Camino correcto
Si observas señales silencio, dicha, una especie de paz que manifiesta comprensión, estas cosas solo pueden darse cuando vas por el camino correcto.
OSHO
El buen camino
Quiero que todos recordéis esto: Si cada vez estás más callado, más en paz, más tranquilo y calmado, eso es una señal inequívoca de que vas por buen camino. Si, por el contrario, cada vez te encuentras más incómodo, tienes más ansiedad, más angustia, sientes que te vienes abajo, eso es una señal inequívoca de que te has perdido.
Quiero que tú misma te acuerdes de este criterio, porque es fundamental. No viene impuesto desde el exterior, no es arbitrario. Si observas las señales -silencio, dicha, una especie de paz que manifiesta comprensión-, podrás verlo muy claramente y no necesitas preocuparte en absoluto; estas cosas solo pueden darse cuando vas por el camino correcto. Nunca suceden si te has perdido.
Si te sientes desgraciada, insignificante, si tu vida no tiene sentido, si no tiene música, poesía, si está estancada, si es una carga, son síntomas evidentes de que ya no vas por el buen camino.
El camino correcto es como acercarse a un hermoso jardín. Puede que no lo veas, puede que todavía no esté en tu campo de visión, pero sientes la fragancia, empiezas a sentir el aire fresco, empiezas a oír a los pájaros cantando en los lejanos árboles. Todo está más verde, más vivo, vas acercándote al jardín. Pero si todo está seco, inerte, si los árboles están desnudos, no tienen hojas, no tienen flores, si el camino es cada vez más polvoriento y sin frescor -y sientes el calor y la transpiración-, podrás saber que estás yendo hacia el desierto.
Eso es exactamente lo que ocurre en tu mundo interior.
Hay un desierto llamado mente, y un jardín llamado corazón.
Si te diriges hacia el corazón todo está bien, porque el corazón es el puente hacia tu ser. El corazón no es la meta, pero es una clara señal de que has dejado la mente a un lado, de que has dejado el desierto atrás.
El corazón actúa de puente uniendo la mente con el ser. A medida que avanzas por el camino del corazón, las cosas se vuelven más bellas, más cariñosas. Te rodea una nueva energía, una nueva vida, como si fueses rejuveneciendo en cada instante.
¿Cómo sé si estoy avanzando?
Cuando estás meditando, cuando estás trabajando en ti mismo, si te estás preguntando si estás avanzando o no, tienes que saber bien que no estás haciendo ningún progreso porque cuando se avanza tú lo sabes. ¿Por qué? Es igual que cuando estás enfermo y estás tomando algún medicamento. ¿Podrás ser capaz de sentir si estás mejorando o no? Si no lo sientes y te surge la pregunta de si estás mejorando o no, tienes que saber bien que no estás mejorando. El bienestar es un sentimiento claro que cuando lo tienes lo sabes.
Pero ¿por qué surge esta pregunta? Surge por muchas razones. Una, no estás realmente trabajando. Estás solo decepcionándote. Te estás engañando a ti mismo. Estás menos preocupado de lo que estás haciendo y más preocupado de lo que está sucediendo. Si realmente estás haciéndolo, puedes dejar el resultado a la existencia. Pero nuestras mentes son tales que estamos menos preocupados de la causa y más preocupados del efecto debido a la avaricia. La avaricia quiere tener todo sin hacer nada. Así la mente codiciosa se va moviendo hacia adelante. Entonces la mente codiciosa se pregunta, '¿Qué está sucediendo? ¿Está sucediendo algo o no?' Involúcrate realmente con lo que estás haciendo y cuando suceda algo lo sabrás. Te va a pasar a ti. No necesitas preguntarle a nadie.
No existe un camino fijo. Cada uno está en un camino distinto; No estamos en un solo camino. Incluso si estás siguiendo una técnica de meditación, no estás en el mismo camino que alguien que está haciendo la misma técnica; no puedes estarlo. No existe un camino público. Cada camino es individual y personal. Así que ninguna experiencia de otro en el camino será útil para ti; más bien, puede ser dañina. Alguien puede estar viendo algo en su camino. Si él te dice que ese es el signo del progreso, puede que no encuentres el mismo signo en tu camino. Los mismos árboles pueden no estar en tu camino; las piedras pueden no estar en tu camino. Así que no seas una víctima de este sinsentido. Solo ciertos sentimientos internos son relevantes. Por ejemplo, si estás avanzando, entonces ciertas cosas van a comenzar a suceder en forma espontánea. Uno, te vas a sentir cada vez más satisfecho.
