Consciencia sin evaluarlo todo

¿Quiere cambiar el mundo? ¿Qué tal empezar por usted mismo? Hágalo por medio de la observación y la comprensión. Sin interferencia o juicio de usted.

ANTHONY DE MELLO

NO EVALUES Y OBSERVA

¿Usted quiere cambiar el mundo? ¿Qué tal empezar por usted mismo? ¿Qué tal transformarse usted primero? Pero ¿Cómo se logra eso? Por medio de la observación. Por medio de la comprensión. Sin interferencia o juicio de usted. Porque usted no puede comprender lo que juzga.

Cuando dice de alguien: "Es comunista", se interrumpe en ese momento la comprensión. Usted le puso a esa persona un rótulo. "Ella es capitalista". En ese momento se detiene la comprensión. Le puso un rótulo, y si ese rótulo lleva ecos de aprobación o desaprobación, ¡tanto peor! ¿Cómo va a comprender lo que aprueba, o lo que desaprueba? todo esto que digo suena como a un mundo nuevo, ¿no es así? ningún juicio, ningún comentario, ninguna actitud: simplemente observar, estudiar, mirar, sin el deseo de cambiar lo que es. Porque si usted desea cambiar lo que es por lo que cree que debe ser, deja de comprender. Un entrenador de perros trata de comprender a un perro de manera que pueda entrenarlo para realizar ciertos trucos. Un científico observa el comportamiento de las hormigas sin ningún otro fin distinto de estudiar las hormigas, de aprender lo más posible sobre ellas. No tiene ningún otro propósito. No intenta entrenarlas o conseguir algo de ellas. Le interesan las hormigas, quiere aprender todo lo que sea posible sobre ellas. Ésa es su actitud. El día que ustedes logren una actitud como esa, experimentarán un milagro. Cambiarán, sin esfuerzo, correctamente. El cambio ocurrirá, no tendrán que lograrlo. Cuando la vida de la consciencia llegue a la oscuridad de ustedes, desaparecerá todo lo malo. Lo bueno se cultivará. Tienen que experimentar eso ustedes mismos.

Pero para esto se requiere una mente disciplinada. Y cuando digo disciplinada, no me refiero al esfuerzo. Estoy hablando de otra cosa. ¿Alguna vez han estudiado a un atleta? Toda su vida son los deportes, pero qué vida tan disciplinada la que lleva. Y miren un río que se dirige al mar: él crea el cauce que lo contiene. Cuando dentro de uno hay algo que lo mueve en la dirección correcta, crea su propia disciplina. En el momento en que le llega la consciencia. ¡Ah, es maravilloso! Es lo más maravilloso del mundo; lo más importante; lo más maravilloso. No hay nada más importante en el mundo que despertar ¡Nada! Y, por supuesto, a su manera también es una disciplina.

No hay nada más maravilloso que ser consciente. ¿Preferiría usted vivir en la oscuridad? ¿Preferiría actuar y no ser consciente de sus acciones, hablar y no ser consciente de sus palabras? ¿Preferiría oír a la gente y no ser consciente de lo que está oyendo o ver las cosas y no ser consciente de lo que está viendo? El gran Sócrates dijo: La vida sin consciencia no merece ser vivida. Ésa es una verdad evidente. La mayoría de la gente no vive una vida consciente. Vive una vida mecánica, pensamientos mecánicos - por lo general ajenos -, emociones mecánicas. ¿Quieren ver cuán mecánico es usted realmente? ¡Qué linda camisa tienes! Usted se siente bien oyendo eso. ¡Por una camisa, santo cielo! Usted se siente orgullosos cuando oye eso. La gente viene a mi centro en la India y dice: ¡Qué lugar tan encantador, qué árboles tan encantadores! (De los cuales no tengo ninguna responsabilidad), ¡qué clima tan encantador!" Y ya empiezo a sentirme bien, hasta que me sorprendo sintiéndome bien, y digo: "¿Puede usted imaginarse algo más estúpido que eso?" Yo no soy responsable de esos árboles; no fui responsable de la elección del lugar. No ordené el clima, sencillamente sucedió. Pero el "mi" se metió allí, de modo me siento bien. Me siento bien sobre "mi" cultura y "mi" nación ¿Cuán estúpido puede ser uno? Lo digo en serio. Me dicen que por mi gran cultura hindú he producido todos estos místicos. Yo no los produje. Yo no soy responsable de ello. O me dicen: "Ese país suyo y su pobreza - ¡es horrible!" Me avergüenzo. Pero yo no la creé. ¿Qué está pasando? ¿Se detuvo usted alguna vez a pensar? La gente le dice a uno: "Usted es encantador", y uno se siente maravilloso. Obtiene una caricia positiva (de ahí que a eso lo llamen "yo estoy bien, tú estás bien"). Algún día voy a escribir un libro y el título será Yo soy un estúpido, tú eres un estúpido. Eso es lo más liberador, lo más maravilloso del mundo, cuando usted admite públicamente que es un estúpido. Es maravilloso. Cuando la gente me dice: "Usted se equivoca", yo digo: ¿Qué más se puede esperar de un estúpido?

