- Viviendo desde nuestro ego, nuestras percepciones estarán fragmentadas, ya que desde ahí solo veremos minúsculas porciones de las situaciones, sin ver la totalidad.
- Vivir desde el ego es olvidar nuestra verdadera esencia, es vivir sin recordar nuestro verdadero Ser, y lo que realmente somos, más allá de nuestro cuerpo y alma.
- Mejor liberémonos de la necesidad de aceptación, de quedar bien con todos, de ganar las discusiones, de demostrar tener la razón y de sentirnos superiores a los demás.
- En la medida que seamos conscientes del ego, podremos ir disolviéndolo, permitiendo que el estado natural de paz vuelva a expandirse sin más sufrimiento.
- Entre más conciencia de la existencia del ego, más podremos disolver y extinguir proporcionalmente los autoengaños aceptados causantes de todo nuestro sufrimiento.
- Vivir desde el espíritu es observar todas las ilusiones los cuales hemos aceptado, haciendo posible por fin, despertar del sueño sufrido que hemos aceptado y creado.
- Debemos recordar que nosotros somos seres con libre albedrio y nosotros tenemos autoridad para elegir que realidad queremos vivir y que realidad rechazar.
- Vivir una vida desde el espíritu es darse cuenta que es mejor compartir diferentes percepciones y puntos de vista con los demás, pero a través de un diálogo respetuoso.
- Identificar el ego es vivir una vida más relajada, sin tomarse las cosas tan en serio y estar consciente del arte de comprender a cada uno según su individualidad.
- Desarrollando la empatía y aceptando a las personas solo por existir y no por lo que han hecho en su vida, es vivir desde el espíritu edificando a los demás.
- Observando e identificando el ego desde el espíritu, es no tomarse nada en forma personal y no sentirse ofendido de las opiniones de las demás personas.
- Vivir inteligentemente desde el espíritu es hablar de manera positiva con todos los que nos rodean y en todo momento, cauterizando la negatividad.
- Ahora mejor teniendo consciencia de la existencia del ego, lo observaremos y analizaremos desde nuestro espíritu, controlando el destino de nuestra vida.
- Con una identidad bien definida y desarrollando nuestra verdadera personalidad con la cual Dios nos diseño, seguramente contribuiremos de forma positiva al mundo.