El eco, caminando en las cordilleras - Cuento

Aplícalo a los aspectos de la vida, la vida te dará de regreso exactamente lo que tú le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti.

OSHO

El reflejo de tu vida

Un niño y su padre están caminando en las montañas, de repente, el hijo se cae, se lastima y grita, ¡Ay!, para su sorpresa oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña ¡Ay!, con curiosidad el niño grita ¿Quién está ahí? recibe como respuesta ¿Quién está ahí? Enojado por la respuesta el niño grita, ¡Cobarde! y recibe como respuesta, ¡Cobarde! El niño mira a su padre y le pregunta, ¿Que sucede?.

El padre sonriendo le dice:

Hijo mío, presta atención, y grita a la montaña ¡Te admiro! y la voz le responde ¡Te admiro!, de nuevo el hombre grita ¡Eres un campeón! y la voz le responde ¡Eres un campeón!.

El niño esta asombrado pero no entiende, el padre le explica:

La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida, te devuelve todo lo que dices y haces. Nuestra vida es solamente un reflejo de nuestras acciones; si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor; si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean; si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los que conoces.

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida, la vida te dará de regreso exactamente aquello que tu le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti.

Alguien dijo: Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estas dando.

Osho, sobre dar y recibir

¿Hay alguien ahí?

Me siento como si existiera únicamente en los ojos del otro.
Me siento muy irreal. ¿Dónde estoy? ¿Qué puedo hacer o no hacer?

No eres tú únicamente quien existe en los ojos de otros: Todo el mundo existe de esa manera. Ése es el camino común de la existencia. Tú utilizas al otro como espejo. Las opiniones de los otros llegan a ser muy importantes, de valor inmenso porque te definen. Alguien dice que eres muy hermoso; en ese momento te vuelves hermoso. Alguien dice que eres un tonto; en ese momento comienzas a sospechar; ¿eres acaso un tonto? Puede que te enojes, puedes negarlo, pero en lo profundo has llegado a sospechar de tu inteligencia...

Si deseas saber quién eres, tendrás incluso que cerrar los ojos; tendrás que ir hacia adentro. Tendrás que olvidarte del mundo entero, tendrás que olvidar lo que dicen sobre ti. Tendrás que ir profundamente adentro y encontrarás tu propia realidad.

Eso es lo que estoy enseñando aquí, a no depender de otros, a no mirar en sus ojos. No hay pistas en sus ojos. Son tan inconscientes como tú; ¿cómo pueden definirte?

Estás mirándote en los ojos del otro para encontrar quién eres. Sí, algunos reflejos están ahí, tu rostro se refleja. Pero tu rostro no eres tú; tú estás muy lejos detrás de tu rostro. Tu rostro ha estado cambiando tanto que tú no puedes ser tu rostro.

Tú no eres el rostro. En alguna parte oculta en las profundidades está tu conciencia; nunca se refleja en los ojos de algún otro. Sí, algunas cosas se reflejan: tus acciones. Haces algo; se refleja en los ojos de alguien más. Pero tu hacer no eres tú. Tú eres mucho más grande que tus acciones...

Tu ser nunca se refleja en los ojos de los demás. Tienes que llegar a conocer tu ser de una sola manera... y es cerrando los ojos a todos los espejos. Tienes que adentrarte en tu propia existencia interna, hacerle frente directamente. Nadie puede darte una idea de ella, de lo que es. Tú puedes conocerla, pero no a partir de otros. Nunca puede ser un conocimiento prestado, solo puede ser una experiencia directa, un experimentar directo, inmediato.