Desarmados, todos debemos estar desarmados. En la liberación final, yo soy un estúpido. Por lo general, ocurre cuando yo oprimo un botón y usted se siente bien; oprimo otro botón y usted se siente mal. Y a usted le gusta. ¿Cuántas personas conoce usted que no se dejan afectar por la alabanza o la crítica? Decimos que eso no es humano. Humano significa que usted es un poquito como un mico, de modo que todos pueden influir en usted, y usted hace lo que debe hacer. Pero, ¿eso es humano? Si les parezco encantador a ustedes, eso quiere decir que en este momento están de buen humor, nada más también significa que cumplo sus expectativas.

Todos tenemos una lista de expectativas, y es como si usted tuviera que estar de acuerdo con esa lista: alto, trigueño, bien parecido, acorde a MIS gustos. "Me gusta el timbre de su voz". Usted dice: "Estoy enamorado". No, usted no está enamorado, no sea estúpido. Cuando está enamorado (vacilo en decirlo) usted es particularmente estúpido. Siéntese y observe lo que le está pasando. Está huyendo de sí mismo. Quiere escapar. Alguien dijo cierta vez: "Gracias a Dios por la realidad y los medios para escapar de ella". De modo que eso es lo que pasa. Somos muy mecánicos, muy controlados. Escribimos libros sobre el control y lo maravilloso que es ser controlados y sobre lo necesario que es que la gente nos diga que estamos bien. Entonces nos sentimos bien con nosotros mismos. ¡Qué maravilloso es estar en la cárcel! O como alguien me dijo ayer, estar en su jaula. ¿A usted le gusta estar preso? ¿Le gusta que lo controlen? Le diré algo: Si usted se permite sentirse bien cuando la gente le dice que está bien, se está preparando para sentirse mal cuando le digan que no está bien. Mientras viva para cumplir las expectativas de otras personas, es mejor que ponga atención a la ropa que usa, a la manera de peinarse, a si sus zapatos están brillantes; en resumen, que se fije a ver si cumple todas las malditas expectativas de los demás, ¿Usted cree que eso es humano?

¡Esto es lo que descubrirá cuando se observe a sí mismo! ¡Se horrorizará! La verdad es que usted no está ni bien ni mal. ¡Usted puede estar dentro del actual ambiente o tendencia de moda! ¿Significa eso que está bien? ¿Estar bien depende de eso? ¿Depende de lo que la gente piensa de usted? Según esos criterios, Jesucristo tiene que haber estado muy mal. Usted no está bien ni está mal. Usted es usted. Espero que ése sea el gran descubrimiento, al menos para algunos de ustedes. Si tres o cuatro de ustedes descubren esto durante estos días en que estamos juntos ¡Qué cosa tan maravillosa! ¡Extraordinario! Eliminen todo ese cuento de estar bien o no estar bien; eliminen todos los juicios, y, sencillamente, observen, miren. Harán grandes descubrimientos. Esos descubrimientos producirán cambios. No tendrá que hacer el menor esfuerzo, créanme.

Esto me recuerda a un hombre en Londres, después de la guerra. Viaja en un autobús, sentado; tiene encima de las piernas un paquete envuelto en papel de color marrón; es un objeto grande y pesado.

El conductor se le acerca y le dice:

  • ¿Qué es lo que tiene ahí en las piernas?
  • Es una bomba que no explotó - le contesta el hombre- La encontramos en el jardín y la llevo a la estación de policía.

El conductor dice:

  • Usted no debiera llevar eso en las piernas. Póngala debajo del asiento.

La psicología y la religión (como generalmente la entendemos) quitan la bomba de las piernas y la ponen debajo del asiento. No solucionan realmente sus problemas. ¿Alguna vez ha pensado en eso? Usted tenía un gran problema y ahora lo cambia por otro. Siempre será así hasta que solucionemos ese problema llamado "Usted".