En realidad, cuando la meditación se realiza completamente, uno llega a estar tan satisfecho que se olvida de meditar porque la meditación es un esfuerzo, un descontento. Si un día te olvidas de meditar y no sientes ninguna adicción, no sientes ningún vacío, estás tan satisfecho como nunca, entonces tienes que saber que es un buen signo.
No hagas de la meditación un hábito. Deja que esté viva! Entonces el descontento desaparecerá poco a poco; te sentirás satisfecho y no solo cuando estés meditando. Si algo sucede mientras estás meditando, es falso, es hipnótico. Tiene algo de bueno pero no va a ser muy profundo. Es bueno solo en comparación. Si no está sucediendo nada, no hay meditación, no hay momento de gozo, no te preocupes por ello. Si algo está sucediendo, no te aferres a eso. Si la meditación está en lo correcto, es profunda, te sentirás transformado durante todo el día. Una satisfacción sutil estará presente en todo momento. Con lo que sea que estés haciendo, sentirás un centro fresco en tu interior satisfacción.
Sin duda que habrán resultados. La rabia será cada vez menos posible. Irá desapareciendo. ¿Por qué? porque la rabia muestra una mente no meditativa, una mente que no está en paz consigo misma. Con la meditación serás más y más feliz contigo mismo recuerda, contigo mismo. Estos serán signos, los signos generales. Así que no pienses que estás logrando mucho si estás comenzando a ver luz o si estás viendo colores hermosos. Ello es bueno pero no te sientas satisfecho a menos que hayan cambios sicológicos reales: menos rabia, más amor; menos crueldad, más compasión. A menos que esto suceda, el ver luces y colores y escuchar sonidos es un juego de niños. Son hermosos, muy hermosos; es bueno jugar con ellos pero ése no es el objetivo de la meditación. Suceden en el camino, son solo subproductos, pero no te preocupes.
En una relación, observa lo que está sucediendo. ¿Cómo te estás comportando con tu esposa ahora? Obsérvalo. ¿Hay algún cambio? Ese cambio es significativo. ¿Cómo te estás comportando con tu sirviente? Hay algún cambio? Ese cambio es significativo.
La meditación para mi no es un juego de niños. Es una profunda transformación. ¿Cómo darse cuenta de esta transformación? Primero sentirás tu transformación interna en tus relaciones externas y luego irás profundo. Entonces comenzarás a sentir algo en el interior. Pruébalo, penetra en tus relaciones y mira allí si tu meditación está avanzando o no.
Si sientes un creciente amor, un amor incondicional, si sientes una compasión sin razón, si sientes una profunda preocupación por el bienestar del otro, tu meditación está avanzando. Entonces olvida las otras cosas. Con esta observación también observarás muchas cosas en ti mismo. Estarás más en silencio; tendrás menos ruido dentro. Cuando haya necesidad hablarás, cuando no haya necesidad estarás en silencio. Te sentirás más en paz, relajado. Cualquier cosa que estés haciendo, será un esfuerzo relajado; no habrá tensión. Llegarás a ser menos y menos ambicioso. Por último, no habrá ambición. Incluso la ambición de llegar a moksha no estará allí. Incluso el deseo de liberación es una esclavitud. Incluso el deseo de no tener deseo es una esclavitud.
Una cosa más: cualquier cosa que estés haciendo, no pienses en que vendrán resultados en el futuro. Si estás haciendo algo real, los resultados están ahí y ahora. En el trabajo interno, si has meditado hoy, los resultados no van a estar mañana. Si has meditado hoy. El perfume de ello, por pequeño que sea, estará allí. Si eres sensible lo puedes sentir. Cada vez que se hace algo real, te afecta aquí y ahora.
Por lo tanto la meditación no es solo una cosa que haces por una hora y te olvidas. Realmente, la vida entera tiene que ser meditativa. Sólo entonces comenzarás a sentir cosas. Y cuando digo que la vida entera tiene que ser meditativa, no quiero decir ir y cerrar los ojos por veinticuatro horas y sentarte y meditar no! Donde sea que estés puedes ser sensible y esa sensibilidad te dará resultados. Entonces no habrá necesidad de preguntarse, '¿Estoy avanzando o no?' Sólo con esta capacidad de estar consciente de todas las cosas que están sucediendo alrededor tuyo, desarrollarás la capacidad de sentir lo que está sucediendo en tu interior.